Llegamos al momento controversial del que el mundo entero se pregunta cuando sufrimos alguna calamidad o sabemos de ella. ¿Dios castiga, o no castiga? ¿Qué dice la Biblia?
Para saberlo nos basaremos no solo en la palabra del Nuevo Testamento, sino también del Viejo, aunque siempre debemos de recordar que el Viejo Testamento estuvo lleno de castigo por causa de la Ley, ya que la Ley bendecía solo si se seguía en su totalidad, más al romperse en uno solo de sus puntos, maldecía. (Deut.28). Tampoco debemos olvidar que durante el Viejo Pacto, el hombre llevaba la consciencia que le produjo el viejo árbol, una consciencia de juicio y castigo y una perspectiva ‘torcida’ acerca de Dios como un faraón castigador y no como a un Padre amoroso, que nunca dejó de ser, aun durante el tiempo en que la serpiente tuvo bajo su dominio al hombre, el cual ejercía precisamente a través de la Ley, que a la vez se reforzaba a través de su mala consciencia. ¿No es un alivio saber que ya no estamos bajo la Ley?
Aclaremos primero algunas confusiones acerca del castigo durante el Antiguo Testamento, basando esta vez en el Diccionario Hebreo Caldeo de Gesenio (Eugenio).
La palabra hebrea Avon,(Strongs H5771) traducida frecuentemente como “castigo” en nuestras biblias, en este diccionario Hebreo Caldeo se traduce como “iniquidad”, “perversidad”, una maldad tan atroz que era castigable por los jueces del Viejo Pacto, hasta nuestros tiempos, por lo que también se usa para describir “consecuencia de la iniquidad”; de igual manera que , “la paga del pecado es muerte” debió traducirse como “el sueldo” del pecado, es decir, que la paga la da el pecado y no Dios, y la consecuencia de la iniquidad es un castigo en si mismo, y no enviado por Dios. El mismo Caín así lo dijo: “Es demasiado “Avon”, para poder tolerarlo” (Gen. 4:13). La traducción literal de esta palabra es “demasiada iniquidad”, o “demasiada consecuencia por mi iniquidad”. La misma palabra es usada en Gen. 19:15, cuando los ángeles apremiaban a Lot a sacar a su mujer y sus hijas de ahí, para que no fueran destruidos “en la iniquidad de la ciudad.” Más su mujer no quiso dejar su “Avon” atrás (obviamente, no sus cosméticos) y la consecuencia la convirtió en sal, la cual por cierto es soluble en “agua”.
Nuestra Biblia tradujo esta palabra como castigo, más realmente el castigo consistía en su misma iniquidad que los hacía rechazar la presencia de Dios, la cual al estar ausente no podía protegerlos de las consecuencias de su maldad.
Asímismo, Avon viene de otra palabra “Avah”, (Strongs H5753) que este mismo diccionario traduce como “doblar, torcer, distorsionar, pervertir, degenerar”. La iniquidad, por consiguiente, es la distorsión del hombre de su diseño original, a lo que se convierte cuando desea vivir con y de su maldad. Esta distorsión fue la consecuencia de creer en el viejo árbol, que era un árbol de juicio…. Mas la balanza De Dios no se equilibra poniendo mal de un lado y bien de otro. El tenía un sistema mejor para ponernos en “equidad” con El.
Mas continuemos conociendo la verdad que nos hace libres y para aclarar este asunto aun mas, veamos esta otra cita del Viejo Testamento:
Y sucederá en aquel día, Que el Señor castigará al ejército celestial en las alturas, y a los reyes de la tierra en la tierra.
Isaías 24:21
La palabra hebrea original traducida como “celestial” no es “shamayim”, que significa “celestial”, sino que es “marowmy” y su traducción literal es ‘Alturas’, lugares, gentes o actitudes elevadas ; orgullo, arrogancia, etc., y no necesariamente se refiere al ejército celestial de Ángeles que le sirve a Dios, sino a los ángeles caídos, y a todos aquellos cuya mentalidad esta bajo su dominio.
Sería ridículo si Dios después de haber enviado a Su Hijo para cargar con nuestra iniquidad y sus consecuencias, demandara lo mismo de sus ejércitos celestiales, mucho menos de la humanidad a la que hizo una nueva Criatura en si mismo (Ef. 2:15).
