Siguiendo el contexto de ambos capítulos 1 y 2 de Gálatas, confirmamos que edificar sobre lo que ya fue destruido nos hace transgresores y Pablo lo llama “pecado“(Ver Gal. 2:17 y 18). Aquí él también nos confirma que el Sistema de “obras de la Ley” ha sido “destruido”.
Hoy vivimos bajo el Nuevo Pacto – el sistema de “obras de la fe”, en el que la única obra necesaria es “creer en el que El envío” (ver Juan 6:29), por la cual La justicia de Dios nos es otorgada, pues no existe otra manera de obtenerla por nosotros mismos:
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. Rom. 1:17.
Así fue como Dios nos hizo justicia a todos, por ello se llama “Justicia de Dios”; esta verdad hace de la religión una verdadera falacia, porque al querer agregarle a la Justicia de Dios nuestra propia justicia mediante el viejo sistema, la gente expresa su creencia de que el sacrificio de Jesus para ellos no fue suficiente, por lo que a este esfuerzo inútil Pablo lo llama “nueva doctrina”. Ese es el pecado del Nuevo Pacto, ese es el otro Evangelio del cual nos advirtió Pablo en Gal. 1 y por ello llama “timador” a aquel que trata de vivir bajo la Ley y bajo la Gracia.
“(Ahora de repente tu quieres cumplir con la ley otra vez para añadir a tu justicia, como si Cristo no hubiese logrado lo suficiente. No permitas que tu experiencia te engañe y cause que inventes una nueva doctrina.) ¡Solo un timador trataría de ser un hombre de la ley y de la gracia a la vez!. Gal. 2:17-18
Toit, Francois du. The Mirror / El Espejo de la Palabra: Spanish Translation (Spanish Edition) (Kindle Loc. 7722-7723).
Si yo estuviera “tratando de ser bueno” yo estaría reconstruyendo el mismo viejo granero que destruí. Estaría actuando como un charlatán. (Gal.2:18-19 The Message)
¿Cuál es la razón por la que las iglesias cristianas enseñan que nuestro Evangelio de Gracia sin adulterar es la nueva doctrina? Algunos aun le llaman “licencia para pecar”, porque no entienden en que consiste el pecado bajo el Nuevo Pacto, que es el mismo pecado que muchos de ellos están cometiendo al poner a la gente bajo “el viejo granero”, insultando con ello la Gracia de Dios.
Hace 5 años escuché a cierto autor, hoy fallecido, exhortando a los cristianos a obedecer y a edificar sus vidas sobre la Ley de Moisés y literalmente dijo: “aquellos que predican la Gracia, deben recordar que Jesús no vino a cancelar la Ley sino a confirmarla”. Lo que éste ministro lamentablemente nunca entendió fue que efectivamente, Jesús confirmó la Ley, la cumplió al morir y derramar toda su sangre (Heb. 9:22), y por ese sacrificio, ¡nosotros morimos a la Ley!
Pues mediante la Ley yo morí a la Ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No hago nula la gracia de Dios, porque si la justicia viene por medio de la Ley, entonces Cristo murió en vano” Gal. 2:19-21
Nuestras versiones auxiliares lo hacen aun mas claro
El Espejo de Francois Du Toit, Edición en Español |
Traducido de El Mensaje (The Message) |
¡Mi crucifixión con Cristo es válida! No estoy inventando esto. ¡En su muerte yo he muerto al antiguo sistema de tratar de complacer a Dios con mi propio buen comportamiento! Dios me revivió juntamente con Cristo. ¡Cómo puede cualquier esfuerzo humano mejorar esto! (Os.6:2 & Ef. 2:5) 2:20 Los términos, crucificado y resucitado con Él, me definen ahora. ¡Cristo en mí y yo en Él! (Jn.14:20) ¡Su sacrificio de amor es la evidencia de su persuasión de mi justicia! (¡La vida que ahora vivo en la carne la vivo por la fe del hijo de Dios! ¡Él cree en mi inocencia! Vivir por la fe del hijo de Dios significa vivir en la misma conciencia de Hijo que Jesús disfruta.) 2:21 ¡Es un insulto a la gracia de Dios preferir a Moisés en vez de Jesús! ¡Si la ley te pudiera justificar entonces Jesús perdió su tiempo muriendo en tu lugar! (¡Eso reduciría tu salvación a una ridícula competencia entre tu obediencia y la obediencia de Cristo! [Rom. 5:18-19])
¿Cuál es el insulto a la Gracia de Dios? |
Lo que en realidad sucedió fue ésto: Traté de guardar las reglas y de pagar con mis obras para agradar a Dios, y no funcionó. Así que dejé de ser un “hombre de la ley”, para poder ser ”el hombre de Dios”. La vida de Cristo me mostró cómo, y me habilitó a hacerlo. Me identifiqué totalmente con él; de hecho, he sido crucificado con Cristo. Mi ego ya no es el centro. Ya no es importante que parezca recto delante de ti, o obtener tu buena opinión, y ya no vivo queriendo impresionar a Dios. Cristo vive en mí. La vida que me ves viviendo no es “mía”, sino que es vivida por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. No voy a retractarme de ello. ¿No te es claro que volver a esa vieja religión de guardar reglas y apariencias ante los demás sería abandonar toda la libertad y relación tan personal que tengo con Dios? Me niego a hacerlo – me niego a repudiar la gracia de Dios. Si una relación viva con Dios pudiera obtenerse guardando reglas, entonces Cristo murió innecesariamente.
¿De qué manera se repudia la Gracia de Dios? |
En conclusión, esta Ley cumplida, al igual que una deuda pagada, se archivó en el archivo muerto, por tanto ya no podemos romperla, pues ya fue anulada, y una ley anulada no puede usarse en contra de nadie; ya no debemos permitir que nadie nos venga a cobrar una vieja deuda que además ha sido pagada en exceso. Mas Jesús no quedó en el archivo muerto, Él Resucito y nosotros junto con Él fuimos vivificados, hoy en nuestro espíritu y un dia en un cuerpo como el de Él.
Gloria a Dios que después de 2000 años, la Gracia del Evangelio está siendo rescatada de las ruinas del Viejo Pacto y de los escombros de la religión, al revelarnos por su Espíritu lo que Dios realmente dijo, lo que Jesús realmente hizo, y lo que Pablo realmente quiso decir. El Espíritu de Dios ha sido derramado sobre toda carne, y muchos ojos están siendo abiertos, y muchos errores doctrinales están siendo corregidos en los corazones humildes, a pesar de aquellos cuyo orgullo les impide reconocer su error, o cuyos imperios se caerían si la gente creyera la verdad, sin importarles cuantos se pierdan eternamente.
El ministerio de Lino Fino es simplemente despertar a la iglesia de Cristo a que conozca Su rectitud otorgada por Gracia, conforme a la verdad del Evangelio y a que aprenda a separar la Palabra del Nuevo Pacto de la del Viejo, como un buscador de oro lo hace en un rio o en una mina, separándolo de las rocas. Acompáñame en esta búsqueda de tesoros, la próxima semana.
Shalom