Los Capítulos 21 y 22 de Apocalipsis son la bendita esperanza de la iglesia de Cristo: La mano del Jefe de la Casa, a cargo de Su Casa – nosotros, con Él “tabernando” en medio de nosotros (Ap. 21:3). Mas espera, ésto ocurrió cuando Jesús resucitó y a nosotros junto con Él.
Lee estos capítulos por tu propia cuenta y medita en lo siguiente:
- En contraste con la Gran Ciudad Babilonia, donde todo es de diseño humano (sus vestimentas, sus herramientas, sus doctrinas, su justicia, su vanagloria, etc.), la Nueva Jerusalén es toda diseño de Dios:
- Por Su mano, esta Gran Ciudad fue edificada con exuberancia y esplendor (v.11-21) tal y como Jesús lo prometió (Juan 14:1-3)
- Esta Ciudad era nada más y nada menos que “la Novia, la Esposa del Cordero”, vestida con Gloria y Hermosura, misma que ¡emanaba del Cordero! (v. 9-11) y que alumbraba la Ciudad entera, en lugar del sol (Ap. 21:23-25 y 22:5 ).
- Aunque esta Ciudad no tendrá ninguna mano de obra humana, el Amor de Dios por sus humanos está expresado tanto en su diseño como en su belleza: vemos el nombre de las 12 tribus de Israel inscrito en cada puerta (v.12) y el nombre de los 12 apóstoles en los cimientos (v.14), los cuales estaban adornados con 12 piedras preciosas (v.19 y 20), que parecen ser las mismas que se encontraban en el pectoral del sumo sacerdote, también con los nombres de las tribus de Israel, simbolizando a la humanidad entera.
- El nombre de Israel significa “Dios Prevalece”; la frase “El amor siempre prevalecerá” debió haber surgido de aquí, pues Dios es Amor. Con esta mano de Amor, Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos; ya no habrá mas muerte, ni tristeza, ni llanto, ni dolor, pues todo lo viejo habrá pasado, Su mano lo hará todo nuevo (21: 1 y 5), y nosotros solo seremos los humildes beneficiarios:
Y añadió: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.” También me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. Ap. 21:5 y 6 ( y 22:17)
¡Aquí lo confirma! ¡Hecho está! ¡Consumado Es! Este será el despertar de la humanidad a la Revelación de Cristo en ellos, cuando todo lo que era falso se habrá caído. Continuémos:
- Esta fuente era un río resplandeciente como cristal que surgía del medio del trono de Dios, en medio de la calle de la ciudad (Ap. 22:1 y 2) y tenía a ambos lados el “Árbol de la Vida” del que nunca pudo comer el primer Adán.
- Date cuenta cómo a pesar de que Dios lo habrá hecho todo con Su mano, todo lo habrá hecho para sus hijos, y aunque Él es el que prevalece, Él nos llama “vencedores”, tan solo por haber recibido su Fe.
El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. Ap. 21:7
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Juan 5:4-5
Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos Le servirán. Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes. Ap. 22:2-4
Mas llegando al versículo 8 leemos que Los no creyentes no tendrán parte en esta ciudad (Ap. 21: 8 y 27).
¿Pues no que los no creyentes también estaban incluídos? ¿Qué sucederá con ellos? Según la interpretación tradicional, éstos serían arrojados al lago de fuego, comenzando con los cobardes y los incrédulos.
Así lo dice también el Espejo:
Los ¹impulsados por el temor y los incrédulos, aquellos que se han ²corrompido hasta la médula; los traficantes de sexo y los hechiceros, los idólatras y engañadores, su medida es el ³Lago de azufre ardiente; ésta es la Segunda Muerte. Ap. 21:8
Son cobardes porque son incrédulos, y son abominables, asesinos, inmorales, y demás, porque son incrédulos, pues la incredulidad es lo que la Escritura llama “inmoralidad”, de la cual surge toda forma de iniquidad e impureza, pues no hay manera de erradicar las obras de la carne por medio de la Ley, siendo ésta su fuerza; además de que no podemos dar los frutos del Espíritu Santo sin la revelación de Jesucristo, en donde se encuentra nuestra justicia, nuestra verdadera imagen e identidad, nuestra existencia eterna.
Sin embargo, en el capítulo anterior aprendimos que la segunda muerte sucede cuando la Muerte y el Hades son arrojados al Lago de Fuego. (Ap. 20:14). Refiérete al último blog para recordar este significado. Así mismo, aprendimos que además de éstos dos villanos, lo que es arrojado nos son las personas, sino sus percepciones, sus mentalidades de distorsión, de juicio y de una falsa identidad, junto con la raíz que los produce, que es el sistema de la Trinidad Falsificada, que nos produce una identidad falsa y distorsionada, cuando nos cobijamos bajo el mismo. Por tanto, sin este sistema impostor, la raíz de la maldad se secará lo suficiente para convertirse en combustible para el lago de fuego. Las almas serán confrontadas con la misma verdad que se negaron a escuchar o a creer y se darán cuenta de que ellos han muerto ya en el cuerpo de Jesús. Ellos tendrán la eternidad entera para purificar su mentalidad, ante la presencia del verdadero Amor y la verdadera felicidad.
La idea de la segunda muerte tiene que ver con el hecho de que la revelación de la inclusión de todas las personas en la muerte de Jesús aún no ha caído en la cuenta de algunos, por lo que se necesitará una crisis, a menudo su propia muerte, para involucrarlos inmediatamente con la limpieza simbólica [de su ignorancia e incredulidad] representada por el Lago de azufre ardiente, purificando como en un horno, separando el oro de las mentalidades de escoria. Éste es el máximo despertar al éxito de la cruz – ¡el darse cuenta de que aun la Muerte y el Hades mismos murieron en la muerte de Jesús! Es ciertamente la muerte de la Muerte).
