Me llevó 4 semanas para apoyar mi argumento de que la mujer de Apocalipsis 17, Babilonia la Grande, es la representación del sistema corrupto religioso que domina cada área de la sociedad – doctrinas humanas que oponen y rechazan todo lo que Cristo consumó en la cruz, proclamando que el hombre puede perfeccionarse a si mismo y llegar a las alturas mediante su propia habilidad, y obtener su propia justicia o rectitud por sus propios méritos y esfuerzos y no simplemente por la fe de Dios.
Sin embargo, años mas tarde, he tenido la oportunidad de conocer más acerca de este personaje, lo cual tú mismo podrás descubrir en la lectura del libro de Apocalipsis que ha sido incluído en la Biblia de Estudio El Espejo en inglés, cuya traducción en nuestro idioma se encuentra en progreso, por lo que puedo confirmar y ampliar acerca de todo lo que esta mujer representa: Todo lo opuesto a la Novia de Cristo.
Mientras que la Novia de Cristo vive consciente de su unión inquebrantable con Su Novio, bebiendo la copa del Nuevo Pacto, el cual representa la vida original de nuestro diseño – un regreso a nuestra inocencia original, bajo una identidad redimida y restaurada basada en nuestra imagen auténtica a semejanza de Dios, como fue representada en Jesús, con quien ya estamos juntamente sentados; la Copa de esta mujer ramera representa una unión a una alianza que falsifica la Copa del Señor, al tiempo que rechaza la vida de nuestro diseño, poniendo en tela de juicio nuestra identidad y oponiendo todo lo que la Sangre de Cristo comunica: Vida Nueva, abundante y eterna, perdón, restauración, salvación, libertad, Amor, Gozo, Paz, etc.
Contrario a la Novia de Cristo, quien disfruta de una mentalidad redimida y renovada, la mujer Babilonia perece lentamente bajo una mentalidad caída, distorsionada y de juicio, la cual se aferra a una identidad falsa o perdida, detrás de una fachada de belleza y esplendor falsificado:
Su falsificada belleza superficial y aparente esplendor no pueden esconder su verdadero carácter – como las tumbas blanqueadas que Jesús comparó con el sistema religioso: “¡Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la 1copa [potērion] y el plato, mientras por dentro siguen sucios con el producto de vuestra rapacidad y codicia! (Mat. 23:25, BLP), Ustedes son como hermosas tumbas decoradas por fuera, tratando desesperadamente de esconder el 2hedor de los cuerpos en descomposición que encierran”. Mat. 23:27. βδελυγματων 2bdelugma, derivado de bdeo – apestar. Du Toit Francois. Comentario en Ap. 17:4. Biblia de Estudio El Espejo.
No podeis beber de la copa del Señor, y de la copa de los demonios: no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. 1 Cor. 10:21
Te he mostrado también que el Evangelio no es simplemente una relación con Dios; el Evangelio es el anuncio de lo que ya le ha sucedido a la humanidad entera en Cristo: nueva vestimenta le ha sido otorgada, un parentezco real, como lo fue originalmente, una invitación a habitar continuamente bajo esta Paternidad , al lado de nuestro redentor, bajo su protección y cuidado, disfrutando de toda una herencia que es la Vida de nuestro diseño, obtenida como un fruto de Su Influencia Divina, y no de nuestra fuerza de voluntad y buenas intenciones, junto con todo lo que necesitemos para esta vida mortal, lo cual nuestro Padre nos suple sin mérito o esfuerzo propio, tan solo al vivir disfrutando de Su Amor, su Gozo y su Paz, conociendo lo que Él cree y conoce acerca de Nosotros – Su Fe, la cual demostró en la Cruz.
Por cierto, la palabra hebrea para herencia es ‘yarash’, cuyos significados van más allá de heredar riquezas o tomar posesión de propiedades, pues interesantemente su primer significado es ¡Calvario!, así como despojar, ocupar (militarmente), empobrecer, y aun destruir o traer a ruinas, que es precisamente lo que Jesús logró en la cruz:
Y habiendo despojado a (habiéndose desecho de) los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él. Col. 2:15
”Él despojó en la Cruz a todos los tiranos espirituales del universo de su falsa autoridad, y los hizo marchar desnudos por las calles”. El Mensaje (The Message, MSG).
Esta fue nuestra copa redentora – salvadora y suficiente, por Su propio Esfuerzo y Mérito y no el nuestro.
Aquí nos damos cuenta que este sitio militar o destrucción de ruinas no era contra la humanidad que rescató, sino contra todo lo que nos ha tenido cautivos. Este trabajo ya fue CONSUMADO, el diablo ya fue DERROTADO, tu herencia ya fue PAGADA, y tu has sido REDIMIDO; por tanto, tu eres hoy:
… linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que te llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9
Entonces, si ésto ya sucedió, ¿por qué nuestra sociedad no se ve tan ‘salvada’?
