Aunque caigan mil a tu lado Y diez mil a tu diestra, A ti no se acercará.
Con tus ojos mirarás Y verás la paga de los impíos. Salmo 91:7-8
¿Qué tipo de tragedia podrá hacer caer 10,000 a tu lado o diez mil a tu diestra? Fuera de una guerra, o un ataque terrorista, nos es difícil creer que nuestros ojos puedan presenciar tal destrucción. Sin embargo, millones de mexicanos lo vimos con nuestros propios ojos durante el terremoto de 1985.
Los noticieros nos traen las imágenes vivas de este tipo de catástrofes naturales de todas partes del mundo, como el Tsunami que azotó las costas del mar Indonesio el 26 de Diciembre de 2004, el cual cobró más de 200,000 vidas; o el que azotó Japón en Marzo 11, 2011, después de un terremoto de 9.0 – casi 10 veces mayor que el que tuvimos en la Ciudad de México, el cual arrancó más de 15,000 vidas. Tornados como los que acaban de azotar Oklahoma y huracanes como Katrina, o los que recientemente azotaron a México por ambas costas han cobrado también miles de víctimas a nuestro alrededor.
Es algo tremendo cuando este tipo de tragedias que este Salmo llama “la paga de los impíos” llega a tocar a los creyentes. Mas aquí leemos que “A ti no se acercará”, por lo mismo, si tú has creído en Jesucristo como tu único Señor y Salvador, tu habitas bajo su abrigo, por tanto esa debe ser tu actitud: “A mí no se acercará” y así lo debes creer y declarar.
No sabemos si aquellos creyentes que perecieron durante estas tragedias caminaban con esa actitud o con esta fe en la protección que este Salmo nos ofrece a los Hijos de Dios. No sabemos qué tipo de fe recibieron de las palabras que escucharon, o si nunca escucharon acerca de esta promesa.
En una ocasión, presencié una ministración de una persona con sida. Una mujer impartió palabra profética de sanidad para este enfermo. Inmediatamente después de su ministración, el pastor de esta iglesia añadió: “nuestro amigo va a morir de sida, más en la vida eterna, bla bla bla …”. Este pastor con sus palabra removió cualquier fe que hubiera surgido en el corazón del enfermo, quien efectivamente murió de sida tiempo después.
Algunos llamados “ministros” creen que protegen a sus ovejas de una caída fuerte si las dejan “volar muy alto”, creyendo que Dios es tan bueno. Si quieres un consejo, huye de ellos. Si escuchaste el caso de Andrea Yates, quien ahogó a sus 5 hijos para evitar que fueran al infierno cuando crecieran, ella fue grandemente impactada por las predicaciones de uno de esos ministros que rechazan el evangelio de Gracia.
La fe viene por el oir, las palabras que tu decidas creer serán vida o muerte, por lo mismo es importante que te edifiques en un lugar donde se predique la Gracia Pura del Evangelio y la vida del Nuevo Testamento bajo el Espiritu Santo, bajo Su Gracia. El Señor está levantando a nuevos pastores con esta revelación de lo que es la Gracia de Dios y con verdadero amor por sus ovejas y estas ovejas no perecerán, ni serán dispersadas.
No nos toca juzgar quienes, de todos los que han perecido durante estas catástrofes, eran impíos o no lo eran. Mas lo importante es recordar que en el Nuevo Testamento, lo que nos es contado como maldad no es el pecado necesariamente, pues el pecado ya nos fue perdonado a todos los hombres y mujeres. De hecho, el único requisito para recibir la salvación, es querer recibir este perdón. Lo que nos cuenta como maldad bajo el Nuevo Pacto, además de la incredulidad, es el estar “lleno de labores”, sin descanso, bajo nuestro propio esfuerzo y no bajo la Gracia de Dios.
Tengan cuidado, hermanos, no sea que en alguno de ustedes haya un corazón malo(ponêros) de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. Heb. 3:12
La primera definición del griego ponêros significa “lleno de labores o trabajos, irritaciones, molestias fatigas, etc”. Lee por favor Sin Inquietudes, donde expando sobre este tema y continuaremos con nuestro Salmo la próxima semana.
Shalom