Comentario en Ap. 20:14. Biblia de Estudio El Espejo, de Francois Du Toit
Yo dudo que alguien, por muy deliberada que sea su rebeldía y su rechazo de Jesucristo, no quedando ninguna mentira por la cual optar, decida permanecer fuera de la verdad por voluntad propia.
En mi imaginación, lo comparo con el personaje de Jason Borne, quien fue sometido al método de tortura del MK Ultra para cambiar su personalidad e influenciar sus acciones, convirtiéndolo en asesino, en la película “La identidad Borne”. Por un accidente, Jason Borne pierde la memoria, y cuando la recupera, recuerda su verdadera identidad y repudia las cosas que hizo, buscando ser libre, no sólo de los que lo persiguen, sino de sus recuerdos.
Aquel que llegue a los brazos de su creador y se de cuenta de que la verdad que se negó a escuchar (o que le negaron comunicar) es la única verdad, no entrará en la gran ciudad con su vieja identidad falsa, pues habrá recordado su origen. En ella no habrá memoria de este mundo, ni de la acusación que lo separó de Dios, ni de las mentiras que creyó y que le robaron su identidad. Todo ésto estará consumiendose en el lago de Fuego.
Jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino sólo aquéllos cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Ap.21:27
Podrás pensar: “pero acaso esta mujer no ha leído Ap. 22:15”
Afuera están los perros, los hechiceros, los inmorales, los asesinos, los idólatras, y todo el que ama y practica la mentira. Ap. 22:15
aun en el Espejo dice lo mismo:
[¡En total contraste con esta dicha, están los más sedientos!] Los que aman y viven las mentiras están fuera de las puertas de la ciudad como perros callejeros. Los hechiceros y sus brujerías, vendiendo sus cuerpos en la prostitución; asesinos, consumidos por el negocio de la idolatría. Ap. 22:15, El Espejo
Sin embargo, dos versículos más adelante, leemos que el Espíritu y la Novia les dicen: ¡VEN! (v. 21:17). Esto nos revela dos cosas,
- Ellos estaban fuera de la ciudad, ¡mas no estaban quemándose en el lago de Fuego!
- La Gran Ciudad era también para ellos.
Quizá no entraban porque eran cobardes e incrédulos. No creían que ellos también estaban incluídos y tenían miedo de la condenación que siempre escucharon en su religión. No se sentían dignos, su imagen estaba distorsionada, sus obras así lo eran; por lo mismo, no se identificaban con Cristo ni con los que viven en la ciudad. Mas estas creencias falsas y sus efectos estarán quemándose en el lago de fuego.
No olvides que la Revelación de Jesucristo nos revela algo que ya fue consumado. La Ciudad de medida cúbica perfecta ya está habitada por todos aquellos que hemos descubierto la verdad revelada en Cristo, comunidada en el verdadero evangelio. No es algo futuro, es algo para comenzar a disfrutarse el día de hoy. ¿Para que esperar a morirnos en el Hades ( que significa: ‘no ver’)?
De hecho, en Ap. 22:10, el ángel, le pide a Juan que no debía “sellar”, esto es, ocultar las palabras de esta profecía, pues ¡todo sucedería en tiempo inminente!; La versión El Espejo dice: “ ¡Me dijo que no sellara esta conversación en un lenguaje profético futurista, puesto que su tiempo ha llegado!”
Asimismo, el Angel le dice a Juan por segunda vez que no lo adorara a él sino a Dios (Ap. 22:8 y 9), y por último, le dice que no se preocupe por lo que los incrédulos crean o hagan, lo que importa es que él reciba el mensaje (parafraseando Ap. 22:11 y 12). Eso te dice el Espíritu a ti, mi amado(a) lector(a).
No intento cambiar las palabras del ángel, pues se que existe una exhortación de no alterar ninguna de las palabras de esta profecía. Sin embargo, con dolor te comunico que esta misma exhortación no forma parte de los textos originales, por lo que muchos comentaristas las consideran fuera de sintonía con el resto del libro; por tanto, si verdaderamente hay peligro en agregar algo al texto de esta profecía, el que agregó estas palabras no tuvo miedo de su propia exhortación.
Recordemos que Jesucristo es el Espíritu de la Profecía. Al respecto, leamos esta otra exhortación:
Jesús es el lenguaje de Dios y Su mensaje a la humanidad. Él es el contexto de la Escritura. Añadir algo a su obra consumada en revelar y redimir la imagen de Dios en forma humana, o quitar algo de lo que Dios nos habló en Él, es apartarse de la esencia del Evangelio. Francois Du Toit.
“Por tanto, Yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.” Ap. 22:7
“Por tanto, Yo vengo pronto, y Mi recompensa está conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra (del cordero). Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin.”
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. …. El Espíritu y la esposa dicen: “Ven.” Y el que oye, diga: “Ven.” “Sí, vengo pronto.” Amén. Ven, Señor Jesús. Ap. 22:12-14,17 y 20
La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. Ap. 22:21
Por último, en contexto con Isaías 11, leamos lo siguiente de la Septuaginta:
11:3, Y Él llevará la maravilla del SEÑOR con gozo. No juzgará según los estándares humanos, según lo que sus ojos vean, ni decidirá por lo que sus oídos escuchen. Is. 11:4 sino que juzgará, al humilde, juicio; y argüirá a los humildes de la tierra; y percutirá la tierra con la palabra de su boca; y, en el aliento a través de los labios, arrebatará al impío; (lo levantará).
Gracia y Paz en Abundancia.
Rev. Jul. 2020
