El que habita al amparo del Altísimo (Elyown) Morará a la sombra del Omnipotente (El Shadai).
Diré yo al SEÑOR (Jehová): “Refugio míoy fortaleza mía, Mi Dios (Elohym), en quien confío .
Porque Él te libra del lazo (trampa) del cazador Y de la pestilencia mortal Salmo 91:1-3
En este Salmo escuchamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo asegurándonos nuestra protección; lamentablemente esta protección no es automática, pues está condicionada a aquellos que habitemos al amparo del Altísimo, morando en Cristo y al igual que todas las bendiciones que nos fueron otorgadas en la Cruz, ésta también debe recibirse por fe, declarada por nuestra boca.
Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo (Rom. 10:13)
¿Quién es el cazador? aquel que anda como león rugiente buscando a quien devorar y una vez que encuentra a su presa, la acecha y si puede la devora de inmediato. Este angel de maldad está detrás de toda pestilencia mortal que ha azotado a la humanidad, detrás de toda epidemia y enfermedad, detrás de toda catástrofe, muerte trágica y aún accidentes extraños que no tenían razón de ocurrir. Lo único que él necesita es ignorancia de la palabra de Dios o incredulidad. Todo aquel que está sin Cristo es por alguna de estas dos cosas. La ignorancia nos fue perdonada, mas la incredulidad nos despoja de todo.
Tanto las trampas del cazador como la pestilencia mortal tienen como fin matar, si es posible a muchos a la vez. El hecho de que seas Hijo de Dios no te hace inmune a sus trampas, mas este Salmo te promete que El te librará.
Tristemente, muchos que están en Cristo no saben lo que les fue heredado, muchos ni siquiera saben que están en Cristo, y no se sienten “buenos” lo suficiente para venir a El por causa de lo que la religión les ha hecho creer y porque ellos aceptaron ajustar su fe a la opinión de hombres y no a lo que dice la Biblia.
Nuestra protección vendrá a través de nuestra firme fe en lo que su Palabra fiel e infalible dice , lo cual nos es otorgado por su Gracia al creer. De hecho, una de las señales que seguirán a los que creen será que aun si bebieran algo mortífero, no les hará daño (Marcos 16:18). Desde luego, esta es una señal para casos involuntarios, no intencionales.
les he dado autoridad para pisotear sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada les hará daño. Lucas 10:19
Jesús se refiere al poder del enemigo, y aunque verdaderas serpientes y escorpiones pueden estar incluidas, el diablo raramente las usa para matar, él usa gente, por lo mismo no quieras ir a probar si eres inmune al veneno de estos reptiles.
Aunque existe mucho avance en la ciencia médica y la nutrición, y muchas enfermedades han sido controladas y aun erradicadas, la ciencia no avanza a la misma velocidad que los nuevos virus o enfermedades aparecen, sea por causas naturales o por causas de la maldad humana.
Especialmente en estos últimos tiempos, tanto tomar la Comunión frecuentemente, como bendecir los alimentos y aun el agua ya no serán simples rituales religiosos, sino un acto de protección y sobrevivencia, pues de no tener la fe de que efectivamente la bendición que hables te va a mantener protegido de todo lo que ingieras, corres el peligro de enfermarte y aun morir, sin importar que tan saludable creas que comes, pues realmente nadie sabemos lo que nos están vendiendo y aun lo que se dice bueno el día de hoy, resulta nocivo el día de mañana.
Sin embargo, Jesús les dijo a sus apóstoles que no todo lo que entra en la boca del hombre lo contamina, sino todo lo que sale de la boca del hombre (Mat. 15:11-21); por tanto, es importante que nuestra boca siempre este hablando vida, salud, bendición y declarando sus promesas y no las amenazas del diablo.
Existe una bendición para el pueblo de Israel que vivía bajo la Ley:
Pero ustedes servirán al Señor su Dios. El bendecirá tu pan y tu agua. Yo quitaré las enfermedades de en medio de ti. En tu tierra no habrá mujer que aborte ni que sea estéril. Haré que se cumpla el número de tus días. Ex. 23:25-26
Gracias a que Jesús cumplió toda la Ley, nosotros podemos gozar de esta bendición sin dudar. Esta palabra es una de las muchas que debemos poner en nuestra boca, aun leerla como bendición a la hora de la comida si así se desea, para que podamos tener la fe de que Su bendición es la que enriquece, y no añade “trabajo” a la misma (Prov. 10:22).
Feliz Dia de Acción de Gracias a los que lo celebren hoy.
Shalom.