Caminando en Su Luz

Hijos de Luz

Hoy llegamos al secreto para vivir como Hijos de Luz,  más para ti ya no debe ser secreto mi amigo(a),  pues tú has estado aprendiendo este secreto a este sitio  y el secreto para vivir como Hijos de Luz y comprobar lo que es agradable al Señor está en “dar fruto”  como lo leemos arriba. Este versículo comprueba lo que he estado hablando desde el inicio de esta publicación,  de que no es modificación del comportamiento  a fuerza de voluntad, sino transformación interna por su Espíritu. (2 Cor. 3:18), la cual tarde o temprano se manifiesta como “fruto”.

Por lo mismo podría pasarme otra semana hablándote de cómo ser Luz,  mas prefiero animarte a que sigas contemplando a Cristo en su escritura y si aún no lo has hecho, a que tomes la decisión de aceptar tu identidad como Hijo Amado y Santo, para que su Espíritu fluya con poder a través de ti y al ser transformado des  mucho fruto como Hijo de Luz.

De hecho,  si buscas Efesios 5:9 en otras versiones como la Latinoamericana, o la Nueva Traducción Viviente, veras que no dice “Fruto del Espíritu”, sino “Fruto de La Luz”,  lo cual nos interpreta una vez más el significado de La Luz como un sinónimo del Espíritu Santo, quien nos dará luz para distinguir lo que agrada a Dios.

Pablo no nos  dice “No seas Hijo de Obscuridad”  pues ya nunca podremos serlo;  ya hemos sido trasladados de la obscuridad a su Luz admirable (1 Pedro 2:9), ya no hallaríamos nuestra existencia ni nuestra realización en la obscuridad,  más nos da una guía de cómo debe andar el “Hijo de la Luz”, en contraste a los  “hijos de obscuridad”,  quienes hacen cosas, algunas demasiado vergonzosas para poder mencionarlas, porque están aún muertos en sus pecados, por lo mismo les dice:  “Despiértate tú que duermes,  levántate de los muertos,  y Cristo te dará luz”  Ef. 5:14. Esto ya no te lo dice a ti,  Hijo de Luz, pues tu ya recibiste la vida eterna.

Sería difícil no andar como necio, o como ciego,  si no hemos sido iluminados por su Luz.  El andar como sabio viene del Espíritu Santo, pues de El viene la Sabiduría. Si no recibimos sabiduría de su Espíritu solo recibiremos información y  Dios no nos da su Palabra solamente para que seamos religiosos bien informados, sino para que seamos

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transformados a su imagen a través de la revelación diaria de su Palabra, pues al ser iluminado nuestro espíritu por su Santo Espíritu, comienza el proceso de iluminar y restaurar nuestra alma, hasta que deja de estar entenebrecida,  proceso que se lleva tiempo, más tú decides si lo aceleras o lo retrasas.
Nuestra alma: mente, pensamientos, sentimientos,  emociones y voluntad, han sido afectados por nuestro viejo caminar y ahora nuestra mente  tiene que ser renovada para que  nuevos pensamientos, sentimientos y emociones surjan  y para que nuestra voluntad sea una sola con la de Él.

Es ahora el trabajo del Espíritu Santo el hablarle a tu alma por medio de su Palabra y por medio de tu propia boca, como lo hacía el Rey David, (Salmo 103) para que tu alma lo escuche y pueda experimentar esa luz, produciendo un efecto vivificador aun en tu cuerpo mortal  (Rom. 8:11) y entre más te fortaleces en su Palabra de Gracia, el efecto llega a ser aun rejuvenecedor.

Es Su Espíritu el que nos da “El Querer, así como el Hacer” (Fil. 2:13);  el que escribe Sus Leyes en nuestro corazón (Heb. 8:10)  Por lo mismo mi invitación será siempre que vengas a Él,  que te llenes de  Él, como Pablo exhorta a los Efesios a ser llenos de Su Espíritu en lugar de ser llenos de vino. (Ef. 5:18). Mucha gente pone el énfasis en el  “No beberás”  más se les olvida la segunda parte – Ser llenos del Espíritu Santo.   Si tú te encargas de la parte que todos olvidan,  Su Espíritu se encargará de hacer en ti la parte que todos tratan y tratan y tratan, y seguirán tratando.

Si Pablo usa el ser lleno del Espíritu Santo como un substituto de ser lleno de vino, es porque el efecto del Espíritu Santo es superior y permanente.  El que busca llenarse de vino o de cualquier cosa externa  busca  ahogar su pena, olvidar sus problemas, e inseguridades, relajarse del estres, escapar de su realidad, todo lo cual se va cuando el Espíritu Santo nos llena; contrariamente al efecto del vino, de las drogas o aun de la comida, el gozo y completitud que el Espíritu de Dios produce son reales y duraderos. Aun cuando problemas y aflicciones se presentan, ahora tenemos quien se encargue de ellos.  Ya no hay necesidad de buscar alegría o satisfacción ficticia que al irse solo deja culpa y mayor dolor.

Así mismo es en esta llenura como podemos ejecutar lo instruido en Efesios 5:19 y 20

Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben alJoseph Prince en Cesarea Señor con el corazón,  y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Esta es nuestra alabanza y adoración, cuando derramamos nuestro corazón delante de El con toda nuestra gratitud y agradecimiento.  Los cantos muertos de los muertos no tocarán su corazón.   Recuerda que Dios busca adoradores “vivos”, en Espíritu y Verdad. (Juan 4:24)

Shalom