Apocalipsis 11 nos habla de dos testigos en Jerusalén que profetizarán durante 3 años y medio:
Otorgaré a mis dos testigos, y ellos profetizarán por 1,260 días, vestidos de cilicio.” Estos son los dos olivos y los dos candelabros que están delante del Señor de la tierra. Si alguien quiere hacerles daño, de su boca sale fuego y devora a sus enemigos. Así debe morir cualquiera que quisiera hacerles daño. Ellos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda suerte de plagas todas las veces que quieran. Ap. 11:3-6
Estos dos testigos fueron anunciados en Zac. 4:14, refiriéndose a los dos árboles de Olivo y los dos candelabros.
“Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra.”
Este capítulo 4 de Zacarías es de gran valor para el Hijo de Dios, pues nos muestra que la Gracia no es exclusiva del Nuevo Testamento, y que es la clave para vivir en victoria. En este capítulo leerás que Dios envió un Ángel a darle palabra al profeta Zacarías para Zorobabel el Levita, quien se encontraba cautivo en Babilonia. Zorobabel viene de dos raíces hebreas, Zarab, que significa – quemado, seco, consumido por el fuego. Y Babel o Babilonia, que significa confusión por mezcla.
Zorobabel se encontraba muy desalentado, como se encuentran muchos hermanos y hermanas que se encuentran secos y agotados, consumidos por tanto esfuerzo sin fruto, por causa de la confusión que la mezcla de Ley y Gracia ha traído a su vida.
En esta escritura, un ángel despierta a Zacarías con una visión de estos dos olivos y dos candelabros, mas antes de responder a su pregunta acerca del significado de los mismos, el ángel le dice lo siguiente:
“Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: ‘No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu,’ dice el Señor de los ejércitos. ‘¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra principal entre aclamaciones (gritos) de “¡Gracia, Gracia a ella!” (Zac 4:6-7) Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy)
Esta es palabra del Viejo Testamento para el creyente de la Gracia del Nuevo Testamento. Otras versiones han removido el poder de estas palabras en su traducción, dándoles otro significado, mas esta es la interpretación más cercana al idioma hebreo. ¿Quién es la piedra principal a la que se refiere? En este caso hablaban de la reconstrucción del Templo, mas nosotros sabemos que nuestra Piedra Principal es Jesucristo y que Él ha reconstruido el Templo – nuestro santuario interior – Su Habitación, por lo que esta palabra es Palabra de Vida para el creyente de la Gracia y la Buena Noticia es que la Gracia se renueva cada mañana, bajo la cual Su Espíritu está listo para fortalecernos y animarnos y darnos la Gracia que necesitemos para decirle a la montaña que se convierta en llanura y para hacer que se mueva. ¿No acaso Jesús nos dijo que le habláramos a la montaña?
En verdad les digo que cualquiera que diga a este monte: ‘Quítate y arrójate al mar,’ y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Mar. 11:23
Es por su Gracia que esa montaña deberá moverse, mas al tiempo de esta publicación, en 2015, mi creencia de la Gracia todavía estaba velada por las viejas enseñanzas, basadas en la creencia de que la dispensación de la Gracia tendría una fecha de caducidad para los gentiles y que aquellos que no creyeran el evangelio cuando la Gracia ‘se termine’ estarían en aprietos. La buena Noticia es que la Gracia es eterna, y que aquellos que no creen, no saben que ellos también estan incluidos en esa Gracia.
El hecho de que los ‘testigos’ profeticen durante 1260 dias, que equivalen a 3 años y medio, o a 42 meses, que es el mismo tiempo en que las naciones ‘pisotearían’ los atrios exteriores del templo, como lo vimos en los primeros versículos, indica que mientras la gente está queriendo ‘entrar’ por su propia fuerza, los testigos les estan diciendo – ¡entra por la Puerta que es Jesucristo!, considerando que ambos, ‘La Ley y los Profetas’ que componían el Torah, le anunciaban proféticamente.
