El Capítulo 19 de Apocalipsis culmina con la aparición de nuestro Señor Jesucristo, quien regresa con justicia:
Vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco. El que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Con justicia juzga y hace la guerra. Sus ojos son una llama de fuego, y sobre Su cabeza hay muchas diademas (coronas). Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino El. Está vestido de un manto empapado en sangre, y Su nombre es: El Verbo (La Palabra) de Dios. Ap.19:11-13
Lo primero que me llama la atención es que nuestro Señor tenía en su cabeza muchas coronas (diadēma en el griego), símbolo de realeza, pues vendrá como el Rey de Reyes y Señor de Señores (v.16). Curiosamente, esta palabra solo se usa 3 veces en el Nuevo Testamento, y es la misma palabra usada para describir las coronas que la bestia usaba en cada una de sus cabezas y cuernos (Ap. 12:3 y 13:1), pues éstos representan reinos o gobiernos terrenales, cuya realeza durará solo una hora, mas el propósito del reinado de éstos reyes será darle autoridad a la bestia (Ap. 17:12-13).
Interesantemente, en el tiempo en que escribí esta publicación, no sabía yo nada acerca del virus que azotaría a la tierra en el tiempo de esta revisión, llamado con el nombre Corona, mediante el cual la humanidad entera ha sido puesta cautiva, y sujetada al temor y al control. Ante todo recuerda que la humanidad le pertenece a Dios, y que Él es el que nos rescata de la fosa y nos ‘corona’ de bondad y compasión. Él nos dice, “que no te roben tu corona”. Nuestra realeza es permanente, a diferencia de la de la bestia, la cual es obtenida a través de engaño.
Esta realeza robada también está representada en el jinete del caballo blanco de Ap. 6, más a este jinete “se le dio” otro tipo de corona (v.2), cuya palabra griega es “stephanos”, la cual equivale al hebreo usado para la diadema que el Sumo Sacerdote usaba en su cabeza como símbolo de sacerdocio real. Lo interesante es que este tipo de figura religiosa trae un arco, pues viene “conquistando y a conquistar” (del griego “nikao”).
Aunque esta palabra es la misma palabra traducida como “victoria”, no tiene nada que ver con la victoria de Jesucristo sobre la serpiente, pues este jinete viene justamente en nombre de la serpiente a conquistar a los amados de Jesús, mediante falsa doctrina, necesaria para dejar entrar a los otros 3 jinetes que le seguían, trayendo destrucción al mundo (Ap. 6). Nuestro Señor por el contrario, regresará acompañado de sus redimidos .
Los ejércitos que están en los cielos, vestidos de lino fino, blanco y limpio, Lo seguían sobre caballos blancos. Ap. 19:14
A diferencia de este jinete de Apocalipsis 6, conocido en este estudio como el “Jinete de Falsa Doctrina”, por lo que arriba expliqué, nuestro Señor es el Fiel y el Verdadero (v. 11), pues sus palabras son verdaderas (v. 9) y sus juicios son verdadereros y justos (v.2). Esta frase debe ser relevante, pues es repetida continuamente por los ángeles en varios capítulos de este Libro (Ap. 15:3; 16:7; 19:2).
Nuestro Señor, en contraste con el jinete de Ap. 6, traía una espada que salía de su boca (Ap. 2:12; Ap. 19:15), y aunque no vendrá a matar a nadie, aquellos que adorarán a la bestia “serán muertos “ con esta espada (v.21), o quizá en ese momento se den cuenta que efectivamente murieron en el cuerpo de Jesús, en su crucifixión; ese será el momento de su revelación de Jesucristo.
Entonces vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer guerra contra Aquél que iba montado en el caballo blanco y contra Su ejército. Y la bestia fue apresada, junto con el falso profeta que hacía señales en su presencia, con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen. Los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre. Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca de Aquél que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de sus carnes. Ap. 19:19-21
Te preguntarás, ¿cómo es que no viene a matar, si todo el ejército muere con la Espada de su propia boca?
En Efesios 6:17 aprendemos que la Espada del Espíritu es la Palabra de Dios. Esta espada es una espada de dos filos (Heb. 4:12)
Sin embargo, la Escritura dtambién dice que la Palabra de Dios es “como fuego” y “como martillo que despedaza la roca” (Jer. 23:29). Esta palabra “roca” es “cela” que significa peñasco o lugar alto, fortaleza; también se usa para definir patrones de pensamiento, al igual que para referirse a una persona altanera u orgullosa.
La roca que fue despedazada es la Ley que mata al hombre (2 Cor.3: 4-6), por ser ésta la fuerza del pecado (1 Cor. 15:56); también es la Ley la que hace a la gente orgullosa y altanera, al darles el falso valor de la vanagloria.
