El Capítulo 16 de Apocalipsis concluye así:
El séptimo ángel derramó su copa en el aire. Una gran voz salió del templo, del trono, que decía: “Hecho está.” Y hubo relámpagos, voces (ruidos), y truenos. Hubo un gran terremoto tal como no lo había habido desde que el hombre está sobre la tierra; fue tan grande y poderoso el terremoto. La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle la copa del vino del furor de Su ira. Entonces toda isla huyó y los montes no fueron hallados. Enormes granizos, como de 45 kilos cada uno, cayeron sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esa plaga fue sumamente grande.
Este es el crescendo de la orquesta del Capítulo 16 del Apocalipsis, el cual culmina con el toque final de los platillos: “HECHO ESTA”; un terremoto tan grande y poderoso “como no lo había habido desde que el hombre está en la tierra”, que divide Jerusalén en 3 partes y que remueve toda isla y toda montaña; ¡que cosa tan tremenda será caer en manos de un Dios vivo! (Heb. 10:31), para aquellos que creen que Dios está muerto.
Sin embargo, estos eventos son similares a los que suceden durante el 6º Sello (Ap. 6:12-17):
1.- y hubo un gran terremoto (evento geológico o quizás ideológico).
2.- y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, (evento cósmico o quizás mental)
3.- y toda la luna se volvió como sangre, (evento cósmico o quizás espiritual)
4.- y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento (Evento cósmico o tal vez emocional),
5.- El cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, (evento cósmico o quizás intelectual)
6.- y todo monte e isla fueron removidos de su lugar. (Evento geológico o tal vez todo lo anterior,
7 .- Los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, y decían a los montes y a las peñas: “Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia de Aquél que está sentado en el trono y de la ira del Cordero. Porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse (mantenerse en pie)?”
Te preguntarás: ¿En dónde está la Gracia de Dios en todo ésto?
La Buena Noticia es que cuando estudiamos los sellos, que eran las maldicions que sellaban a la humanidad, aprendimos que éstos fueron removidos de la vida de los creyentes al haber recibido el sello de Dios – el Espíritu Santo, cuando creimos el Evangelio. De hecho, la humanidad entera fue redimida de tal sello – la maldición de la Ley; tristemente, sin la revelación de Jesucristo, algunos permaneceran engañados por la ‘ophis, por su misma incredulidad o ignorancia del verdadero Evangelio.
También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar: “No hagan daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios.” Ap. 7:1-3
Estos ángeles no serían soltados hasta un momento específico durante la sexta trompeta.
Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes, y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad. Rev. 9:15
Como aprendimos recientemente, la tercera parte simboliza una porción de un entero, como lo es Jesús, representante de la trinidad y representante de la humanidad, hecha una con Dios en Cristo, por tanto, esto ya es un hecho consumado.
Ciertamente, cuando la humanidad despierte a la verdad de su unión inseparable con Dios y su inclusión en Cristo, por Su Gracia, será como un terremoto de la mas alta intensidad que azote el mundo místico, religioso y espiritual, haciendo caer sus argumentos, sus ídolos y sus altares; en ese momento muchos sentirán que el sol – su mente obstinada de hechura propia, se les ha oscurecido como el cilicio, mismo que representaba ‘luto’, pues estarán contemplando su propia muerte en el cuerpo de Cristo; parecerá como si la luna se hubiera vuelto sangre, al darse cuenta del Pacto de Sangre que los ha hecho nacer al brillo de una Nueva Vida; en ese momento las aguas de las que se saciaban darán testimonio del poder de la sangre del Nuevo Pacto, y toda fuente natural de saciedad se secará; parecerá como si las estrellas que albergan nuestros sueños se han caído, todo aquello basado en la carne y en una falsa identidad; de hecho, los frutos de la higuera representan las obras de la carne fortalecidas por la Ley del esfuerzo y el desempeño (Gál. 5:29); y el cielo inalcanzable de repente dejará de serlo, cuando las montañas (representando las mentalidades opuestas a la mente de Cristo, las cuales rigen al mundo entero – potestades y principados de autoridad en lo terrenal), no puedan sostenerse mas en pie, y las islas no puedan ser mas encontradas… ésto me preocupaba, pues yo vivo en una isla rodeada de montañas, mas ésto es también Buena Noticia:
¡No hubo lugar en el planeta donde poder esconderse de la conclusión de máximo alcance de la obra de Dios, consumada en Cristo!; ni las islas remotas, ni siquiera una montaña permaneció en su lugar. Las islas representan el aislamiento religioso, político o social de los pueblos; las montañas representan las estructuras sociales de influencia). Rev. 16:20, Biblia de Estudio El Espejo.