Permíteme mostrarte esta misma escritura de la traducción “Young”, que es una traducción literal del Hebreo al inglés.
Y aconteció que en aquel día, Jehová puso un cargo sobre el ejército del lugar alto en el lugar alto, y sobre los reyes de la tierra sobre la tierra.
(¿No quisieras que junto con el evangelio y la Biblia en mil traducciones nos hubieran traído el hebreo y el griego?)
Esta palabra hebrea “poner cargo”, traducida como “castigar” no es “Avon”, sino “Paqad” (Strongs H6485), y se encuentra 305 veces en el Viejo Testamento, traduciéndose de esta manera: 119 veces como “enumerar”, 96 veces como varias cosas tales como “asignación”, “confirmar”, “establecer”, “hacer un cargo”, “gobernar”, “supervisar”, “oficiales” (como los de la policía o las cárceles que aplican los castigos), 59 veces como “visitar”, 2 veces como juicio, y 31 veces como “castigar”…. de ésta última, que es el tema de nuestro estudio, solo busqué 20 citas en la traducción Youngs, las cuales se encuentran en Isaías y Jeremías. Lamento decirte que en ninguna de ellas pude ver la palabra “castigo”; al igual que en Isaías 24:21, encontré “cargo”, asignación, hacer un cargo, etc., encargarse, por mencionar algunas,
Y he asignado a la maldad sobre el mundo, y sobre el impío su maldad, y he causado que cese la excelencia de los soberbios, y la excelencia del terrible la hago baja. (Is. 13:11, Traducción Literal de Young traducida al español por Google).
Esto significa que Dios deja que el mundo se destruya en su misma maldad, el permite que la maldad del no piadoso caiga sobre el, mas esto no significa que El le ordene a su maldad que sea mala con ellos. Esto significa que
los “elevados” que levantan su propia Torre de Babel, los nobles, los altivos, los orgullosos, los que se exaltan a sí mismos, aquellos que logran colocarse en posiciones altas o de influencia a base de esfuerzo, auto-suficiencia, o a base de las maquinaciones de su corazón de maldad; los poderosos, los alzados, aquellos que han rechazado la Gracia de Dios se llevarán una gran sorpresa, pues descubrirán que Dios tenía un sistema mas fácil para elevar al hombre llamado “Su Gracia” y la cual nos colocó en el lugar mas elevado que existe, sentados en las alturas junto con Cristo. Ya no puedes ser mas elevado(a) que ello, amado(a). Esta fue la venganza De Dios contra el sistema de los elevados. Los que aun se eleven van a arder de envidia y de coraje por el tiempo que perdieron y ese será su propio castigo, no el de Dios.
Otra cita:
Porque el Señor va a salir de su palacio para castigar por sus pecados a los habitantes de la tierra,
y la tierra no ocultará más sus víctimas sino que dejará ver los crímenes cometidos en ella. Is. 26:21, DHHPorque he aquí, Jehová sale de su lugar, para cargar sobre Él la iniquidad del morador de la tierra, y la tierra revelada es su sangre, y no cubre más a sus muertos. Is. 26:21 YLT
Esta es la traducción de Google, sin embargo, por favor considera que Youngs es una traducción literal del hebreo, es decir que así se leería en el hebreo, traducida al inglés mas para interpretarla en español, usemos el sentido común y lo poquito que conocemos del Nuevo Pacto:
“He aquí, el Señor deja su trono, para llevar en Él mismo la iniquidad del morador de la tierra y revelar la sangre derramada por ellos en la tierra y no ocultar mas a sus asesinados”….. (paráfrasis mía).
No olvidemos que los profetas estaban profetizando acerca de Jesús y de lo que vendría a hacer con el viejo sistema y con el plan de su enemigo la serpiente. No olvidemos tampoco que la Ley lleva en si castigo, porque trae “ira” en si misma (Rom. 4:15) y no olvidemos que Jesús estaba revelando la ineficacia del sistema de los castigadores, de los castigos y premios, que era el Sistema de la Ley. En la Cruz quedó revelado el horror del sistema producido por la justicia del hombre, la cual fue introducida al creer en el árbol del conocimiento del bien y el mal, el árbol que despertó violencia en la humanidad, cabe enfatizar, por causa de la consciencia que produce en el hombre, culpa, auto-justificación, vergüenza, distorsión, venganza: “El que la hace la paga”, “como haces te harán”, “ojo por ojo y diente por diente”. Mas Abel, el hermano de Caín, no murió por lo que hizo mal, por lo tanto la justicia fue de acuerdo al que juzgó, que fue Caín, de acuerdo a como la persona se siente en su propia consciencia, y no como Dios nos juzga.
