El día de hoy por fin conoceremos quien es esta mujer de Apocalipsis 17. Veamos primero el simbolismo en su vestidura: (V. 3-6)
Basados meramente en los colores de sus ropas – “púrpura y escarlata” vemos el color de la sangre. Esta vestimenta es conocida en la Biblia como “Trapos de Inmundicia”; en el hebreo, estas palabras son: “iddah beged”,
iddah significa “menstruación”,
beged, además de vestimenta, significa “trampa o engaño”, de la raíz “bagad” que significa “actuar con engaño, traición o deslealtad”.
En la Biblia, esta vestimenta representa la “rectitud por obras” (Isaias 64:4-9)
Todos nosotros somos como el inmundo,
Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras JUSTAS…..
Cierto, el color purpura y escarlata se encontraba en el tabernáculo, más se encontraba al lado del azul, pues juntos simbolizaban a Jesús: Dios bajando del Cielo – el Azul – para hacerse hombre de carne y sangre – el Rojo y Escarlata. Esta mujer carecía del color azul, era meramente “humana”.
Tal simbología nos muestra lo que esta mujer representa: el engaño de la religión, “doctrinas humanas”, no solo la religión institucional que practica la idolatría o los cultos y ritualismos originados en Babilonia, sino TODA LA RELIGION, toda doctrina o enseñanza que de al hombre la ILUSION o falsa creencia de poder “auto-limpiarse” mediante practicas ritualistas, actos piadosos o fuerza de voluntad.
Este engaño se observa en la apariencia de “rectitud” de esta mujer, pues a pesar de representar inmoralidad e inmundicia, ella se adornaba de oro, que en la Biblia representa la rectitud de Dios en Cristo otorgada a su iglesia por Su Gracia, como fue simbolizado en el tabernáculo.
Asímismo, esta mujer se adornaba con piedras preciosas y perlas. Las piedras preciosas se encontraban en el Efod del sacerdote del Viejo Testamento para representar las 12 tribus de Israel, simbolizando el Amor de Dios por TODOS los humanos y el valor que Él nos da, también simbolizado en las perlas, por quienes Dios (y no la mujer) dio todo lo que tenía, su Hijo Unigénito Jesús, para adquirirnos, (Mat. 13:46, 1 Pedro 2:9) .
Estos adornos sobre el vestido inmundo de la mujer simbolizan a la humanidad preciosa de Dios secuestrada por la religión, viviendo cautiva en Babilonia, (confusión por mezcla).
Del Libro de Revelación en El Espejo, te traduzco lo siguiente:
Nuevamente, la falsificada belleza superficial y aparente esplendor no pueden esconder su verdadero carácter – como las tumbas blanqueadas que Jesús comparó con el sistema religioso: “¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro siguen sucios con el producto de vuestra rapacidad y codicia! (Mat. 23:25, BLP), Ustedes son como hermosas tumbas decoradas por fuera, tratando desesperadamente de esconder el hedor de los cuerpos en descomposición que encierran”. Mat. 23:27″ Comentario en Ap. 17:4, El Espejo.
Esta mujer representa una falsificación de la copa del Señor, que representa al Nuevo Pacto y que comunica la vida de nuestro diseño, redimido por Jesús.
La copa que ella bebía representaba su oposición a todo lo que la sangre de Jesús comunica. Ella estaba intoxicada con el pensamiento de que la pecadora humanidad acusada pudiera ser considerada Santa y sin culpa, por la sangre del Cordero. ” Comentario en Ap. 7:6, Biblia de Estudio el Espejo, Du Toit, Francois.”
La historia bíblica narra que el hombre se vistió de hojas de higuera para cubrir su desnudez, mas Dios lo vistió con la piel de un animal, que obviamente tuvo que haber sacrificado, por tanto la cobertura más significativa de Adán fue la sangre de ese animal, misma que anunciaba una mayor – La Sangre de Jesús.
Como lo vemos en dicha historia, desde el principio el hombre ha intentado cubrir su desnudez o su inmundicia de diferentes maneras, mas Dios, quien nunca dejó de amar al hombre, es el único que puede remediar nuestra condición desnuda y de muerte, y así lo hizo a través de Su Hijo Jesús, nuestro Cordero inmolado, cuya sangre nos lavó de toda inmundicia y nos vistió de Lino Fino blanco y resplandeciente, llamado en Isaias 61:10 como “Ropas de Salvación”, o “Manto de Justicia” (rectitud). ¡Este es El Evangelio! que como expliqué antes, es la manera en que Dios nos puede hacer salir de Babilonia.
Mucha gente cree que la religión y El Evangelio son la misma cosa, mas es todo lo contrario; la religión (religari en el griego) es lo que el hombre hace para tratar de religarse a Dios a su manera, por sus propias obras de auto-justicia o rectitud propia, de acuerdo a su propio entendimiento de “rectitud” y a su propio concepto de Dios y de sí mismo, basado en su propia habilidad, y fuerza de voluntad, lo cual como lo mostré antes, Dios ve como trapos inmundos.
Una ilustración de lo anterior es la historia de Caín y Abel. Abel, reconociendo que en él no había nada que calificara como ofrenda ante Dios, ofreció la vida inocente de un corderito a cambio de la suya, quizá también por revelación del plan de Dios que Abraham vio en las estrellas, darnos a Su Cordero – Jesús, para cubrirnos de su rectitud o justicia; Caín, por el contrario ofreció una canasta llena de su habilidad y buenas obras, misma que Dios rechazó; entonces Caín cambió de semblante y mató a su hermano. Aquí vemos el primer asesinato en la historia fue por causa de la religión – la manera de acercarse a Dios de Abel fue aceptado por Dios mas no por Caín, y su sangre clamaba a Dios (Gen. 4:10), ¡clamaba justicia!
Esta es la causa por la cual la mujer se embriagaba, junto con los reyes de la tierra (v.2), con la sangre de todos los santos y de los testigos de Jesús (Ap. 17:6) hasta nuestros días, más nota que la sangre venia contenida en su copa de oro, que representa “autoridad divina o real”, una autoridad usurpada, que ella usaba para cometer tales abominaciones e inmundicias de su inmoralidad (v. 4) que como vimos en blog anterior, son toda creencia contraria al Evangelio de Gracia, lo cual contamina el corazón del hombre.
Te preguntarás: ¿Pues no que todos tenemos derecho a creer y a adorar lo que queramos? Eso depende del atuendo que tú quieras vestir. Regresa la próxima semana para que escuches acerca de la vestidura que Dios preparó para ti.
Gracia y Paz en abundancia
Rev. Mar, 2020