Comenzamos a hablar esta semana que el entender como descansar en la Gracia de Dios es la clave para poder caminar con El en permanente victoria. Este descanso que habrás leído en Hebreos 4, no es necesariamente descanso de labor física, es descanso de continuo esfuerzo por alcanzar o lograr algo, de la inquietud o desasosiego interno que surge de querer producir algo en nuestra vida, de querer esforzarnos para lograr cosas sin jamás estar satisfechos y desde luego, descanso de vivir bajo la Ley de la que Pablo nos previno tanto en sus epístolas.
En el mundo, la inquietud es una de las características de los “triunfadores”, de la gente de éxito. Dios no se opone a que logremos el éxito, al contrario, en su Paz esta nuestro éxito, pues es cuando descansamos en El cuando El actúa. Si nosotros actuamos, El descansa. Sus planes son de Shalom:
Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes,’ declara el Señor ‘planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza. Jer. 29:11
No se trata de abdicar nuestras responsabilidades, sino de buscar ese descanso que María hallaba al sentarse a los pies de Jesús, mientras Martha se estresaba por servirle, irritada y
ansiosa.
Jesús le respondió: «Marta, Marta, estás preocupada y aturdida con muchas cosas. Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará. Lucas 10:41-42
La traducción de estas palabras griegas es: “merimnaō” – preocupada, ansiosa, atribulada con cuidados, y “thorybazō”, aturdida, atribulada en su mente, inquieta.
No es coincidencia que el nombre hebreo Martha, significa “Ella era rebelde”. Una vez más el Espíritu Santo nos revela que la falta de este descanso equivale a rebeldía, o desobediencia. ¿Sabías que ante Dios, un corazón atribulado es un insulto? Él lo clasifica como maldad:
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo. Heb. 3:12 RV 1995
Esto lo dijo en el contexto que leímos ayer en Hebreos 4, hablando de aquellos que no entran en su descanso por su incredulidad. Al oír corazón malo lo relacionamos inmediatamente con nuestro concepto de maldad – alguien que mata, o causa daño a los demás, un villano o villana de telenovela, un o una psicópata, más el concepto de maldad de Dios es una raíz, no un síntoma.
La palabra usada para “tan malo” es el griego ponēros, que aunque también significa “malo” en el sentido ético o moral: malvado, de mala naturaleza o condición, su primera definición es “lleno de labores o trabajos, irritaciones, molestias, o dificultades, presionado y acosado por trabajos que traen fatigas”.
Así que si nuestro corazón está lleno de trabajo, como el de Martha, Dios lo llama “malo”, o lleno de maldad. Si nuestro corazón no ha logrado entrar en su descanso, porque aún no confiamos en El, porque aún no tenemos una buena opinión de Él, porque aún no estamos creyendo, aun las obras de la fe y la piedad las convertiremos en labores y ansiedades, en obras de la ley, también llamadas de la carne.
Recuerda quien usa tu consciencia cuando no estamos bien fincados en la Gracia de Dios: “No oras lo suficiente”, “no lees tu biblia lo suficiente”, “tu no ayunas y ella sí”, “tú no tienes buenas obras y el sí”, “no has diezmado”, o “solo diezmas el mínimo”, “no tienes suficiente fe”… etc., etc., etc.
O aún si hacemos todo esto, a veces no nos damos cuenta cuando lo hacemos con un corazón atribulado; por ejemplo, oramos sin cesar, mas lo hacemos con ansiedad y desesperación, porque no hayamos el descanso de creer que Dios nos ama y realmente está a cargo de nuestra situación, pues El se complace con nuestro bien. O leeremos la Biblia para cumplir con una demanda de nuestro corazón, y se nos olvida deleitarnos en nuestro Padre, y poder contemplar la hermosura de Jesús y escuchar su voz; o quizá diezmamos por miedo al devorador, y no porque sabemos con certeza que nada nos faltará, de la abundancia de gracia recibida y de nuestro agradecimiento. Las maneras de perder el enfoque en su Gracia son muchas. Dios nos quiere en descanso a lo largo de la jornada, escuchando, confiando en El, dando Gracias, escuchando, confiando en El, y dando gracias, con los ojos puestos en El y no en las circunstancias.
Por lo mismo tomamos la comunión, que la iglesia católica llama “Eucaristía”, que viene de “Eucharistos” que significa “agradecido” – más cuidemos de no volver la Cena del Señor también en una labor de nuestro corazón inquieto o incrédulo, cuando nos fue dada para descansar en su Victoria.
Noé, cuyo nombre significa “Descanso”, el Señor le ordenó que construyera las ventanas a lo alto del arca, para que sólo pudiera ver hacia el cielo, de manera que mientras las olas azotaban el arca, los que estaban dentro no veían la furia del agua, ni la desesperación de los que se ahogaban, no veían la inundación ni la devastación. Ellos permanecieron en el Arca de “Descanso” , el significado de Noe, aun en medio de olas turbulentas, hasta que el arca descansó en el monte “Ararat”, que significa:- La Maldición fue Revertida”
Cuando Cristo se sentó, nos envió al Espíritu Santo. Su Espíritu ahora es el que trabaja cuando nos sentamos.
En cada nuevo problema, toma tu asiento celestial y contempla a tu Dios, contempla cuán grande y poderoso es El, cuán grande y poderosa fue su obra y cuán grande y poderoso es su amor por ti. Entrégale lo que te inquieta. Después camina en ese descanso dando Gracias y hablando lo que esperas.
Shalom