Hoy comenzamos el Capítulo 19 de Apocalipsis, que en el hebreo es Yod Tet – יט, una mano y una serpiente. Siguiendo el patrón anterior, podemos ver a esta serpiente como Jesucristo – la serpiente en el poste, bajo la antigua promesa de que todo aquel que mire hacia Él no morirá, sino que recibirá Vida Eterna (Juan 3:13-14; Num. 21:8-9), o podríamos ver en esta combinación de pictogramas a Jesucristo, tomando con su mano a la serpiente y poniéndola en el lago de fuego para siempre. Al parecer, ambas interpretaciones son correctas, como lo veremos a continuación:
Ciertamente, el libro entero de Apocalipsis nos revela a Jesucristo salvándonos de la mordida letal de esta serpiente (del griego ophis, que proviene de la raíz optomai – contemplar, por tanto – presentar una idea óptica a través de una ilusión) mas en este capítulo esta salvación es por fin la revelación que reina y que es finalmente celebrada de pompa y guante, y esta ophis finalmente será puesta fuera de comisión (v.20).
En los primeros 6 versículos de este capítulo vemos a Su Novia – una gran multitud que alaba a Dios con gran algarabía por tres razones principales:
Tres Aleluyas (v. 1-4) por la caída de Babilonia, la Gran Jezabel, cuya inmoralidad consiste principalmente en su rechazo del Evangelio de Gracia, inmoralidad con la que sedujo a las naciones, quienes “fornicaron” con sus creencias contrarias al Evangelio de Gracia, a través de las cuales movieron a muchos a derramar la sangre de tantos amados de Jesús, no sólo de aquellos que murieron como mártires por creer el Evangelio de Gracia, sino de todo aquel que murió sin recibir la verdad, aun en manos de si mismo. Por causa de estos amados, Dios permitirá que la misma bestia que conducía a esta mujer por todos lados sea quien la destruya. Al respecto escribí a detalle durante los capítulos 17 y 18 dedicados a ella, y en este capítulo, el sistema que ella formó, el cual provocó que el mundo “se marchite y languidezca por el veneno de su prostitución”, (v. 2, El Espejo), sea sentenciado y la sangre de todos estos inocentes será reivindicada. “El hechizo que el juicio de ella trajo sobre la tierra” ¡finalmente se rompe! y un Aleluya más se deja oir por las bodas del Cordero, a las cuales has sido no sólo invitado, sino requerido, pues ¡tu eres la novia!
“Ustedes han sido identificados individualmente por nombre (apellidados) e invitados a la cena del Cordero, concluyendo en el sumo banquete de bodas. Este es el Gran Final de la revelación de la Palabra de Dios” v. 9 El Espejo.
¿Quién es la Palabra de Dios hecha carne? ¡Jesucristo!
Regocijémonos y alegrémonos, y démosle a Él la gloria,
Porque las bodas del Cordero han llegado y Su esposa se ha preparado.” Y a ella le fue concedido vestirse de lino fino, resplandeciente y limpio,
Porque las acciones justas de los santos son el lino fino. (v. 7 y 8)
¿Te das cuenta como la Biblia misma interpreta la Biblia? Aquí vemos lo que el lino fino representa: Las acciones justas de los santos…. mas espera un momento, ¿no acaso nuestra rectitud es un regalo y no una recompensa por nuestras obras o acciones justas?
!Cierto! El secreto está en el idioma original, como siempre. Sin embargo, lo que se tradujo como “las acciones justas de los santos”, en el inglés traducido como “la rectitud de los santos”, no es ‘dikaiosune’ – rectitud, sino dikaiōma, lo cual es una acción justa pero no por hecho sino por decreto, una decisión judicial, o sentencia. Ambas palabras provienen de Dike – dos partes encontrando semejanza mutua, por tanto, esta sentencia es de inocencia, no adquirida por mérito propio, sino basada en la imagen y semejanza encontrada en Dios por medio de Jesús, la cual nos da testimonio de Su mérito glorioso y no del nuestro.
