Nos encontramos en la Epístola de los Gálatas, palabra de exhortación y corrección del Apóstol Pablo para los creyentes de Su Evangelio en Galacia, Asia Menor.
Veamos por qué necesitaban ser corregidos:
Me maravillo de que tan pronto ustedes hayan abandonado (desertado) a Aquél que los llamó por la gracia de Cristo (el Mesías), para seguir un evangelio diferente (Gal. 1:6)
Basado en las palabras del Apóstol Pablo ¿cual es el evangelio diferente? ¿La Gracia, como algunos pastores te lo advierten? De ninguna manera, pues al parecer, fueron llamados “por la Gracia de Cristo, la cual están abandonando por un “evangelio diferente”. De este pequeño párrafo podemos observar que lo que Pablo defiende es el Evangelio de Cristo, que unas lineas antes llamó “La Gracia de Cristo”; de aquí deducimos que él intentaba corregir sus creencias porque estaban siendo engañados a dejar de creer en esta Gracia.
¿Mas qué es la Gracia de Cristo? Algunos la han definido como “apoderamiento” para hacer lo que es difícil o imposible, o para vencer el pecado. Otros la definen como “Influencia Divina”. La definición de Gracia que circula en la actualidad es la de “Favor Inmerecido”, basado en el hebreo “Chen” que significa “favor”.
Un favor viene de la buena voluntad de alguien y era inmerecido en el Viejo Testamento porque ninguno podría ganar el favor ni la vida de Dios por sus obras de la Ley, mas ésto no es el caso bajo el Nuevo Pacto.
Durante aquel tiempo en que Dios intentaba libertar a su pueblo de su mentalidad de esclavos, estableció el sacrificio para que tuvieran consciencia de que la paga de no poder guardar la Ley era la muerte; cada que sacrificaban una vaca o una paloma o un cordero, su consciencia les recordaba que alguien había pecado, mas era imposible que esta sangre quitara su pecado (Heb. 10:1-4).
Mas aquella sangre era sólo la promesa de que un día nuestra muerte sería puesta “a morir” en el cuerpo de un inocente, y Su Vida y su Inocencia nos serían otorgadas por su sangre, “pues en La Sangre se encuentra la vida”(ver Lev. 17:11); así fue como Dios puso todas nuestras transgresiones en una Cruz, en el cuerpo de su amado Unigénito, Jesucristo (Col. 2:14), rompiendo para siempre el pacto antiguo (como te lo mostraré en este estudio). De esta manera, al recordar la sangre de su Nuevo Pacto derramada una vez y para siempre, “los adoradores, una vez purificados, no tendríamos ya más conciencia de pecado” (Heb. 10:2), sino de Su Vida Eterna, que ahora es nuestra porque a Él le plació dárnosla.
Solo así podríamos descansar de nuestro esfuerzo por ser agradables ante Él a través de nuestros propios sacrificios o de lo que pudiéramos hacer bien, tal y como un esclavo agrada a su amo; por el contrario, a través de esa vida agradable y perfecta, Dios nos hizo aceptos en el Amado, Jesucristo, no como esclavos sino como sus Hijos, A esto Dios lo llama – Su Gracia.
Habiendo dicho anteriormente:
“Sacrificios y ofrendas y holocaustos, y sacrificios por el pecado no has querido, ni en ellos Tu te has complacido” (los cuales se ofrecen según la Ley), entonces dijo: “He aqui, yo he venido para hacer Tu voluntad.” El quita lo primero para establecer lo segundo. Por esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo ofrecida una vez para siempre. Heb. 10:8-10
Porque por una ofrenda El ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados. 10:14
El hijo no tiene que hacer nada para agradarle a su padre ni para merecer su amor. Un padre no ama a su hijo como un favor; tampoco le da lo que necesita solo cuando lo merece, aunque algunos padres así lo hagan con sus hijos.
Basado a lo anterior, vayamos a la definición original de Gracia, como la define la concordancia “Strongs”.
“Gracia (como gratificante), de manera o acto aceptable (abstracto o concreto; literal, figurativa o espiritual, sobre todo la influencia divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida, incluyendo la gratitud): beneficio, favor, don, regalo, gracia (gracioso), liberalidad, alegría, placer, agradecimiento (-digno)”
He aquí la definición del Diccionario griego Thayer
1) lo que produce la alegría, gozo, placer, deleite, dulzura, encanto, belleza: la gracia de la palabra
2) buena voluntad, bondad, favor
2a) de la bondad misericordiosa por la cual Dios, ejerciendo su santa influencia sobre las almas, los convierte a Cristo, los mantiene, fortalece, los aumenta en la fe, el conocimiento y el afecto de Cristo, y los enciende a ejercitar las virtudes cristianas.
Como nos lo muestran estas herramientas de traducción Bíblica, tanto la definición “favor”, como la definición “influencia divina” son correctas para explicar la Gracia, dentro del contexto de una relación amorosa entre padre e hijo, pues el Favor del Padre siempre estará incluido en su amor por Su hijo, mas no siempre con el siervo.
Podemos concluir sin lugar a dudas que el Evangelio de Gracia es la excedentemente Buena Noticia de la Buena Voluntad, la Bondad, y el Favor de Dios para los hombres, expresada en lo que su Hijo consumó en la Cruz, por su simple gozo y deleite de tenernos con Él para siempre, no como trabajadores o servidores sino como sus Hijos, nacidos de Su Vida, una vida eterna abundante y fructífera que no depende de cuanto tengamos o hagamos, sino de la Influencia de su Amor, la cual persuade nuestro corazón a creerle, a querer conocerle y a amarle, que es la verdadera fe.
Por consiguiente, La Gracia se recibe al creer esta Buena Noticia, (ver Efesios 2:8-9), por lo que al entender lo que es la Gracia podremos entender lo que es un “evangelio diferente”: todo lo que no es de Gracia; por esta razón, todo lo que no es de fe, es pecado, pues solo por la fe recibimos la Gracia.
Porque si por la ofensa de uno reinó la muerte por aquel uno, cuánto más reinarán en vida los que reciben la abundancia de su gracia y la dádiva de la justicia mediante aquel uno: Jesucristo. Rom. 5:17
Te invito a leer el capítulo completo de Gálatas 1 y te espero la próxima semana.
Shalom