Mas Jesús vino a hacernos justicia a todos y a declararnos “inocentes”, El ya nos juzgó a todos como “Justificados”. Veamos a Jesús que aunque lo mataron, El Espíritu De Dios lo resucitó de los muertos. El mismo Espíritu que se encuentra hoy en ti y en mi. Dios no vino contra los hombres que demandaron y ejecutaron su muerte, el dijo “Perdónalos porque no saben lo que hacen” y respondió con “Perdón y Vida de Resurrección”. El ya llevó en la Cruz nuestra distorsión, nuestra desviación de nuestro diseño, nuestra iniquidad y nuestra propia muerte, y ya se levantó como las primicias de una Nueva Creación, ese fue el castigo para la iniquidad (no para nosotros), ya nos hizo “una nueva criatura en El” (Ef. 2:15) En El no se encuentra iniquidad. La iniquidad ha sido destruida en la Cruz y en Cristo todos morimos y resucitamos; si los hombres aun son malos y viven en su iniquidad es por su incredulidad o ignorancia de esta Buena Nueva, pues como te lo mostré en los versículos anteriores, la escritura nos fue heredada “adulterada” y distorsionada de manera que el hombre no pueda conocer o entender lo que le ha sucedido en Cristo. De ello se encargaron los fariseos, y lamento decirte que los fariseos se han perpetuado de generación en generación.
Unas cuantas citas mas de Young, que tú puedes comparar en tu versión favorita de la Biblia.
En aquel día Jehova hace un cargo, con su espada – al picudo, y al grande, y al fuerte, Sobre leviatán – una serpiente huyendo, Y sobre leviatán – una serpiente torcida, Y Él ha matado al dragón que [ está] en el mar. Is. 27:1 YLT
Cual es la espada De Dios? Su palabra ¿verdad? Y cual es su Palabra? ¡Jesucristo! ” La Palabra Hecha Carne”. ¡Jesús ya le aplastó la cabeza a la serpiente! ¿o no? Ese fue el castigo de la iniquidad.
Tomemos una ultima cita de Jeremías
Dijo Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, me estoy encargando de Amón de No, y después de Faraón y de Egipto, y de sus dioses, y de sus reyes, y después de Faraón, y después de los que han confiado en él, Jer. 46:25 YLT
Aquí en Jeremías dice: “lo estoy haciendo”, mas Jesús dijo “Ya fue hecho”. ¡Consumado es! El ya se encargó
Amon era un Dios de los egipcios, en un lugar que se llamaba “No”. El nombre Amon significa “multitud” y algunos traducen “No” como “disturbio, Las multitudes que altercan y causan inquietud y disturbios contra el sistema de Dios y le dicen que No, por confiar en otros dioses, o en si mismos, no han abierto los ojos a la verdad, pues Jesucristo ya le puso fin a ese sistema. Salgan de Egipto, salgan de Babilonia, cámbiense de Pacto por favor.
Aun durante la traducción de lo que nosotros llamamos “La Palabra De Dios”, que es la Biblia que tenemos hoy, y que lamentablemente ni Jesús, ni Pablo conocieron, (si amado(a), también yo me sorprendí al conocer esto), el hombre traductor dejó que su buen juicio acerca De Dios fuera entenebrecido por la Ley y el legalismo y por causa de ello, nuestra humanidad permanece en tinieblas 2000 años después.
Habiendo entendido un poco más acerca de estas palabras en el Viejo Testamento busquemos si existe esta palabra “castigo” en el Nuevo:
El único castigo que encontramos, fue:
El de Jesús, por edicto de Poncho Pilatos, por democracia de la mayoría (Lucas 23: 16 y 22), por consiguiente, no fue castigo De Dios, fue de los hombres. (Antes de que argumentes que Jesús dijo “Dios, porque me has abandonado”…. te ruego que leas primero el Salmo 22 para que entiendas por qué estaba citando este Salmo).
