Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos. Rom. 5:18-19
Como lees aquí, la obediencia que nos salva no es la de uno mismo, sino la de UNO. ¿Quien es ese UNO? ¡Jesús, el Hijo de Dios! Fue Su obediencia la que deshizo la obra del primer Adán y la que cambió nuestra condición de pecadores a “Nuevas Criaturas”, Hijos Amados, perdonados, justificados, lavados, santos, aceptos, etc.
Antes de que “naciéramos de nuevo” al creer en Jesús, la Biblia dice que estábamos “muertos en nuestros delitos y pecados”, (Ef. 2:1); nuestra condición pecadora nunca cambiaba, aun cuando obedeciéramos, o llegáramos a hacer el bien. Mas por la obediencia de Cristo fuimos constituidos “justos/rectos”. Fue un “Regalo” para el que lo recibe como tal, no fue una meta alcanzada, ni tampoco una recompensa.
Por consiguiente, no es lo que tu eres o lo que tu haces lo que te hace justo, sino lo que Cristo hizo, y entre mas te repitas a ti mismo quien eres hoy a través de El: “La Rectitud de Dios en Cristo (2 Cor. 5:21), mucho mas vivirás como tal, pues al establecerte en este regalo de rectitud, tu consciencia o “subconsciente” de pecador(a) perdido(a), será reemplazada por tu nueva identidad como Sacerdocio Real (Royal) y de Hijo(a) Amado(a).
“Como el hombre piensa en su corazón de si mismo, el tal es el” (Prov. 23:7). Si tu te crees pecador, vivirás como pecador, Si tu no crees que has sido perdonado, vivirás pidiendo perdón; si crees que eres la rectitud de Dios en Cristo, vivirás como tal; por ejemplo, un alcohólico, actúa como alcohólico, ya sea que viva sobrio o ebrio, es como si llevara un monstruo dentro de si, al que debe mantener adormecido sin poder dormir el mismo, pues en cualquier momento de debilidad o adormecimiento, su monstruo podrá desatarse sin que pueda refrenarlo.
Aquel que cree que lleva la “rectitud de Cristo” no podrá evitar que esa rectitud tarde o temprano “se desenfrene” ; en el caso del alcohólico, solo esta “rectitud desenfrenada” podrá hacer salir de si mismo a ese monstruo, sin esfuerzo alguno, pues al instalarse en una nueva identidad como en su casa, no podrá compartir la misma habitación con lo que no le pertenezca a la realeza que reina en su vida, o con lo que le roba su lugar de descanso.
Es así como por Su Espíritu, podrás poner a morir todas las obras del diablo en Su libertad, y no en opresión, esclavitud o esfuerzo alguno. Lo mismo sucederá con cada cosa que creías en el pasado acerca de ti mismo, de manera que en Cristo ya no tendremos que vivir como rechazados o desechados; como destituidos o relegados. Ya no habrá razon para vivir deprimidos, queriendo vivir la vida que ya no tenemos, pues aun cuando tratáramos, se volverá cosa ajena a nosotros, pues habremos hayado mas placer en nuestra nueva identidad y en nuestro nuevo propósito y en nuestro nuevo descanso.
Asi mismo, el abrazar esta Nueva Identidad nos causará heredar todas las bendiciones de Abraham, prometidas para los que han sido justificados por la fe, pues de no creer que hemos sido hechos “justos” o “rectos” como un regalo, ¿como tener fe para recibir tales beneficios reservados para los justos? Por mencionar unos cuantos:
- Vivir rodeados de bendición y favor (Salmo 5:12)
- Dios ve y escucha al justo a todas horas (Salmo 34:15-17; 1 Pedro 3:10-12)
- El justo será librado de todas sus aflicciones (Salmo 34:19)
- El Justo heredará la tierra, será sostenido, saciado en tiempos de hambre, nunca avergonzado, librado del mal, etc. Salmo 37
- Los hijos del justo serán librados (Prov. 11:21; Is. 57:2; ); serán enseñados por el Señor, y su paz y bienestar sera extremadamente grande Is. 54:13
- Ningún daño le sobreviene al justo (Prov. 12:21)
En justicia serás establecida Estarás lejos de la opresión, pues no temerás, Y del terror, pues no se acercará a ti.
Si alguien te ataca ferozmente, no será de Mi parte. Cualquiera que te ataque, por causa de ti caerá. …. Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos del Señor, Y su justificación procede de Mí,” declara el Señor. Is. 54:14-15 y 17
No necesitas que una persona desde el púlpito te diga lo mal que estás, o lo mucho que pecas, para eso no se necesita ayuda, el diablo usará a alguien cercano a ti para hacerlo; Muchos de nosotros aun pagábamos por escuchar algo que nos hiciera cambiar, oradores motivacionales, psicólogos, o consejeros, mas solo el Espíritu Santo puede recordarte que eres para siempre justo y justificado y que Dios no te ve mas como pecador, aun cuando todavía pecas. Esto será lo que te haga cambiar desde tu interior.
“Entre mas consciente estes de este regalo de rectitud mas reinaras sobre el pecado, sobre malos hábitos, sobre enfermedad, pobreza y cualquier cosa que te impida una vida victoriosa.” Joseph Prince
Shalom