Ciertamente, bajo el evangelio que nos fue heredado por el calvinismo, y bajo el dios que la religión retrata, la mayoría temíamos el juicio final y el fin del mundo. Ciertamente, mi ‘conversión’ al cristianismo protestante, a la edad de 19 años no hubiera sucedido si no hubiera yo temido todo lo que el libro del Apocalipsis anunciaba, como es el caso también de muchos cristianos que conozco.
Inclusive, muchos pastores han convertido la mala noticia del juicio, la venganza, el castigo y la tragedia en todo un ministerio bastante lucrativo, asociando cada evento trágico y cada maldad que existe sobre la faz de la tierra con ‘la ira de Dios’, lo cual han dejado plasmado aun en libros. Yo misma anuncié en este mismo blog que hoy corrijo, la aparición de las lunas rojas de 2015-16, y aun la caída de un asteroide, asociándolo todo con este día tan temible; por la Gracia de Dios, no logré escribirlo en un libro, pues era todo parte de la percepción de un mente de juicio.
Muchos otros han tomado como ministerio propio aun reproducir “las plagas” del libro del Apocalipsis, incluso en el nombre de su dios, contaminando las aguas, alterando el clima, provocando terremotos y aun guerras, y creando armas cada vez mas poderosas para destruir, incluso todo tipo de virus, y aun vacunas como armas biológicas contra la humanidad que ellos subestiman y ven como seres inferiores y poco valiosos, a quienes Jesús ya ha redimido, por tanto, aun si lograran destruirnos a todos, en el capítulo 6 leímos que ellos mismos estarán escondidos y temblando de su propia auto-destrucción. Curiosamente, estos eventos no marcaban el fin del mundo, sino solo el principio de su propio final.
Mas Apocalipsis en el Griego no significa destrucción, sino ¡Revelación! – esta revelación es la de Jesucristo y de lo que le sucedió a la humanidad en la Cruz.
“…Los reyes cerrarán la boca delante de él, porque verán lo que nunca les había sido contado, y comprenderán lo que nunca habían oído”.“. Is. 52:15, RVA-2015
Francois, Du Toit, autor del Espejo de la palabra, en su próximo libro: La Revelación Revelada, escribe lo siguiente:
En cada una de estas plagas se nos presenta una gráfica imagen simbólica del alcance de los sufrimientos del Cordero, herido por las plagas de la humanidad..
Estas plagas que aparentemente afectarán la tierra , todas las aguas, y aun el sol mismo, y que representan la vida terrenal de la humanidad y su habitat natural, sostenido por los elementos de la tierra, están descritas en Isaías 53. Ciertamente, Él fue herido por nuestras transgresiones y molido por nuestros pecados (53:5)… (la plaga de las llagas), mas lo consideramos castigado o afligido por Dios (53:4), por causa de esa sed de sangre que la ira que produce la ley en nosotros, demandaba – las aguas convertidas en sangre… porque todos nos habíamos vuelto contra Él, nos habíamos descarriado (53:6)- la plaga de la obscuridad… mas Él fue el oprimido y afligido, (la plaga del granizo). Mas al llegar al vers. 53:10 vemos que Dios ‘quiso quebrantarlo y herirlo’, aun cuando el hebreo para lo que se tradujo como quebrantar es de significado incierto, según la nueva versión revisada Estándar en Inglés. Sin embargo, palabra plaga, el griego ‘plege’, quiere decir ¡herida! según la Septuaquinta, escrita por 70 escolares hebreos y griegos 200 años antes de Cristo, y 1000 años antes de que el Viejo Testamento se tradujera de los textos hebreos Masoréticos, que lo tradujo como: “!El Señor quiere limpiar sus heridas!
¡Por sus llagas fuimos TODOS sanados!
Aparentemente, necesitaremos esperar a que la humanidad entera reciba esta revelación, cuando sus líderes religiosos se los permitan. Mas te preguntarás: ¿Por qué Jesús no se revela ante éstos líderes? ¿Por qué los deja que sigan acumulando riquezas de trasquilar a sus propias ovejas, sin que quieran libertarlas para que éstas sanen y descansen y se encuentren a si mismas sin que nada les falte?
Mi respuesta sería, porque ellos se deben a la incredulidad de la gente; ellos no existirían si no hubiera ovejas que buscan alimentarse del alimento que ellos suplen. De hecho, si tu le dices a alguna de estos incrédulos la verdad, antes de creerte a ti o al Espíritu Santo, iran a consultar a “Quora” o a “Yahoo Preguntas” o a su mismo líder, aunque este pudiera ser un lobo disfrazado de ministro de rectitud.