“Y le fue dado el lino más fino para vestirse; ahí está ella, envuelta en blanco radiante, vestida en impecable y santa inocencia” v. 19:8, El Espejo
“y ser hallado en él; sin pretender una justicia mía, derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo; la justicia que proviene de Dios por la fe”. Fil. 3:9 RVA-2015
“…—Quítenle esas vestiduras sucias. —Y a Josué dijo—: Mira que he quitado de ti tu iniquidad y te visto con ropa de gala” Zac. 3:4
Identificándonos con Él nos veremos en Él; sabremos que somos inocentes, que no hay mancha en nosotros, ni culpa, ni falta – no hay sentencia desfavorable, Y entre mas nos identifiquemos con Él, reflejados en Su Espejo (y no en el espejo de la Ley), más seremos transformados como Él. Sabremos sin duda alguna que fuimos apellidados con su nombre, como el hijo se conoce a si mismo por el nombre de su padre, o como la Novia toma el nombre de su Esposo; así sabremos quienes somos – inocentes, sintiéndo que pertenecemos, no como un matrimonio ficticio, o de conveniencia, sino de Amor Eterno. Esta Boda será de un nivel mucho muy superior a cualquier boda lujosa celebrada en la tierra, por encima de las bodas reales, o de los hijos de los gobernantes y magnates de la tierra, o como la boda en la película “Locamente Millonarios”. No habrá juicio ni criticismo, todos nos sentiremos a la par, dignos, a la medida; sólo habrá belleza que contemplar, todo será glorioso pues todos los invitados serán “la Novia”, para el gozo supremo de todos.
En resumen, la vestidura de Lino Fino de la Novia de Cristo es la sentencia favorable decretada por Dios mismo; es su declaración de justicia para la humanidad; es nuestra inocencia, nuestra libertad, esa es su ordenanza, su mandamiento, su decisión, esa es su Ley para ti, no la de Moisés. Así lo estableció Él, no yo.
Este lino fino en la Novia de Cristo representa la rectitud de Dios, su imagen e inocencia otorgada a nosotros por herencia a través de Jesucristo, el cual es el mensaje central del Evangelio de Gracia, y puesto que se recibe y se mantiene puro por la fe de Jesucristo, será blanco, limpio y resplandeciente, sin que tengamos que ocuparnos de su limpieza. En Apocalipsis 19, la humanidad es por fin hayada (no por Dios sino por si misma), apta para esta boda.
Desde luego, tu puedes decidir no participar, que es uno de los significados de ‘pecado’ y seguir vestido de trapos de inmundicia al querer ser justificado(a) por las obras de la Ley (Gal. 5:4), esto es, al querer pagar por tus pecados con tu propio trabajo, mandas, obras morales o justas, o queriendo imitar la vida abundante de Dios con tu propia habilidad y fuerza, como lo hizo Babilonia la Grande, quien también vestía lino fino (Ap. 18:16), el cual ella despreció manchandolo con sus abominaciones e injusticias.
Incluso, la vestidura de Babilonia representaba otro tipo de “dikaiōma“, la sentencia desfavorable de Dios para su propia justicia, que era como trapos de inmundicia, de ahí los colores rojo y purpura de su vestimenta (como una toalla sanitaria), sus obras justas venían de lo que ella consideraba moral, de sus principios terrenales, de su fuerza de voluntad, de su religión, de su falsa identidad, no de haber hayado su semejanza e identidad en Dios por medio de Cristo.
Babilonia ensució sus ropas con la sangre de aquellos inocentes que ella mató, la Novia de Cristo por el contrario, mantuvo sus ropas limpias por la fe Jesucristo.
Solo se requiere una revelación del Espíritu Santo para tener la seguridad de que seremos parte de esta Boda a la cual todos hemos sido incluídos, y esta revelación te hará mirar a “la serpiente en el poste” – Jesús en la Cruz, quien te apartó un asiento en su mesa a cambio de tu lugar en ese lugar de maldición llamado La Cruz: La muerte de tus pecados en su propio cuerpo a cambio de tu salud, tu gozo y tu vida eterna; tu sentencia desfavorable a cambio de una muy favorable decretada por Dios mismo. Este es Su Mandamiento (1 Juan 3:23) Esta es Su Obra (Juan 6:29); Esta es Su Gracia (Juan 3:16-18; 36; 1 Juan 5:12).
La justicia de Dios fue revelada en Jesucristo para que si por un nombre fuimos declarados culpables, por uno solo pudiéramos ser declarados inocentes (Rom. 5:19).
Y tú amado(a) ¿que “dikaiōma” prefieres?” No lo pienses mucho .
Gracia en Abundancia
Rev. May 2020