En nuestro tiempo, al menos en el hemisferio occidental, tenemos la libertad de creer en lo que se nos ocurra, mientras que en muchos países del oriente ellos solo pueden creer en lo que sus padres creen o lo que su gobierno les obliga a creer; sin embargo, la salvación no opera por la fe en lo que queramos creer o en lo que nos obliguen a creer, sino solo por la fe en lo que El Espíritu Santo nos ha hablado y continua hablando acerca de Jesús y de su Evangelio; será así como tu fe surgirá sin esfuerzo al escuchar esta Verdad, esto es: lo que la Palabra de Gracia habla de Jesucristo y de la Cruz.
Es por ello que la Gracia fue atacada durante el tiempo de la iglesia primitiva y es por ello que está siendo nuevamente atacada el día de hoy. De la misma manera en que Jesús no quiere que nadie perezca, sino que todos vengamos al arrepentimiento (2 Pedro 3:9) – esto es: que todos creamos en Él y así podamos experimentar Su Vida Eterna, de la misma manera su enemigo no quiere que nadie sea salvo, sino que todos perezcan y para ello utiliza la religión, pues bajo la religión, o sea, bajo la Ley, bajo todo tipo de reglamentos o ordenanzas que requieran tu esfuerzo, no solo el pecado se apodera de nosotros sino también la maldición, la destrucción y por consiguiente la muerte (1 Cor. 15:56)
Judas 3 nos exhorta a contender por la fe, “a luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos”. En aquel tiempo la fe solo era una, creer el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo y en lo que Él consumo en la Cruz. Esta es la fe de la Biblia.
En el ver. 4 leemos lo siguiente:
pues por medio de engaños se han infiltrado entre ustedes algunos malvados. Éstos, que desde antes habían sido destinados a la condenación, CONVIERTEN la gracia de nuestro Dios en libertinaje y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor. Versión RVC
Este verso es frecuentemente usado para atacar el Evangelio de Gracia, más si lo lees en contexto de toda la Epístola, descubrirás que su propósito es el contrario: mantener al creyente bajo la Gracia, como lo explicaré a continuación:
La palabra griega ἀσέλγεια aselgeia, traducida en esta versión como “libertinaje”, ha sido traducida en muchas otras versiones como: lascivia, lujuria, codicia, anarquía, inmoralidad incontrolable, desenfreno, sensualidad, indulgencia sexual, liberalidad, perversión, promiscuidad, etc.
Sin embargo, la clave de este verso se encuentra en la palabra “convierten” que es “μετατίθημι metatithēmi” y cuyo significado no es realmente “transformar”, sino “transponer” – poner una cosa en lugar de la otra. Quiere decir que estos malvados no usaron el Evangelio de Gracia, sino que lo reemplazaron con otro evangelio y por lo mismo surgió esta “aselgeia”.
Ahora, ¿recuerdas que es lo que produce la “aselgeia”? (clave: Gal. 5:14-22)
¡Exacto! ¡La Ley! Judas no lo especifica literalmente en su epístola, más el contexto de la misma así lo demuestra. Tú podrás leerla a solas con Cristo, para que le preguntes si te estoy mintiendo. En la misma, Judas (no el Iscariote) nos dice por qué: porque “niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo”.
¿Cómo se niega a nuestro Señor Jesucristo? Tanto Judas el Iscariote como Pedro lo traicionaron, mas solo Pedro aceptó que Jesús llevara su muerte y sus pecados en su muerte. Judas Iscariote ofreció su propia muerte. Los que pidieron que lo crucificaran también negaron a su Mesías, al igual que todos aquellos que lo desacreditaron, y negaron su resurrección, muchos de ellos infiltrados entre los creyentes para traerlos de nuevo bajo la Ley, menospreciando su sacrificio.
De los primeros Jesús dijo “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, mas para estos últimos ya no queda mas sacrificio por el perdón de sus pecados (Heb. 10:26). Estos eran los malvados a los que se refiere Judas (v.3), es esta la manera mas común de negar a Jesús : Enseñando la Ley, como si Jesús nunca hubiera muerto en la Cruz. En otras palabras, haciendo creer a la gente que la salvación es por algo que deben hacer o dejar de hacer, y no exclusivamente por creer en lo que Jesús ya consumó.
Estos “malvados” no creían en la Gracia, por tanto enseñaron otro evangelio en su lugar.
“Estos son murmuradores, criticones, que andan tras sus propias pasiones. (pues andan bajo la Ley) Hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio.(v.16)… Son individuos mundanos que no tienen el Espíritu.(v.19)
Te das cuenta amado(a) ¡NO TIENEN EL ESPIRITU! Esta gente no ha creído, por tanto no han nacido a la verdad del Evangelio que declara que toda la humanidad ha sido muerta y levantada en Jesucristo, por consiguiente, la Luz de Cristo no les ha resplandecido y siguen en la tumba, como zombis que huelen a muerte, y sus obras también “apestan”. ¿Más cuál es el remedio que Judas les da? ¿Sigan la Ley? ¿No escuchen a los de la Gracia?
En mi siguiente blog conocerás la Verdad y la Verdad te hará libre.
Shalom