Jesús dijo que el fin del mundo sería como en los días de Noé. ¿A que se refería?
Recordarás a un hombre que vivió casi 1000 años: Matusalén, cuyo nombre proviene de la raíz antigua “mä·thah’ē” que significa: “extender el tiempo”, implicando la pregunta: “¿hasta cuando?”, “¿cuánto mas?”, como esperando que cuando Matusalén muriera, el final vendría. Su padre Enoc caminó con Dios y se lo llevó Dios. El nombre Enoc significa “dedicado”, y no es sorprendente que sabiendo que al morir su hijo el final vendría, se dedicara a caminar con Dios; cada que algo le dolía a Matusalén, seguramente su papá cerraba los ojos y gritaba ¡Dios Mio!
Mas Matusalén vivió 969 años. El era de 187 años cuando tuvo a Lamec, y Lamec tenía 183 años cuando engendró a Noe; quiere decir que el abuelo de Noe, Matusalén, tendría 370 años cuando Noe nació (Gen. 5:21-30) Noe tenía 600 años cuando entró al arca, cuando el diluvio comenzó (Gen. 7:6), lo cual indica que su abuelo acababa de morir. (370 + 600 = 970). Efectivamente, cuando él murió, el final llegó y Dios en su infinita misericordia extendió su tiempo lo mas que Matusalén aguantó. Matusalén no pudo tener revelación de la verdad, mas nosotros somos herederos de lo que Matusalén no pudo ver, aunque hay quienes desechan la verdad y prefieren su propia mentira.
La Gracia de Dios continuará ahí, esperando el momento en que las personas estén listas para abrir los ojos, mientras tanto, la creación seguirá gimiendo con dolores de parto (Rom. 8:22); y si los días no fueran acortados, nadie sería salvo (Mat. 24: 22).
No permitas que el temor a un dios que solo existe en la imaginación de la mentalidad caída, te ponga bajo la escopeta, como la linterna del cazador pondría a un conejito. Aquellos que solo infunden miedo al pueblo de Dios para vender sus libros, con rumores de un juicio que ya ocurrió, no han conocido el Perfecto Amor de Dios y le están ayudando al diablo, quien necesita a las personas bajo el temor, la acusación y la culpa, para poder devorarlos.
Más si tú ya has creído este Evangelio, el Evangelio de Pablo (no sus falsas imitaciones), las noticias de este libro, lejos de atemorizarte, te harán regocijarte grandemente, pues Jesús dijo:
“Cuando estas cosas empiecen a suceder, levántense y alcen la cabeza, porque se acerca su redención.” Luc. 21:28
Ellos están por darse cuenta que esta redención ya es un hecho consumado. Solamente estando conscientes de Su Perfecto Amor, podremos tener la verdadera Paz, el verdadero descanso y el verdadero gozo de nuestra salvación. Esa es Su Gracia del Capítulo 16, en la cual la iglesia, es decir, aquel que conoce que ha sido apellidado y sellado con el nombre de Su Padre, permanece refugiado y en perfecta paz. Y tú, amado(a) incrédulo(a), no esperes Los “Ayes” para poder creer. Como lo dice aquella vieja cumbia: Oye, abre los ojos, mira hacia dentro y disfruta las cosas bellas que tiene Dios para aquellos que han descubierto su inclusión en Él.
Está escrito: ¨”Lo que ha sido oculto por los siglos en un campo inaccesible a los sentidos; lo que ningún ojo humano pudo vislumbrar, ni sus oidos pudieron siquiera escuchar murmullo alguno, ni la mente inquisitiva pudo decifrar el código de ese misterio el cual Dios ya ha logrado plenamente y 1preparado, como una carretera real, 2impresa en el corazón de sus amantes!” 1 Cor. 2:9, El Espejo de la Palabra.
1hetoimatzo – de la costumbre oriental de enviar gente por adelantado para nivelar los caminos y hacerlos transitables antes del viaje de un rey.
2 el hebreo ghaka significa – carvar una imagen; mostrar mediante un dibujo o descripción, perforar, tradicionalmente también traducido como “esperar en el Señor”… Pablo escribe en el griego y muy probablemente usa de la Septuaquinta dla frase “para aquellos que le aman”, tomada de la palabra en la , ‘eleos’ – compasión tierna. De lo anterior, éste es un lugar donde los pensamientos carvan una impresión; Un lugar no accesible al sospechoso escrutinio de un enfoque de culpa, académico o religioso, basado en el rendimiento.
Aquellos que lleven la imagen de su padre carvada en la suya, esperarán en el Señor y tendrán acceso a este misterio de Amor.
Paz y Gracia en Abundancia
Rev. Feb. 2020