Muchos están de acuerdo que estos dos testigos son Moisés y Elías, pues ¿A quién otro que a estos dos personajes los judíos podrían reconocer? Su firma es reconocida en sus señales; la firma de Moisés, en el agua convertida en sangre y las diversas plagas; la de Elías, en el fuego que hará caer del cielo en lugar de lluvia. Curiosamente, Elias oró que no lloviera, y no llovió durante “3 años y 6 meses“, tiempo durante el cual él permaneció en silencio…(ver Luc.4:25; Sant. 5:17). Quizá el significado de este período no tenga que ver tanto con un tiempo delimitado en el calendario, sino con un período de espera, como cuando José sacó a María y al bebé Jesús a esconderse en Egipto, durante tiempo similar. Curiosamente, la duración del ministerio de Jesús fue de aproximadamente 3 años y medio. ¿Acaso es este periodo lo que está representado en este capítulo? De ello aprenderemos durante el Capítulo 12.
Otra curiosidad es que ambos, Moisés y Elías aparecieron con Jesús en el monte de la transfiguración, durante su discusión acerca de su muerte y su regreso (Luc. 9:28-31; Mat. 16:21-17:5; 2 Pedro 1:16-18), manifestándose Jesús como aparecerá de nuevo, en toda su Gloria, y su esplendor, a su regreso. Esto sucedió delante de Pedro (Piedra), Santiago (remplazador) y Juan (la Gracia de Dios), profetizando que en breve, la Piedra sería substituida por La Gracia.
Mas no solo el Pueblo de Israel sigue bajo la piedra, esperando a su Mesías, sin creer que Él ya vino, sino que la iglesia aun se encuentra bajo la Piedra de la Ley, ‘queriendo entrar’, sin saber que ya está ahí, por lo que la generación ‘Elias’ permanece ‘escondida en una cueva’, o ‘huyendo’, como lo hacía este personaje …por lo que dudo que los mismos Elias y Moises lleguen a aparecer de nuevo en Jerusalén, en cuerpo glorificado, pues si este pueblo no escuchó a Jesus, a quienes ellos anunciaban, dudo que serían escuchados por una generación programada para la incredulidad, la esclavitud y la indiferencia . La gente pensaría que son hologramas, o inteligencia artificial, o que alguien preservó su DNA para clonarlos.
Realmente, para Dios no hay imposibles… de hecho, el cuerpo de Moisés nunca apareció, la escritura dice que Dios ocultó el lugar de su sepultura (Deut. 34:5 y 6); el mismo Arcángel Miguel peleó con el diablo por el cuerpo de Moisés, (Jud. :9). Sin embargo, Moisés apareció al lado de Jesús y de Elías; ésto no pudo haber sido posible si Moisés hubiera estado muerto, pues la Ley de los judíos les prohibía hablar con los muertos (Deut. 18:10) y la Biblia nos dice que Jesús nunca rompió la Ley. Quiere decir que Moisés resucitó (incluso, antes de la Resurrección del mismo Jesús), o nunca murió, sino quizá fue arrebatado al cielo, com Elías (2 Reyes 2:11) y Enoch (Heb. 11:5; Gen.5:24) para poder haber aparecido con Jesús delante de los apóstoles. Esto sugeriría que Moisés en efecto, entró a la Tierra Prometida.
Asimismo, ‘creiamos’ que ésta sería el cumplimiento de la profecía:
Yo les envío al profeta Elías antes que venga el día del Señor, día grande y terrible. 6 El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que Yo venga y hiera la tierra con maldición (destrucción total).”
Mal. 4:5-6
Esto les dijo justo después de haberles advertido:
Y ustedes pisotearán a los impíos, pues ellos serán ceniza bajo las plantas de sus pies el día en que Yo actúe,” dice el Señor de los ejércitos. Mal. 4:4
Regresa el próximo martes para que salgamos de dudas y errores acerca de estos personajes misterioss
Shalom
Rev. Oct. 2019