El castigo de cristianos impuesto no por Dios, sino por los fariseos y líderes religiosos que se oponían al evangelio de Gracia de nuestro Señor Jesucristo. (Hechos 4:21, 22:5, 26:11)
Somos tratados como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero vivimos; como castigados, pero no condenados a muerte 2. Cor. 6:9
El castigo de los que no se someten a las leyes de las autoridades. La fuerza de la ley es para aquellos que no quieren escuchar la voz del Espíritu Santo, y por tanto continúan en su iniquidad al rechazar el Amor y el perdón de Dios. Algunos creen que las autoridades son impuestas por Dios para protegernos, mas la historia ha demostrado que los gobernantes del mundo, mas que proteger a la humanidad la han esclavizado y oprimido. comenzando por los creyentes, así que no me sorprendería si esto es una añadidura mas a las palabras de Pablo, pues dudo que el Espíritu Santo gobernando en nosotros necesite que alguien nos diga lo que debemos hacer o no hacer, pues El nos enseña todas las cosas a través del Amor, en el cual se encuentra el cumplimiento de la Ley (ver Rom. 13:10).
Otra mención de castigo que atemoriza a los cristianos es esta:
“y estando preparados para castigar toda desobediencia cuando la obediencia de ustedes sea completa” 2 Cor. 10:5-7
Por esta traducción muchos temen el castigo de Dios en el momento en que su obediencia deja de ser perfecta, o toman las circunstancias adversas como castigo de Dios y no como parte de la guerra espiritual contra nosotros; mas este versículo se refiere a la incredulidad – recuerda que la obediencia del Nuevo Testamento es la obediencia de la Fe, por tanto, al creerle a Dios le estamos obedeciendo. Obviamente que nuestra obediencia – nuestra fe – se reflejará tarde o temprano en nuestros frutos. Por su Fruto los conocerás. (Mateo 7:16 : Mat 7:20; 12:33; Luc 6:44; Sant 3:12)
Al creer que somos la rectitud de Dios en Cristo, (2 Cor. 5:21) que somos Hijos de Luz, actuamos como tales
(1 Tesalonicenses 5:5; ef 5:8); al andar bajo su Gracia, el pecado no tiene más dominio sobre nosotros (Rom. 6:14); obviamente que si seguimos bajo la Ley, ésta nos pondrá bajo el dominio del pecado, pues es su fuerza (1 Cor. 15:56) y sus frutos se dejarán ver (Gal. 5:19-21)
Esta desobediencia de la que se habla es la incredulidad del mundo, que será “vengada” cuando la humanidad haya creído, cuando el número de obedientes– los que han de creer, sea completado . Si tu has creído en Jesucristo como tu único Señor y Salvador, en ti esta obediencia ya es completa, pues no fue tu obediencia la que te dio vida eterna, sino la de El. (Rom 1:5; 16:26) ¡Consumada es!
Por tanto, podríamos concluir aquí con lo siguiente: si de verdad crees que Cristo llevó todo nuestro “Avón” en la Cruz, toda nuestra iniquidad y la consecuencia de la misma que es la muerte, si de verdad crees que toda iniquidad ha sido cargada en Jesús y limpiada de nosotros para siempre y que de nuestras iniquidades y transgresiones Dios no se acuerda más, (Heb. 8:12) ¿de qué podría castigar Dios a sus Hijos? Si aún crees que haya iniquidad en ti, es cuestión de que creas la palabra del Nuevo Pacto y dejes de creer en la Palabra del Viejo, que simplemente prometía que todas las cosas serian hechas nuevas, comenzando por el sistema que causaba la iniquidad, que era la Ley. El hombre crucificó a Jesús por su misma iniquidad, por su misma ira que llevaba dentro y Jesús a cambio nos dio su perdón y su abundancia de Gracia y tú propio “Avon” no necesita destruirte.
Si tú no crees lo anterior amado(a) de Jesús, Dios no podrá evitar que el juicio que tú creas, sea tu propio juicio, no porque El te lo envíe, sino porque la Ley hará lo que promete hacer – lograr que el pecado te cobre su salario, que es la muerte. (1 Cor. 15:56
¿Pero porque la Biblia dice que Dios azota a todo aquel a quien recibe por Hijo? Regresa el próximo jueves para que lo descubras.
Shalom