Pongamos hoy en perspectiva el “principio de sembrar y cosechar” y comenzaremos por entender la perspectiva de Jesús registrada en Mat. 6:19-34
Nuestro Señor Jesús comienza hablando acerca del amor al dinero, diciendo que no hagamos tesoros en la tierra porque no podemos servir a Dios y a las riquezas.Mat. 6:19- 25,
Curiosamente entre estos dos versículos Jesús se refiere al ojo malo, lleno de obscuridad, y al ojo lleno de luz. ¿Qué tiene que ver el ojo en todo ésto? Tiene todo que ver con el amor al dinero, pues el ojo “malo” era un modismo, que se refería al ojo “tacaño”, que mira las riquezas con codicia o avaricia. Este tipo de ojo mira a la gente como su objeto, no como su objetivo.
La riqueza en forma de Dios es un amo muy cruel y opresivo que demanda de sus adoradores su vida entera, su mente y su corazón para poder conservarla. Cuando nuestro valor no está fincado en el Oro del trabajo consumado de Jesucristo con el que fuimos cubiertos, los humanos buscaremos validar nuestra existencia y nuestro valor con lo que el dinero puede comprar, cuyo valor es relativamente temporal. Curiosamente mucha gente famosa que le sirve al dinero nos comprueba que el dinero “no les sirve a ellos”, no los ama, no los satisface, ni tampoco los ayuda a encontrar lo que satisface; de no ser así, no veríamos morir a tantas celebridades en su juventud, por causa de su búsqueda de satisfacción y felicidad.
Por dinero o falta del mismo, la gente roba, mata, defrauda, corrompe, aprisiona al ser humano, lo degrada y aun se degrada a sí mismo.
Sin embargo, no podemos seguir creyendo la mentira de que Dios nos quiere pobres para que “Mammon” no se convierta en nuestro Dios. La pobreza no viene de Dios, la pobreza es una manifestación de la maldición, como lo hemos aprendido antes. La pobreza es algo más que la falta de dinero, sino que es la mentalidad de que no tenemos lo suficiente, y la actitud crónica de que todo se nos va a acabar.
Solamente descansando en la Verdad de que a través de la pobreza de Jesús en la Cruz podremos llegar a ser ricos, (2 Cor: 8:8-9) y que ahora El nos suplirá todo lo que nos falte de sus riquezas en Gloria, (Fil. 4:19) podremos renovar nuestra mente con la mente de Cristo con respecto a nuestras finanzas.
Dios quiere que confiemos en El para que nada nos falte, y podamos así cumplir sus propósitos.
“Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán;
ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No son ustedes de mucho más valor que ellas? ¿Quién de ustedes, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, ¿por qué se preocupan? Observen cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan. Pero les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si Dios así viste la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará El mucho más por ustedes, hombres de poca fe?”
“Por tanto, no se preocupen, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿qué beberemos?’ o ‘¿con qué nos vestiremos?’ Porque los Gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que el Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas.”
Mat. 6:25-32
Esta es la perspectiva de Jesús acerca de “sembrar y cosechar”: NO necesitas hacerlo para que El tenga cuidado de ti y te provea todo lo que te falta; de acuerdo a lo que Jesús dijo, éste no es el principio para tus finanzas. Los gentiles, aquellos que no conocen o no han querido recibir el Amor de Dios y Su Gracia por medio de Jesucristo, no pueden tener la certeza de que un Padre amoroso les proveerá de por vida. Más si tú has sido hecho Hijo de Dios, tú tienes a Abba Padre, y para El tu eres de gran valor, un valor superior al de muchos pajarillos, por tanto, el “principio” para tu provisión financiera se encuentra en el versículo siguiente:
Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidaráde sí mismo. Bástenle a cadadía sus propios problemas. Mat. 6:33-34
¿Cuál es su reino? veámoslo una vez mas:
…El reino de Dios es JUSTICIA, PAZ Y GOZO EN EL ESPIRITU SANTO Rom. 14:17
¿Cuál es su Justicia? ,
Esta justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo es para todos los que creen. Porque no hay distinción Rom 3:22
Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El. 2 Cor. 5:21
Por tanto, si tu corazón anda tras de Jesucristo, TODAS LAS COSAS TE SERAN AÑADIDAS, pues los presentes vienen con su presencia. Él es quien los añade, porque El pago por ellos. No depende de nuestro pago. Si así fuera la pobreza nos sería inevitable.
Te preguntaras ¿entonces porque Pablo dijo que lo que sembráramos eso cosecharíamos?
Nos dedicaremos a descubrirlo la próxima semana.
Shalom.
