Esta semana recibimos grandes verdades de las exhortaciones que Cristo hizo a 7 iglesias en Asia, descritas en el Libro de Apocalipsis. Veamos cual fue la exhortación para nuestra última iglesia, la de Laodicea. (Ap. 3:15)
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca.
Usando el ejemplo del café, aromático y delicioso, por el cual pagamos tan alto precio, sea “helado” o “caliente”, o el de una limonada refrescante, difícilmente los tomaríamos tibios.
Llegué a escuchar en ciertas congregaciones que esta “tibieza” se refiere a los que no son constantes, a los que no hacen lo suficiente. Muchos creyentes viven fríos, y les será difícil arder si al comenzar a entibiarse son vomitados. ¿O que sucede con los que salen ardientes del servicio y durante la semana se comienzan a enfriar? No mi amigo(a), afortunadamente, no somos salvos por lo que podemos hacer o dejar de hacer sino por lo que Cristo hizo.
Otra versión de “tibieza” se refiere a aquellos que “dicen que son y en realidad no lo son”, porque tienen un pie en la iglesia y otro en el mundo, o porque viven “en la carne”. Estas definiciones son verdades a medias, considerando que el vivir “en la carne” es sinónimo de vivir bajo la Ley, según Pablo lo comunica en su epístola a los Gálatas. (lee Gal 3:1-3) y considerando que los que viven del mundo es porque no han sido persuadidos del Amor del Padre (1 John 2:15), como la escritura nos lo indicó en estudios pasados.
Cristo se refería a aquellos cuya fe está en su propia habilidad por seguir la Ley (la cual es ilusoria) y que no han conocido el Amor del Padre, ni su Gracia revelada en su Hijo Jesús, sino que están tratando de obtenerlos a base de ‘su obediencia’, desechando su Gracia que nos fortalece y nos suple todo sobrenaturalmente, facultándonos para que el pecado no se apodere de nosotros.
Estos “tibios” son aquellos creyentes que no se han dado cuenta que hay un Nuevo Pacto, o han preverido un viejo pacto ya caducado (Heb. 10:29), o peor aun, lo han diluido al formar una cocktail de ambos, la cual es letal.
Aquellos que viven bajo la Ley escrita en piedra, fría e inflexible; sabemos que esta piedra no puede hacer arder el corazón; sin embargo, puesto que la Ley fue dada para exhibir nuestros pecados ante nosotros mismos, existe siempre la esperanza de hacer evidente e imperativa nuestra necesidad de la Gracia de Dios que Jesucristo ya ha derramado sobre nosotros y de que, al sernos revelada, podamos convertirnos en ardientes. Muchos de aquellos que vivimos bajo su Gracia venimos de ahí, la revelación de esta inmensa e inagotable Gracia puso nuestro corazón a arder.
Más cuando la fe se mezcla con la Ley, la fe es vana:
Porque si los que son de la Ley son herederos, vana resulta la fe y anulada la promesa Rom. 4:14
Por eso es por fe, para que esté de acuerdo con la gracia Rom. 4:16
Aquellos que usan la Gracia como una red en donde caer cuando fallan al seguir la Ley, tienen que darse cuenta que su red es imaginaria y que su evangelio les ha sido invertido, pues recordemos que el que trata de ser justificado por las obras de la Ley se cae de la Gracia (Gal. 5:4); de manera que es la Gracia la que está por encima de la Ley.
Aquellos que han hecho de su propio esfuerzo su fortaleza, y que solo usan la Gracia para ocultarse de su debilidad, porque creen que su mucha confesión los limpia y justifica, pues no han entendido o aceptado que la Sangre de Cristo fue la que nos limpió y justificó una vez y para siempre (Heb 7:27), deben recordar que el único lugar donde caerse de la Ley es en la maldición y en la muerte, resumidos en Deut. 28: 15-64.
Tristemente la iglesia de Laodicea representa muchas iglesias modernas, lo cual nos hace saber que estamos viviendo los “últimos tiempos” , los cuales, por cierto, comenzaron cuando Cristo resucitó – los últimos tiempos de la ley….
Muchos viven fríos o tibios sencillamente porque nunca han escuchado el verdadero Evangelio; muchos solo escuchan las demandas de la Ley y cuánto deben esforzarse por cumplirla, o cuánto se quedan cortos, lo cual hace que los que son sinceros renuncien a seguir este camino, al ver su inhabilidad para lograrlo; lamentablemente son muchos más los que mueren sin jamás poder escuchar que este camino de Santidad que nos ha sido abierto – la Gracia de Dios – es tan fácil que aún los insensatos no pueden fallar (Is. 35:8): La Gracia y la Verdad que vino por Jesucristo.
Continuemos leyendo la exhortación:
Porque dices: ‘Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad.’ No sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo.
Te aconsejo que de Mí compres oro refinado por fuego para que te hagas rico, y vestiduras blancas para que te vistas y no se manifieste la vergüenza de tu desnudez, y colirio para ungir tus ojos y que puedas ver.
Jesús fue quien compró ese oro refinado por fuego, y nos hizo ricos y nos vistió con vestiduras de lino fino.
Sabiendo que Jesús le está hablando a cierta ‘iglesia’, nos damos cuenta que el ser religioso no es sinónimo de creer la verdad, o de haber recibido la Gracia de Dios, aun cuando se use la palabra “Gracia”. Esta iglesia de Laodicea está contenta con su religión, mas no ha tenido la revelación de haber sido envestida con la Rectitud de Cristo, por lo que ante Dios, ‘está desnuda’; a pesar de que leemos que existe prosperidad financiera, aún no se ve cubierta de oro, ni vestida de lino fino.
Por cierto que Laodicea significa “Justicia de la Gente” – esta iglesia prefiere su propia justicia. sus propias obras y esfuerzo y no la obra consumada de Jesucristo. Esta iglesia no reconoce que Jesucristo ha quedado sin efecto, más ellos creen que no lo necesitan, pues su obediencia es su suficiencia, o quizá porque creen más en el poder milagroso de las imágenes de yeso. Algunos creen estar cumpliendo con el Dios de su religión, más no saben que las hojas de higuera no pudieron cubrir al hombre.
Algo a notar es que las exhortaciones a estas 7 iglesias no están dirigidas directamente al Pueblo, sino al Ángel – al Pastor de cada una de ellas; ellos son responsables ante Dios por todas las ovejas que se dispersan. Mi respeto y honor hacia todos aquellos que están conduciendo a sus ovejas a la Gracia de Dios, sin la mezcla de la ley.
Sin embargo, aquellos que se rehúsan a predicar del Nuevo Pacto, generalmente los mismos que se gozan en revelar la injusticia del hombre y no la Justicia de Dios en Cristo, que es lo que se revela en el Evangelio de Gracia, o aquellos que insisten en representar a Dios como un Dios de ira y de venganza, deben tener en cuenta que esta ira no va dirigida hacia las ovejas, sino a los que restringen la verdad, leámoslo aquí:
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia restringen la verdad…. Rom. 1:17-18
El antídoto:
Sé, pues, celoso y ‘arrepiéntete’ (deja que Dios transforme tu mentalidad) Yo estoy a la puerta y llamo; si alguien oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en Mi trono, como yo también vencí y me senté con Mi Padre en Su trono. Ap. 3:19-21
Shalom.