Despierta Israel

Levantando a la Hija de Jairo

Levantando a la Hija de Jairo

Entonces ¿qué? Aquello que Israel busca no lo ha alcanzado, pero los que fueron escogidos lo alcanzaron y los demás fueron endurecidos; 

Tal como está escrito: “Dios les dio un espíritu embotado, ojos con que no ven y oídos con que no oyen, hasta el día de hoy. “

Y David dice:  “Su banquete se convierta en lazo y en trampa, y en piedra de tropiezo y en retribución para ellos.

 Oscurézcanse sus ojos para que no puedan ver, y dobla sus espaldas para siempre” 

Rom 11:7-10

¿Qué era lo que Israel buscaba que los escogidos alcanzaron? La Vida que le fue usurpada a Adán, la vida de Dios, la cual solo podía obtener al recibir  de nuevo su Espíritu por la fe en Jesucristo; ¡su libertad! No una libertad política, sino libertad de las garras del pecado y de la muerte que la Ley trajo sobre ellos; vindicación, restauración, ¡salvación! Todo eso Jesús tenía para ellos, desde el principio. A los suyos vino y los suyos no le recibieron (Jn. 1:11)

Tristemente, Israel ha tardado mucho en entender lo que significa “Por Gracia” y no por obras”. Ellos, habiendo sido herederos de la Ley, aun no les ha sido revelada la palabra escrita específicamente para ellos en Hebreos 8:7-13, la cual dice que Dios halló defecto en aquella Ley, (Heb. 8:7) y en Hebreos 10: 1-8 nos dice por qué, porque las sombras no podían hacerlos perfectos, ni podían quitar la consciencia de pecado que la Ley creó, fue por ello que

El quita lo primero para establecer lo segundo. Por esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida una vez para siempre. Heb. 10:9-10

Alguien me preguntó: Pero si halló defecto en la Ley, ¿para que la dio, si la iba a quitar?   La respuesta corta es esta:  Dios sacó a la gente de Egipto,  porque quería sacar a Egipto de su corazón,   todo esa labor, su fatiga,  su esclavitud,  su esfuerzo, sus límites,  mas ellos se identificaron más con Egipto, que con la Gracia sobrenatural de Dios que los quería llevar a su destino sobre alas de águila, a una tierra con viñas que no tuvieron que plantar, con casas que no tuvieron que construir; más a ellos les gustaba el reto, por tanto  Dios les dio la Ley para que se convencieran por qué necesitaba ser por Gracia.

Claramente la palabra nos muestra que el resultado del endurecimiento de corazón de los judíos, es el de que la Gracia de Dios sea magnificada y Él , conociendo el final desde el principio, sabe que ellos finalmente la recibirán cuando vean quien era aquel a quien crucificaron. Mientras tanto, ellos vivirán en su jactancia y aun así Dios les hará bien porque Él es Dios y no hombre:

 ¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré Yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de Mí, Se enciende toda Mi compasión. No ejecutaré el furor de Mi ira; No volveré a destruir a Efraín. Porque Yo soy Dios y no hombre, el Santo en medio de ti, Y no vendré con furor.  En pos del Señor caminarán, El rugirá como un león; Ciertamente El rugirá, Y Sus hijos vendrán temblando desde el occidente.  De Egipto vendrán temblando como aves, Y de la tierra de Asiria como palomas, Y Yo los estableceré en sus casas, declara el Señor. Osea 11:8-11

Aunque esta promesa podemos aplicarla para todos los cristianos que se han ido de Dios, claramente nos damos cuenta que era a Israel a quien le estaba hablando.

Muchos de ellos ya comienzan a abrir sus ojos, y muchos otros han creído y recibido su Gracia, mas no abiertamente por temor a ser desechados de su familia, o  perseguidos por sus líderes religiosos, mas también existen aquellos que se levantan con gran valor, sabiendo quién es el que los respalda.

Hasta que sus líderes religiosos lo crean,  no dejarán que las ovejas vean, y ésto los privará de su redención. Sin embargo, este espíritu embotado no solo se encuentra en los judíos, sino en todos aquellos que rechazan a Jesucristo, y especialmente en aquellos que aborrecen a Israel;  es este mismo espíritu el que  ha estado tratando de impedir la redención de los Hijos de la Promesa desde el tiempo en que Ismael acosaba a Isaac como un cazador, así como a través de Faraón en Egipto, a través de Herodes, de Hitler, y a través de muchos otros anti-cristos, porque él sabe que cuando los judíos finalmente abran sus ojos y crean en Jesús, su Mesías regresará por segunda vez con sus santos a restaurar su reino en la Tierra, y el reino de este espíritu inmundo terminará para siempre. Tristemente se llevara a todos aquellos que se unieron a él, al creerle sus mentiras.

Shalom