Lamentablemente, antes de que este ángel caído sea avergonzado delante de las naciones y para siempre deje de ser (Ez. 28:19; Zac. 9:1-4) , intentará cornar a la humanidad para que nunca conozca de su herencia, haciéndola creer cosas contrarias o falsas, por ejemplo: que el Evangelio de Pablo es mentira, que tú ´NO ERES´: que aun no has sido redimido, que tu identidad no es la de hijo de Dios (lo cual es una blasfemia para muchos), por el contrario, te hará sentir destituido, huérfano, que no cuentas con tal paternidad y que no existe tal parentezco ni tal unión entre tu y Dios, ni siquiera tal presencia en ti, pues no eres digno de Él, que tu pecado no ha sido perdonado, a menos que estés dispuesto a hacer esto o aquello…etc., etc., etc.; algo puedo asegurarte amado(a), que sólo creyendo sus mentiras podrá traerte a la ruina; para ello necesita de sus 7 cuernos, para perforar tu alma y robarte tu inocencia, tu imagen a semejanza de Dios, tu identidad en Cristo, la vida de tu diseño, etc., poniéndote de nuevo bajo la maldición de la Ley de las obras de la cual Cristo ya nos redimió:
Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: “Maldito todo el que cuelga de un madero,” Gal. 3:13
Quizá ya te hayas ya dado cuenta de cómo la religión te arrebata tu herencia, al negar, desacreditar o neutralizar el trabajo consumado de Jesús, haciéndote trabajar por lo que ya te ha sido dado gratuitamente en La Cruz.
De Cristo se han separado, ustedes que procuran ser justificados por la ley; de la gracia se han caído. Galatas 5:4
Más recordemos que el imperio Babilónico no sólo era religioso, sino todo un sistema de gobierno que controlaba todas las áreas de la vida de sus súbditos, llamado en este capítulo “El gobierno de la Bestia”.
Esta bestia ya nos había sido introducida en capítulos anteriores; en Apocalipsis 13, salió de las aguas, esto es, de las naciones, y su poder venía del Dragón (Ap. 12), alias la serpiente. Era de color púrpura – el color de la sangre; tenía 7 cabezas y diez cuernos (Ap. 17:3) , representando la amenazante destrucción que tal mentalidad ‘bestial’ implanta en todos aquellos que ‘comulgan’ con ella; ella llevaba nombres blásfemos, que en el griego es un sinónimo de “calumnias” – mentiras acerca de Dios y de Su Hijo Jesús:
¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo (el Mesías)? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 1 Juan 2:22
Es por esta razón que esta bestia se conoce en el mundo cristiano como “el anticristo”, aunque el libro de Apocalipsis nunca usa esa palabra para referirse a la misma, sino únicamente usa la palabra thērion, que significa simplemente “animal”, o “animal salvaje” usado metafóricamente para describir a un hombre bestial, brutal, feroz o salvaje.
Interesantemente, esta palabra es solo el diminutivo de “thēra”, que significa “cacería de bestias salvajes para destruirlas” y que también se usa metafóricamente para hablar de preparaciones para destruir a los hombres.
Sin embargo sus blasfemias serán algo mayor que negar al Hijo o negar al Padre, o a los dos; recordemos que Pedro negó al hijo y le fue perdonado. Israel negó al Padre muchas veces y al final negó al Hijo, más estarán a punto de descubrir su equivocación, y les será perdonado. Más hay un solo pecado que es imperdonable, en palabras de Jesús:
Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero. Mateo 12:31-32
De momento no puedo decirte realmente si ésto que leimos es exactamente lo que la escritura intentaba decir en su versión original, por lo mismo no te se decir si la blasfemia contra el Espíritu Santo sea simplemente ´hablar’ contra Él. En la actualidad existen por lo menos dos religiones cuyos líderes afirman ser este substituto o vicario de Dios en la tierra, uno de ellos es el Papa, quien en sus orígenes solo era “el vicario del Cesar”, y el famoso profeta del islam, a quienes sus seguidores le atribuyen ser “El Consolador”, “El que vendría después de Jesús”, “El que los guiaría a toda verdad”; si esta fuera tal mentira o blasfemia, pues aquí tenemos dos grupos que no serían perdonados….
Sin embargo, de acuerdo a Hebreos 10:29, la ofensa al Espíritu Santo, es simplemente INCREDULIDAD o RECHAZO DE LA CRUZ, y por consiguiente del Evangelio – el no aceptar el sacrificio de Jesús como nuestra propiciación; aquellos que no aceptan la paga de su sangre, y se dan la vuelta y dicen, yo prefiero mi religión, mis imágenes, mis dioses, mis profetas, mi meditación, mi filosofía, mi verdad, mis sacrificios, mi auto-limpieza, mis hojas de higuera….
