El poder que la Espada del Espíritu Santo nos da a los creyentes no es solamente para sanar y hacer milagros sino que hay algo más poderoso aun, pues el uso agresivo de tu Espada te edificará en total Shalom. Verás, al usarla, lo primero que cortarás serán tus propias ataduras que te impiden recibir de Dios: maneras de pensar, desaliento, criticismo o incredulidad, temores y resentimientos, odios, malos hábitos, adicciones, fijaciones, por nombrar algunas.
Además, el Espíritu Santo te dará de su Sabiduría para tomar nuevas decisiones; tendrás nuevos pensamientos o deseos. Comenzarás a ser movido a hacer ciertas cosas, en maneras que antes no lo habías hecho. No necesariamente escucharás su voz audiblemente, o tendrás sueños y visiones, aunque éstos si suceden a menudo; tampoco serás movido a hacer nada que sea contrario a la Palabra del Nuevo Pacto. Mi consejo es que no te dejes guiar sólo por voces, o sueños, sino por esa paz interior, respaldada por la Palabra del Nuevo Pacto. Aquellos que matan, roban o destruyen movidos por una voz no es la voz de Dios nuestro Padre ni de su Hijo Jesucristo.
Más cuando tu corazón se mueva en la fluidez de Su Espíritu siguiendo esa paz interior, aun sabrás reconocer cuando un sueño o una visión son de Dios. Lo más maravilloso es que este regalo activará los otros dones del Espíritu Santo. Más sobre todo, serás transformado y darás frutos. Recuerda que Jesús no dijo que seremos conocidos por nuestro poder, o por nuestras obras sino por nuestros frutos (Mat 7:15-20)
Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. Gal. 5:22-23
El primero y más grande de ellos es el amor. Es aquí donde el poder más sobrenatural se manifiesta, pues no es nuestra naturaleza amar y perdonar verdadera y desinteresadamente aun a aquellos que no nos agraden, aun cuando no nos amen, nos aborrezcan o vituperen.
Será el poder del amor y no el amor al poder lo que nos hará grandes ante Dios y verdaderamente espirituales, sin la necesidad de ningún atuendo, actitud, o símbolo externo de religiosidad.
En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos a los otros. Juan 13:35
El Espíritu Santo no te hará perfecto, fue Jesús quien te hizo perfecto ante el Padre, más su Espíritu te ayudará a hacer surgir su perfección en ti ante los demás. Solo por su Espíritu podremos ser verdaderamente transformados.
Jesús murió para darnos el perdón pero también para poder darnos Su Espíritu. El perdón nos fue dado porque Jesús fue sacrificado, más el Espíritu Santo nos fue dado porque Jesús fue glorificado, (Juan 7:39), aquel que rechaza la cruz rechaza ambos regalos. Esta es la ofensa al Espíritu Santo y es la única que Dios no perdona.
La iglesia de Jesucristo hoy en día es una iglesia que tiene mucho conocimiento, pues las herramientas de estudio y de enseñanza que tenemos no las tenían los primeros cristianos, ellos no tenían la concordancia Strongs, ni la Biblia electrónica para encontrar todo fácilmente y al instante, tampoco tenían iPod o MP3 audios para alimentarse durante el día, ni televisión ni radio cristianos.
Es indudable que la verdadera iglesia de Cristo vive de la Cruz; sin embargo, al renunciar a
caminar bajo el poder que caminó la primera iglesia, cuando Jesús dijo que las cosas que El hizo mayores nosotros haríamos, (Jn. 14:12) estamos poniéndonos como cola y no como cabeza. Más si el secreto está en que usemos Su Espada en nuestro favor orando en el Espíritu, pronto estaremos listos para pasar la antorcha a nuestro amado Israel y
“La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera”. Hagai 2:9
Si tú quieres descansar verdaderamente, deja que El Espíritu Santo descanse en ti y te bautice con ese fuego si aún no lo has hecho. Este será tu descanso, recuerdas que nuestra única labor es la de entrar en su descanso. (Heb. 4:3-6)
Pablo dijo que debíamos orar sin cesar. Pedro se quedó dormido cuando nuestro Señor le pidió que orara para que no entrara en “tentación” Esta palabra traducida como tentación en el griego es la palabra “peirasmos” que significa “pruebas”. Oremos sin cesar – en el Espíritu y cortemos con nuestra espada el tiempo de nuestras pruebas. Comienza por 5 minutos diarios en la regadera y te prometo que en corto tiempo no te serán suficientes..
Tampoco quiero decir que no debas orar con tu entendimiento, en tu idioma. Lee 1 Cor. 14 para que aclares tus dudas al respecto. En este capítulo Pablo le habla a la iglesia de Corintia, la cual era una iglesia extravagante, donde usaban las lenguas para exhibición y show y por lo cual fue necesario que Pablo pidiera que se hiciera “decentemente y en orden”.
Ten la seguridad de que El Espíritu Santo no es un Espíritu de locura o de temor, (la locura viene de nosotros), sino de poder (dunamis), de amor (agape) y de dominio propio. (2 Tim. 1:7)
Las reacciones pueden ser legítimas y válidas, mas no necesariamente podemos decir que ese es el Espíritu Santo. Esas reacciones son nuestra manera humana de responder a este Poder, a este fuego, y varían entre culturas, entre niveles de “educación”, entre temperamentos. Algunos responden con gritos, con llantos, muchos con risas, muchos tiemblan, otros se caen, muchos se quedan congelados, otros corren, muchos alaban a Dios de rodillas, otros parados, unos se quedan dormidos en esa paz que los inunda, otros se ven realmente ebrios.
El Espíritu Santo es el Espíritu de Jesús, es un Espíritu dócil, gentil, amoroso. tierno, suave, y a la vez todo poderoso, como Jesús lo fue, dulce y a la vez firme y vivificador, más nunca se forzará en nadie con violencia, o manipulación, La respuesta que tu tengas al Espíritu Santo no es la importante, sino el que uses Su Espada.
Shalom