¿Qué diremos entonces? Que los Gentiles, que no iban tras la justicia, alcanzaron justicia, es decir, la justicia que es por fe; pero Israel, que iba tras una ley de justicia, no alcanzó esa ley. ¿Por qué? Porque no iban tras ella por fe, sino como por obras. Tropezaron en la piedra de tropiezo, tal como está escrito:
“He aquí, pongo en Sion una piedra de tropiezo y roca de escándalo;
y el que crea en El no será avergonzado. Rom. 9:30-33
En lugar de explicarte lo anterior, dejaré nuevamente que la Versión El Mensaje nos hable:
“Como sumarizamos esto? Toda esa gente que no parecía interesada en lo que Dios estaba haciendo realmente abrazó lo que Dios estaba haciendo conforme El enderezaba sus vidas. E Israel, quien parecía interesada en leer y hablar acerca de lo que Dios estaba haciendo, se lo perdió. ¿Cómo pudieron perderlo? Porque en lugar de confiar en Dios, ellos se pusieron a cargo. Ellos fueron absorbidos en lo que ellos mismos estaban haciendo. Se absorbieron tanto en su “Proyecto Dios” que no notaron a Dios ahí mismo frente a ellos, como una roca gigante en medio del camino, así que se tropezaron en El y cayeron de bruces.
Isaías (¡de nuevo!) nos da la metáfora para sumarizarlo
“Cuidado, he puesto una piedra gigante en el camino al Monte Sion, una piedra que no pueden evitar. Pero la piedra ¡soy yo! Si me están mirando a mí me encontrarán en el camino, no en medio de su camino.” Rom 9:30-33
Dios no busca héroes, Él busca vasos que pueda usar para mostrar a otros quien es Él . Él no nos usa como títeres, nosotros decidimos primero que papel queremos hacer, vasijas de honra, o de deshonra, según la disposición de nuestro corazón.
Los hijos de Israel, quienes han sido llamados por su nombre, están experimentando nuevamente el Favor y el Poder del Dios Todopoderoso, quien desvía torpedos y los protege con su misericordia de todas las naciones que se están levantando contra ellos, como está escrito en el Salmo 83, quienes creen poder aniquilarlos, Mas será cuando abran los ojos a Su Gracia, ésto es, a su Mesías, Jesucristo, cuando ya no sufrirám más, y Dios pondrá a todos sus enemigos por estrado de sus pies.
Éste es el secreto para ganar la guerra espiritual, de aquí tan importante que el verdadero Evangelio de Gracia se predique, porque así como el miedo y el temor son el arma del enemigo para devorarnos, el descanso y la confianza en el trabajo consumado de Cristo es el arma de Dios para protegernos y para vencer todas las batallas en nuestra vida.
Jesús dijo: sin mí, nada podrás hacer”. Cuando Israel lo reconozca como su Mesías, lejos de decir, “somos fuertes, reconstruiremos, nos vengaremos, nunca olvidaremos” ellos dirán: “ven Señor Jesús”; Ésto los pondrá bajo su Gracia de nuevo y Jesús vendrá personalmente a pelear la última batalla por ellos y a ganar su guerra para siempre, Él los vengará, Él los reconstruirá, Él los hará olvidar.
“Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito.” Zac. 12:10
Esta profecía ya ha comenzado a cumplirse, desde que el Espíritu Santo comenzó a dar revelación del verdadero Evangelio de Gracia, a finales del milenio pasado, el cual se está extendiendo rápidamente por todos los lugares de la tierra, antes de que el fin llegue, (Mat. 24:14), a pesar de los muchos intentos de silenciarlo, de corromperlo y degradarlo.
Muchos son ahora los judíos que están abriendo sus ojos y reconociendo a Jesús de Nazaret como El Cristo, Su Mesías, y hoy evangelizan en su propia ciudad, aún cuando no lo hagan abiertamente.
Te dejo este corto avance de la película Jerusalén, que se filmó para IMAX la cual se encuentra en inglés, mas no importa si no entiendes este idioma, pues aún podrás admirar su belleza.
Oremos por la Paz de Jerusalén.
Shalom