Escuchando más acerca del Escuchar al que nuestro Padre nos invita, aprendí que en el Viejo Testamento, cada vez que el Señor decía “Escucha Diligentemente”, o “Escucha Atentamente”, u “Obedece cuidadosamente”, según nuestras diferentes traducciones, la palabra Shama se repite dos veces.
Este “Shama, Shama “sólo aparece 6 veces en el Viejo Testamento, 5 de ellas asociadas con gran bendición que significaría básicamente un Cielo en la Tierra para el Pueblo de Dios:
Salud y Sanidad Divina
…No les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana”. Éxodo 15:26
Bienestar familiar, prosperidad y riqueza
El dará la tierra de ustedes la lluvia a su tiempo, lluvia temprana (de otoño) y lluvia tardía (de primavera), para que recojas tu grano, tu vino nuevo y tu aceite. Deut. 11:13-14
Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti. Deut. 15:5-6
Todas las bendiciones de Deut. 28: 1-14, que están encerradas en la palabra Shalom: paz perfecta que incluye “completitud”, seguridad, entereza, bienestar, salud, sanidad, prosperidad, riqueza, contentamiento, armonía familiar, paz y tranquilidad en las relaciones humanas y con Dios.
Estas bendiciones eran para aquellos que cumplían TODOS los mandamientos, más sabemos quién fue el único que cumplió TODOS los mandamientos: ¡Jesús! Por tanto alégrate mi amigo(a) pues si tú has entrado en ese intercambio con Jesús, Dios te tiene por fiel y justo, pues El ve la perfección de su Hijo en nosotros y no nuestra imperfección.
Bajo la Gracia, Jesús sanó a todos, no porque cumplieran los mandamientos, pues de ser así, los leprosos nunca habrían podido ser sanados, ya que ellos tuvieron que romper la ley para poder acercarse a Jesús.
Hoy Dios nos sana cuando oímos lo bueno que Él es, como lo hizo Job, lo cual enciende nuestra fe. Eso fue lo que sucedió con todos los que oían de Jesús:
Su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oír a Jesús y ser sanadas de sus enfermedades. Lucas 5:15
Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano. Había una gran multitud de Sus discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían ido para oír a Jesús y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados. Lucas 6:17-18
Aun el hombre cojo de Listra sanó porque escuchaba a Pablo predicar de Jesús (Hechos 14:7-10)
La quinta vez que Dios repite estas palabras es en Isaías 55:2 y está directamente asociado con nuestro Maná
¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, Y su salario en lo que no sacia?
Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, Y se deleitará su alma en la abundancia
Todos los cristianos “Nacidos de Nuevo” tenemos el mismo estado de perfección y santidad ante Dios, el que lee su Biblia diario y el que la lee sólo cada año durante la Semana Santa. Es el nivel de nuestro “deleite” el que varía; aquel que lo ve como un privilegio de Príncipes el
venir a sentarse ante la mesa del Rey, excederá en su escala de felicidad y realización a aquellos que no han encontrado este gozo y el día que tiene que privarse de ello no lo verá como “descanso”, pues su descanso se encontrará en esa mesa.
No es sorpresa que el nivel de deleite del cristiano al lado de su Padre esté directamente relacionado con su nivel de Shalom.
Haciendo esa “sola cosa” es como llevamos nuestra mente “cautiva a la obediencia de Cristo”. No quiere decir que no usemos el cerebro porque está preso, sino que dejemos que nuestra mente sea “Cautivada” por lo que Cristo es, por su belleza, por su inmenso amor, por su obediencia a la que se sujetó en la Cruz y todo lo que su trabajo consumado significa para nosotros y basado en ello creamos y esperemos con anticipación del bien, sabiendo que El oye nuestras peticiones. Esta “sola cosa que es necesaria” es lo que determinará la paz de tu día y tus resultados.
Recuerda que la Palabra de Dios es Jesús, y Jesús es el Corazón de Dios, por lo mismo aquellos hombres y mujeres con un corazón tras el Corazón de Dios son aquellos que anhelan y aman a Jesús – “El Verbo”, aquellos que anhelan deleitarse en Él y depender de su Gracia, pues éste es el verdadero significado de humillarnos ante Dios. Este es el corazón “Contrito Y Humillado” un corazón dispuesto a escuchar, dispuesto a ser enseñado y guiado.
Antes de concluir, quiero llamar tu atención a lo siguiente: Pablo dijo que “la fe viene por el oír”, como respuesta a las preguntas que hizo tres versículos atrás:
¿Cómo, pues, invocarán a Aquél en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en Aquél de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: “¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien!” (Rom. 10:14-15)
Dentro de este contexto, la fe no solo surge cuando leemos la palabra de Cristo en la Biblia, sino al escucharla de boca de aquellos que predican este Evangelio de Gracia de nuestro Señor Jesucristo. Nota que es “Evangelio del Bien”, de “Buenas Noticias”, por lo tanto si llegas a escuchar a alguien que sólo hable de la bondad de Dios y no de su ira que ya no tiene lugar en su Nuevo Pacto, (Heb. 8:12) a alguien que hable de perdón de pecados y no de tus pecados, de la perfección de Jesucristo y de su plan de redención y no de tus imperfecciones, a alguien que te haga enamorarte de Jesucristo y no temerle, alguien que edifique en Oro, Plata y Piedras Preciosas, y no en papel y hojarasca, préstale tus oídos atentos. Escucha, Escucha y no dejes de escuchar.
Shalom.