Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquél que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida. Heb. 2:14-15
Este temor a la muerte fue el resultado de la Ley. La gente vivía con temor de cometer un error, o de que en el momento en que su carne se manifestara al ser fortalecida por la Ley, ellos podían perder la vida o por lo menos caer bajo la maldición.
Este pasaje nos muestra claramente la victoria que Jesús obtuvo en la Cruz al haber nulificado el poder de este ministerio de muerte. Si todo el mundo supiera y aceptara la verdad, lejos de rendirle honra y celebración a algo tan maligno y tan doloroso como la muerte, el máximo enemigo de Dios, correrían al que la venció, Jesucristo, Su Fuerte, cautivos de la Esperanza que hay en El, pues Él nos ha anunciado que nos restituirá el doble (Zac. 9:12) .
Mas muchos ingenuos aún no se han dado cuenta de la correlación que existe entre su culto a la muerte y el aumento de destrucción, tragedias y de muerte en su sociedad y aun en su familia.
Es de preguntarnos por qué tantos líderes religiosos no solo insisten en proclamar el Ministerio de Muerte como la verdad, sino que se oponen a que se proclame la Gracia y Verdad que “vino” (ambas son una sola) por Jesucristo como el único antídoto contra los problemas que afligen a la humanidad.
Mas tú, alégrate mi amigo(a), pues nosotros hemos cruzado esta gran división. Hemos entrado a través del velo. Hemos vencido ese temor en Cristo. ¿No es algo maravilloso? Mas si tus circunstancias aún no son maravillosas, quizá te preguntes ¿de qué lado estoy?
No pierdas la fe ni el ánimo pues si estás sentado junto con Cristo, estas en el lado correcto y tus circunstancias pronto lo estarán, pues éstas se moverán hacia el que sujetó a si mismo todas las cosas; es cuestión de que Su palabra salga de tu boca, es cuestión de que con tu hisopo alinies esas cosas con lo que Su palabra dice, poniéndolas bajo tus pies y trayendo en existencia las cosas que quieras ver como Hijo de su Promesa, su Nuevo Pacto
Así será Mi palabra que sale de Mi boca,
No volverá a Mí vacía
Sin haber realizado lo que deseo,
Y logrado el propósito para el cual la envié. Isaias 55:11
Por lo mismo el día de hoy me gustaría ayudarte a afirmar tu conocimiento de la Gracia al dejarte contemplarla desde la perspectiva de otros hombres cuyos ojos, al igual que los míos han sido abiertos. Dedícale unos minutos para que solidifiques tu edificación en la Gracia de Dios y en el tema que acabamos de estudiar.