- Estableciendo la Verdad
- Gracia Merecida
- El No Evangelio
- El Tema de la Anatema
- Gracia por La Fe
- Identidad de Hijos
- La Identidad Original
Gracias por acompañarme a conocer la Epístola de los Gálatas, la cual ampliará nuestro entendimiento tanto del Evangelio de Gracia como de lo que es la Ley, así como de lo que debemos esperar de ambos; si seguiste el estudio del Nuevo Pacto y estás de acuerdo con lo que el mismo establece, no tendrás ningún problema en recibir esta Palabra. Si no lo seguiste, te invito a que lo leas en tu tiempo libre para que te sintonices con este estudio.
Una de mis hermanas comparte pequeñas cápsulas diarias del Evangelio de la Gracia con sus compañeros de trabajo; para su sorpresa, las objeciones no vienen de los ateos, ni de los no cristianos, sino de otros cristianos, por lo general alguien muy religioso o muy estudioso de la Escritura, quien enceguecido por la Ley, no puede creer que la Gracia es algo mas que una oración antes de comer.
No podemos esperar que este tipo de “cristianos” sepan dividir la palabra del Nuevo Pacto de la del Viejo, pues ellos no saben o no entienden que el trabajo consumado de nuestro Señor Jesús consistió precisamente en poner a morir ese sistema que nos hacía pecar llamado “La Ley”. De hecho, su muerte fue “la venganza de Dios” contra ese sistema, de lo cual hablaré en una sección futura.
Tengamos en cuenta que ellos solo están repitiendo lo que su pastor o líder religioso favorito habla desde el púlpito y ese ministro sólo esta repitiendo el evangelio adulterado que los Institutos Bíblicos, o las escuelas de “Religion” nos han heredado. Ellos no saben que al atacar la Gracia, están atacando el mismo Evangelio y que al escribir libros y blogs contra el mismo, solo están dejando por escrito el testimonio de su ignorancia para la posteridad.
Aquellos que creen que la Gracia y los 10 Mandamientos van de la mano o que la Gracia es licencia para pecar, no han leído Romanos 7 o 1 Cor. 15:56 que nos muestran cómo la fuerza para pecar sin licencia la da la Ley de Moises y no la Gracia de Dios; tampoco han leído Rom 6:14 que afirma que el pecado no se apoderará de nosotros porque ya no estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia; tampoco entienden Hebreos 10 que muestra que el “pecado voluntario” es nada más y nada menos que despreciar la Gracia para vivir bajo la Ley, lo cual es seria ofensa para el Espíritu de Gracia (10:29).
Ese fue el pecado de los fariseos, y el problema mas grande que encontró nuestro Señor Jesucristo, quien echó fuera demonios, sanó las enfermedades mas incurables, y aun levantó a los muertos, pero no logró echar fuera la incredulidad ni sanar la ceguera del religioso, la cual también llevó a la muerte a todos sus Apóstoles; esto nos muestra claramente de quien viene la oposición a la que estos “hermanos” prestan su voz.
Mas conforme tu aprendas a dividir la Palabra del Nuevo Pacto de “la Letra”, o sea, de la Escritura del Viejo Pacto, entenderás por qué Pablo dijo que “la Letra mata, mas el Espíritu da vida” y tu corazón no será afectado por la incredulidad o la ceguera espiritual de los religiosos, sino que tendrás compasión de ellos y quizá logres abrirles los ojos, o por lo menos cerrarles la boca, una razón más para comenzar nuestro estudio.
Lo primero a establecer, para los que se unen por primera vez, es que La Gracia es el Evangelio de Pablo. En el Blog “El Misterio de la Gracia” conocerás por qué lo llama “ su Evangelio” y por qué su Evangelio es nuestra máxima autoridad, pues aunque los Evangelios de Mateo, Marcos, Judas y Juan nos muestran las palabras de Jesús en su papel de siervo bajo la Ley antes y durante su cumplimiento, El Evangelio de Pablo son las Palabras de Jesucristo – el Jesús Resucitado que hoy nos representa bajo un Nuevo Pacto y no bajo la Ley antigua (ver Efesios 1 y 2).
De hecho, Pablo fue el único apóstol “elegido” personalmente por el Cristo resucitado para enviarlo exclusivamente a nosotros los gentiles (los no judios), reemplazando con él a Judas – “el Hijo de perdición” (Juan 17:12), aun cuando los apóstoles habían cubierto su lugar con Matías (Hechos 1:12-26).
Como lo vemos en Hechos 13:43, desde que la primera iglesia compuesta por gentiles surgió en Antioquia, los nuevos creyentes eran exhortados a “permanecer en la Gracia de Dios”. Mas fue el caso que un judio o grupo de judios tomaron como misión infiltrarse entre ellos para convertirlos al judaísmo, pues el judio no creía que alguien pudiera pertenecer al Pueblo de Dios sin ser circuncidado o sin seguir la Ley de Moisés, con lo que corrompían la obra de Pablo (ver Hechos 21:27-28).
Por esta razón, Pablo escribió esta Epístola como una palabra de corrección a los creyentes Gálatas, pues en ella entenderemos la severidad y el peligro de regresar a la Ley.
Vayamos a los primeros versículos, en donde Pablo establece su credibilidad y su autoridad para anunciar “el Edicto de Su Rey”, léelo en tu versión favorita, y yo te la traduzco de la Versión “El Mensaje”.
Pablo, y mis compañeros en la fe aquí, enviamos un saludo a las iglesias de Galacia. Mi autoridad para escribirles no viene de ningún voto popular del pueblo, ni viene por alto nombramiento de algún humano muy arriba. Viene directamente de Jesús el Mesías y Dios el Padre, quien lo resucitó de entre los muertos. Soy comisionado por Dios. Por tanto, te saludo con sus grandes palabras, ¡Gracia y Paz! Sabemos el significado de esas palabras, porque Jesucristo nos ha librado de este mundo malvado en el que estamos, ofreciéndose a sí mismo como sacrificio por nuestros pecados. El plan de Dios es que todos experimentamos tal rescate. Gloria a Dios para siempre! ¡Oh SI! (Gal. 1:1-5)
De acuerdo a lo anterior, ¿cual es el plan de Dios? su plan es que TODOS experimentemos su rescate, es decir, su salvación. ¿En que consiste este rescate? ¡en el sacrificio de Jesús! esta es la verdad que encierra el significado de las palabras Gracia y Paz, por consiguiente, éstas solo pueden experimentarse al conocer y creer la Buena Noticia del Evangelio de Gracia
Continuaremos la próxima semana.
Shalom.