De acuerdo a lo que leímos en la escritura en el mensaje anterior, El Pueblo de Israel tristemente renunció a su derecho de primogenitura, al no haber creído en Jesucristo, el primogénito de Dios, pues Jesucristo era esa promesa, “el Hijo de David”, el León de Judá, “El Ungido” (Dan. 9:25) nacido en el lugar profetizado, de una virgen (Is. 7:14), sin intervención humana, sino por Dios, y quien sufriría y moriría por nuestros pecados (Salmo 22, Isaias 53:5-9).
A ésto se debe que todos los lugares considerados “Santos” en Israel pasaron a manos ajenas, sea a los descendientes de Ismael, a los de Esaú, o a los gentiles, aunque la mayoría de ellos tampoco han creído en el Unigénito Hijo de Dios o en su trabajo consumado en la Cruz. No será hasta que los israelitas abran sus ojos para aceptar quién era su Mesías, cuando ellos reciban su herencia, más ésta será mucho más que la tierra que defienden, “mucho más de lo que ellos jamás pidieron o imaginaron“. (Ef. 3:20)
Sin embargo, al rechazar su herencia espiritual, esta cayó en manos nuestras. Como Dios lo tipificó al bendecir al menor y no al mayor, nosotros los creyentes hemos heredado lo que le fue prometido a Israel y a través de ellos fuimos bendecidos todos los que después seriamos hechos hijos de Dios.
A lo Suyo vino, y los Suyos no Lo recibieron. Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Juan 1:11-13Este era el plan de Dios, ésta era la única manera en que todas las naciones de la tierra podrían ser verdaderamente bendecidas. De haber sido por linaje, solo los nacidos del mismo tendrían ese derecho, más por la fe, todos podemos ser hechos “Hijos de Abraham”, comenzando por los hijos de Ismael, los de Esaú, y todo aquel que crea que Jesús es El Señor y que reciba su trabajo consumado en su lugar.
Más el mundo no lo entiende así porque ha sido cegado por causa de la religión. La Biblia nos lo dice así en 2 Cor. 4:3-4
Y si todavía nuestro evangelio está velado, para los que se pierden está velado, en los cuales el dios de este mundo (la religión – la Ley) ha cegado el entendimiento (la mente) de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por amor de Jesús. Pues Dios, que dijo: “De las tinieblas resplandecerá la luz,” es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo.
Como lo leemos aquí, es la mente “de los incrédulos”, la que está siendo cegada, la de aquellos que no creen el evangelio, pues si Jesús es la Luz, y ellos lo rechazan, ellos no pueden ver. No es que Dios no quiere que vean, son ellos los que se rehúsan a creer. No por el hecho de que la gente va al templo los domingos quiere decir que todos hayan creído el evangelio, comenzando porque en muchas iglesias ni siquiera predican el verdadero evangelio de Gracia, mas el “ministerio de muerte” es lo que se ha difundido como el Evangelio.
Te pediría que te volvieras al comienzo de este estudio si no entiendas a que me refiero, mas mi amigo el Pastor Neira te lo podrá explicar a continuación en solo 7 min.
Esta es la causa por la cual el odio contra los judíos se está desatando en todas las naciones con mayor fuerza que las anteriores; es un odio tan sobrenatural como la misma existencia del pueblo de Israel. Aquellos que piensan de manera “natural” no admiten el derecho de Israel a la tierra que Dios mismo les dio. Ellos creen que Israel puede ser erradicado y que sin los judíos el mudo estará mejor; al contrario, el mundo existirá mientras existan los judíos.
Son los judíos los que han traído la mayoría de los descubrimientos científicos desde que se levantaron prácticamente de las cenizas de los hornos del holocausto, cuando se formaron como Nación en 1948. Siendo un pueblo tan pequeño, su número de Premios Nobel, de riqueza, de avances tecnológicos y científicos ha sido desproporcionado. Junto con los mas de 6 millones que se perdieron en esos hornos y cámaras de gas, se perdieron muchas soluciones y curas para problemas y enfermedades que azotan nuestro mundo de hoy. Hoy Israel es el único país con igualdad y democracia en el medio oriente y de ellos se benefician todas las naciones a su alrededor, mas ellos aun están por comprobarlo.
Mientras existan judíos sobre la tierra, Dios bendecirá a aquellos que los bendigan y aquellos que se levanten contra Israel se estarán levantando contra el mismo Dios de Israel, quien con su dedo los aplastará y “delante de Israel caerán”. (Is. 54:17)
Shalom