Durante los últimos tres años he mostrado en esta página que todo en la Biblia anuncia a Jesucristo y su obra consumada. Con la Escritura te he presentado a Jesús como la Palabra de Dios, La Gracia de Dios, el Principio y el Fin, El Pan del Cielo, El Señor Todo poderoso, el Mas que Suficiente: tu Salud, tu protección, tu provisión, y todo lo que necesites que Él sea, solamente Él podrá serlo, pues no existe ningun otro nombre dado a los hombres en quien podamos ser salvos (Hechos 4:12).
Asimismo, te mostré a Jesus profetizado en el Tabernáculo y en sus utensilios, en la vestimenta del Sacerdote y aún en sus rituales. Mas el Tabernáculo también es una figura de nosotros como Su Habitación; La Biblia dice que somos templo del Espíritu Santo, mas también dice que como Él es, así somos nosotros en este mundo (1 Juan 4:17)
Durante mis siguientes publicaciones trataré de mostrarte cómo aún el Calendario Hebreo testifica de lo anterior, pues este calendario lunar anunciaba que Jesús, Dios Eterno, nacería como uno de nosotros, como lo profetizó Isaias 700 años antes de su nacimiento.
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado,
Y la soberanía reposará sobre Sus hombros.
Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz. Is. 9:6
A diferencia de nuestro calendario gregoriano que comienza el primero de enero, el Calendario Hebreo comienza el primero de Nissan, que era el día en que el tabernáculo debía ser asemblado, de acuerdo a la ordenanza de Dios (Ex 40:2). Este mes inicia con la primera Luna Nueva de primavera, por lo que se le conoce como “Mes de Primavera”, o mes de “germinación”; por esta razón, la palabra Nisan se traduce como “botón”, “estar tierno”, o “ser joven”, aunque la concordancia Strongs lo traduce como “vuelo”, o como “milagro”.
Las Fiestas de Israel eran la esencia de este calendario lunar, llamadas también como “Las Fiestas del Señor”, pues Él mismo las instituyó como “ordenanza perpetua” (Lev. 23; 2 Cr. 2:4). Durante el mismo mes de Nisan se celebran las primeras 3 de estas festividades, seguidas por una Fiesta mas, 50 días después, para culminar 6 meses después con las últimas 3 Fiestas, durante el mes de Tishri, que marcaba un nuevo comienzo. De todas ellas hablaré con mas detalle en mis próximos mensajes.
Muchos escolares bíblicos afirman que Jesús cumplió solamente las primeras 4 festividades, mas es mi opinión que el milagro de su nacimiento cumplió la última de ellas primero que todas, pues la Palabra sugiere que Jesús nació durante la Fiesta de los Tabernáculos, no sólo por la Palabra de Lucas 1 y 2, sino por las palabras del Angel a los pastores la noche en que nació Jesús: “Les traigo noticias de Gran Gozo” (Luc. 2:10), ya que “con Gran Gozo” debía celebrarse esta Fiesta de Succoth (Deut. 16:13-14; Lev. 23:40).
Asimismo, el Apóstol Juan nos dio una clave del día del nacimiento de Jesús cuando dijo: “Él habitó con nosotros y todos vimos su gloria” (Juan 1:14), pues la palabra “habitar” es el hebreo “Shakan”, usada para describir la Presencia de Dios que “habitaba” o “reposaba” sobre el Tabernáculo, en medio del campamento de tiendas, y después sobre el templo, y que hoy habita dentro de nosotros – tabernáculos vivientes.
En cuanto al milagro del origen de la Vida Humana, todas las mamás sabemos que el periodo de gestación de un bebé dura aproximadamente 40 semanas, esto es 280 días (10 meses lunares). De acuerdo a este conocimiento general, si una mujer quedara embarazada exactamente el primer día de Nisan, un embarazo ideal traería a este bebé a su término aproximadamente a mediados del mes de Tebeth, el décimo mes, que en nuestro calendario es aproximadamente el 25 de Diciembre. Tebeth significa “Benignidad”, “Bondad”, “Gracia”.
Bajo esta nueva luz, aunque Jesús no haya nacido en diciembre, tiene sentido que celebremos a Jeús y a nosotros mismos en estas fechas.
Sin embargo, si el Espíritu Santo no enfatiza tanto en la fecha exacta del nacimiento de Jesús, es quizá porque no es un cumpleaños lo que celebramos, sino un hecho demasiado relevante para no celebrarlo: el milagro de que nuestro Dios Eterno bajó como “El Hijo” (Is. 9:6) y siendo Eterno, Dios no cumple años, ¡El es el Principio y el Fin!
Por lo anterior, te sugiero que no caigas en la condenación que la misma “iglesia de Cristo” nos ha traido por celebrar el nacimiento de Jesús. Babilonia pudo haber celebrado a sus dioses el 25 de diciembre, mas es obvio que se robó el patente por adelantado para clamarlo como suyo, como sucede en nuestros días con Samsung, Apple, Microsoft y muchas otras.
Los hebreos no celebran la Navidad, pero el décimo día del noveno mes hebreo, el mes de Kislev, comienzan sus 8 días de Hanukkah, (“Dedicación”) y que hoy llaman “Fiesta de las Luces”. Kislev significa “Su Confianza”
Jesús mismo celebró esta Fiesta (Juan 10:10-23) y justo durante esta celebración, Jesús “La Luz” – “La Razón de la Celebración”, le sio “Su Confianza” a los judíos, refiriéndose a sus ovejas:
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que Me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.” Juan 10:23
¿No te parece maravilloso que en estas fechas que nosotros celebramos a Jesús y a nuestros amados, Él nos haya celebrado a nosotros? Él ve a sus creyentes como “Su Regalo de Su Padre”. En este día Él anunció lo que aun estaba por darnos a nosotros: “libertad” “inmortalidad”, ¡Vida Eterna!; pronto nos haría uno solo con Él y con su Padre, nos traería de regreso a Él y ¡nadie podrá arrebatarnos de Su Mano!
Esta es hoy nuestra realidad, por tanto, en este día, mientras te deleitas viendo a tus pequeños abrir sus regalos “con Gran Gozo”, recuerda cuanto te amó Jesús, cuanto te atesora, que te ha hecho uno solo con Él para siempre, y que eres hechura suya, como lo verás si regresas la próxima semana.
Shalom y Feliz Día de Reyes.