Si leíste el capítulo 1 y 3 del Evangelio de San Lucas, te diste cuenta de dos cosas, la primera: María ejemplifica a todos aquellos que aun sin tener un record de pecado, dependen en la Gracia de Dios como su rectitud y no en la suya propia; ella es el ejemplo mas hermoso que tenemos de la fe.
La segunda: el nombre de María no aparece en la cronología según el Evangelio de San Lucas (Capitulo 3), que muestra su descendencia hasta el primer hombre, pero si fue reconocida en la genealogía en el Evangelio de San Mateo, que muestra su lineaje como Rey. Esto nos dice que el hombre no ve las mismas cosas que nuestro Rey ve. Solo el Rey tiene derecho a decretar inocencia en nosotros.
Sabemos que María fue llamada por el Ángel: “Muy Favorecida” del griego “charitoō” por lo que también se traduce “Llena eres de Gracia” o “has hallado “Favor”. Gracia significa: Favor Inmerecido, pues de ser merecido ya no es Gracia, como lo acabamos de estudiar (Rom. 4:16 y 11:6). Mas en este capítulo vemos lo que la hace “sin pecado” delante de Dios: SU FE. Esta fe quedó demostrada cuando le contesto al Ángel con toda humildad:
“Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.”
Lucas 1: 38
Esta es la obediencia de la fe, pues si fuera obediencia a la Ley, ella tendría que ser apedreada, pues no era casada, razón por la cual José aun pensaba dejarla.
Además del testimonio de su fe, tenemos el testimonio de su prima Elizabeth, a quien fue a ver al día siguiente, quien al enterarse de la buena noticia exclamó, entre otras cosas, que María era bienaventurada porque tuvo fe:
“ Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.” RVA
Y María le contesta:
Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva;
El Evangelio de Lucas, el cual es uno de los libros reconocidos como “inspirado por el Espíritu Santo” nos muestra 4 cosas en tan solo estos 2 versículos:
1. María creyó y por haber creído, lo que Dios dijo se cumplió. Si ella no hubiera tenido fe, ella pudo haber dicho que no: “que va a decir la gente de mi” , “José me va a dejar’, ‘me van a apedrear”, o quizá se habría negado como muchas mujeres hoy lo hacen: “tengo el derecho a elegir sobre mi cuerpo”; mas María creyó y le fue tomado por justicia.
2. Su espíritu se regocijo en Dios su Salvador. Si ella hubiera sido sin pecado concebida, por que habría necesitado un salvador? O ¿por que dijo lo siguiente?:
3. Dios miro “su bajeza”. La palabra griega usada para “bajeza” es tapeinōsis (G5014 del Lexicón Griego) la cual era una metáfora para expresar “ humildad espiritual, que conduce a percibir y lamentar la propia pequeñez (moral) y culpa”. Sabemos que la Ley producía culpa, y María. Siendo judía vivía bajo la Ley de Moisés, y aprendimos que la Ley fue dada para mostrar el pecado en el hombre y ella lo reconoció en sus palabras, mas ella creyó en la Gracia, en el favor Inmerecido de Su Señor, por lo cual fue llamada “llena de Gracia”. Ella se humilló y fue exaltada, y todo aquel que cree con esa fe tan sencilla como la de María, estando dispuesto a reconocer “su bajeza” y a recibir la Gracia de Dios, también sera exaltado y “llenos de Gracia”.
Jesús fue el único hombre “sin pecado concebido”; por tanto, el único que podía dar toda su sangre para ser tu Salvador, cuya presencia a la diestra del Padre intercede por nosotros; Jesucristo es el único Rey de Reyes y El no comparte su gloria con ninguna imagen (Is. 42:8) y la escritura inspirada por el Espíritu Santo lo confirma. El tiene su Gloria reservada para sus Hijos solamente, para aquellos que creen en El y solo en El. Se que la religión (no Dios) le han atribuido a María los mismos atributos que sólo podemos atribuirle a Jesucristo, mas la razón por la cual Dios no hayó pecado en María, ni en las otras 4 mujeres de la genealogía, fue por la misma razón que no hallará pecado en ti – ¡por la fe en Jesucristo!.
Lo anterior no es mi opinión, ni lo que dice Joseph Prince, ni lo que dice Martín Lutero o la iglesia protestante, es lo que dice el Espíritu Santo en el Evangelio de San Lucas, y si El Espíritu Santo lo dice, Dios lo dice y por tanto, es cierto. Y si el Espíritu Santo no lo dice, como el caso de los libros no inspirados divinamente conocidos como la Apócrifa, quiere decir que Dios no lo dice.
4. Por último, María dijo “la bajeza de su sierva” no de su reina. Yo puedo asegurarte, que esta hermosa y bienaventurada adolescente, quien merece el respeto y la admiración de todos nosotros, nunca habría tomado la gloria que ella misma le dio a Dios con su fe y con su entrega, Su fe en la obediencia de su hijo la puso en alto, mas no para ser adorada. Ella nunca permitiría que se le llamara “Reina del Cielo”, pues ella como judía sabría que este era el nombre dado a “Ashera” , (Jer. 7, Jer. 44). El que no le crea a la Biblia, espero que le crea a Wikipedia. http://en.wikipedia.org/wiki/Queen_of_heaven_(antiquity)
Si María pudiera escucharte y hablarte, te invitaría a poner tu fe en Jesucristo, ella te diría: “Haz todo como El te lo diga”. En otras palabras: “Creele a El. Pon tu fe en El y solo en El”, Jesús ya no es más su hijo, pues Jesús el hombre ya murió y resucitó y ha sido glorificado como El Hijo de Dios, como Dios mismo, y aunque ella fue la madre de Jesús el hombre, no puede ser la madre de Dios, porque Dios es ETERNO, sin principio ni fin.
Shalom