Por otro lado, Cristo es la Roca (la Verdad) sobre la cual Dios edificaría a su iglesia (Mat. 16:17; 1 Cor. 10:4); Su Palabra es la Roca sobre la cual podemos edificar nuestra casa y nuestra vida entera (Mat. 7:24); Jesús mismo afirmó que Él es la Roca (Mat. 21:42-44); sin embargo, en estas palabras comprenderemos cómo ”Roca mata roca”:
El que caiga sobre esta roca será hecho pedazos; pero sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo.” Mat. 21:44; Luc. 20:18
La misma Palabra con la que Dios creo al mundo se hizo carne:
En el principio ya existía el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba (existía) en el principio con Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba (existía) la vida, y la vida era la Luz de los hombres. La Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron (no la dominaron). Juan 1:1-4
Jesús es esta Palabra hecha carne, y el Libro de Apocalipsis lo reitera:
y Su nombre es: El Verbo (La Palabra) de Dios. (Ap.19:11-13)
Aquí es donde activamos nuestro discernimiento, pues hemos aprendido mucho acerca de quien es Jesucristo y acerca del simbolismo de este libro, y descubrimos que Jesús no es el destructor, también hemos aprendido que Él incluyó a la humanidad entera en su muerte y resurrección, que es lo que celebramos cuando tomamos la Santa Cena. De este evento global profetizó Ezequiel
En cuanto a ti, hijo de hombre, así dice el Señor DIOS: ‹‹Dile a toda clase de ave y a toda bestia del campo: Congréguense y vengan, júntense de todas partes al sacrificio que voy a preparar para ustedes, un gran sacrificio sobre los montes de Israel, y comerán carne y beberán sangre…. En mi mesa se hartarán de caballos y jinetes, de poderosos y de todos los hombres de guerra, declara el Señor DIOS. Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán el juicio que he hecho, y mi mano que sobre ellos he puesto›› Ez. 39:17, 20 y 21
Por tanto, esta batalla final, de la cual aprendimos cuando vimos la batalla de Armagedón que es una batalla de mentalidades mundanas o terrenales peleando contra la lógica celestial y divina de Dios, es el momento en el que éstos seres engañados son confrontados con la verdad de Jesucristo, y con la revelación de su propia muerte en el cuerpo de Jesús.
A este respecto, Francois DuToit, comenta en Ap. 19:19,
Este es un hecho importante, ya que hay múltiples referencias a la misma “batalla final” en los cielos. Sin embargo, ¡son todas la misma hora y el mismo evento! Ap. 12:7; Ap. 16:13,14; Ap. 17:13,14; Ap. 20:8).
Yo quiero pensar que aquel que aborrece el evangelio y que pelea contra Dios en su ideología y su filosofía de vida, en su rechazo por Él, por si mismo y por los demás, en el momento de ser confrontado con la verdad, en el momemto de darse cuenta de lo que le sucedió en Jesucristo, dejará de pelear, y caerá como fulminado, como le sucedió a Pablo. Yo quiero pensar que el mentecato y el necio pondrán su astucia y su artillería a un lado. El impío no vivirá para siempre. Su engañada mentalidad de juicio y de maldad arderá junto con la falsa trinidad, para siempre…
Y la Bestia y su socio marioneta hacedor de milagros, el Falso Profeta, fueron arrestados y arrojados al Lago ardiente de ¹Azufre. Estos dos fueron los apoderados por el Dragón para maravillar y engañar a aquellos tatuados en sus cabezas y manos con el símbolo o carácter de la Bestia, y que le rendían homenaje religioso a su imagen.
(… En Ap. 14:8-20, en la imaginería, Juan ve cómo el sistema religioso de la trinidad falsificada, ( el uno reflejando al otro: 1) el Dragón Acusador, 2) el monstruo marino de siete cabezas de la religión -la Bestia, con su papel protagonista, la cabeza que fue asesinada pero que volvió a vivir, y ahora aquí, 3) el dragón disfrazado de cordero, más tarde llamado, ‘el falso Profeta’], son completamente despojados de su influencia y dominio, y llevados a su fin.) Ap. 19:20, Biblia de Estudio El Espejo, Francois Du Toit.
Por último, ya aprendimos lo que es el Lago de Fuego, el Lagar de la Pasión de Dios, el Azufre Ardiente de purificación del altar de bronce que profetizaba a la Cruz. Los enemigos de Dios serán confrontados con su propia muerte en la Cruz, serán confrontados con la verdad que siempre aborrecieron, y les arderá la cara de vergüenza y el corazón de amor.
Si regresas el viernes, te compartiré un hecho científico que te ayudará a poner tus propias conclusiones.
El viene con las nubes, y todo ojo Lo verá, aun los que Lo traspasaron; y todas las tribus (linajes y razas) de la tierra harán lamentación por El. Sí. Amén. Ap. 1:7
Gracia en Abundancia.
Rev.May. 2020