Hoy quiero traerles este regalo, un mensaje quizá muy diferente a los acostumbrados, con una perspectiva diferente a todo lo que jamás puedan haber escuchado, algo fresco y sumamente profundo y poderoso que los va a hacer reflexionar en todas las maneras en que a lo largo de su vida hayan podido interpretar la escritura.
Les ruego que se regalen el tiempo y el ambiente necesario para que puedan escuchar con atención y sin prisas, para que pueda cumplir su objetivo de llevarlos por ese camino de Emaus por el que todos necesitamos pasar para poder ver la verdad del Evangelio de Gracia.
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