Por consiguiente, esta bestia, no sólo negará al Hijo o al Padre, sino que negará lo que Dios ha dicho y consumado en favor de la humanidad – unirla inseparablemente a si mismo, eternamente; de aquí su misión por destruir a tantos humanos le sea posible, causando que muchos de ellos también blasfemen contra el Espíritu Santo, quien es el único verdadero substituto (vicario) de Jesús en la tierra. (Juan 14:26, 15:26, Juan 16:7-11 y 13-14; 1 Juan 2:27).
Es por esta razón que tenemos tantas personas cometiendo crímenes y acciones tan atroces y difíciles de comprender aun por ellos mismos, producidas de su mentalidad caída y distorsionada, a pesar de que pudieran practicar fielmente su religión, porque para ellos la religión es su manera de emparejar la balanza – sus obras buenas tratando de compensar por las malas, lo cual es contrario a la manera de Dios de hacernos ´justos´, mas puesto que la religión es esta copa falsificada, no hay cambio de corazón, ni de mentalidad, ni surge ningún amor ni compasión por los demás.
¿Por qué es esta ofensa tan imperdonable? Habiendo conocido el significado del perdón (del griego aphiemi, de apo – lejos de y eimi “Yo Soy”), el cual es la separación de lo que nos destruía, alias ‘la Ley’, pues nos separaba de nuestra verdadera identidad, es imperdonable porque que no hay otra manera de separarte de esa mente caída o distorsionada, fuera de Cristo en Ti. No hay salvación ni restauración a nuestra imágen original fuera de Cristo, puesto que Él representa nuestra identidad e inocencia original – Hijos de Dios, gloriosos, sin mancha y sin arruga. Para entenderlo, leamos este fragmento del Espejo:
Hebreos 9:22
“Así, de acuerdo a la ley, todo era limpiado mediante sangre; el ¹perdón estuvo siempre asociado con el derramamiento de sangre. (La idea de poner fin o clausura a un caso particular era comunicada en la muerte de una víctima inocente. La sangre simboliza esta moneda. Ver 1 Pedro 1:18,19. La palabra traducida perdón o remisión, es ¹aphiemi, compuesta por apo – fuera de, y hieimi – una forma intensa de eimi, ‘yo soy’; por tanto, perdón es en esencia: restaurar la verdad en la identidad auténtica. La herida, el insulto, la vergüenza, hostilidad o culpa ya no nos define como individuos)”
1 Pedro 1:18 -19
“Es claro ver que ustedes fueron rescatados de la vana mentalidad caída que heredaron de sus padres, no con dinero de su propia labor, representado por los fluctuantes valores del oro o la plata, y los planes de sus esfuerzos religiosos; sino que fueron redimidos con la preciosa sangre de Cristo; Él es el sacrificio perfecto; impecable y sin mancha. ¡Él completa toda la profecía! (¡En Él, Dios habla en el lenguaje más radical de la ley del juicio, y trae un final al sistema muerto y redundante! En el Salmo 40:6,7, ¡está claramente expresado que Dios no requiere sacrificios u ofrendas! ¡Jesús es el Cordero de Dios! ¡Él se enfrenta victoriosamente con el vano sistema sacrificial, por el cual las ofrendas eran constantemente hechas al monstruoso seudo dios enojado de nuestra imaginación!
¡Éste es el escándalo de la cruz! Dios no demanda un sacrificio para cambiar su forma de pensar acerca de la humanidad; Él provee el sacrificio de Si mismo, en Cristo, para erradicar para siempre la conciencia de pecado de nuestras mentes y también cambiar radicalmente la manera que nosotros pensamos de nuestro Creador, de los demás, y de nosotros mismos! [La conciencia de pecado es aquella basada en las obras]. Dios no vistió a Adán con la piel de animales sacrificados por una necesidad divina de ser apaciguado, sino por su incondicional amor hacia Adán, Elohim habló el lenguaje del propio juicio de Adán: Adán, no Dios, estaba avergonzado de su desnudez. ¡El vestido no era para que Dios viera a Adán de manera diferente, sino para hacer que Adán se sintiera mejor acerca de sí mismo! Y finalmente, era para preparar proféticamente a Adán para a revelación del misterio de la redención de la humanidad en la Encarnación. Aquí, la Deidad se vestiría a sí misma en piel humana – en un Hijo; ¡y El León de Judá, llegaría a ser el Cordero de Dios, a fin de libertar nuestras mentes para re-descubrir Su imagen y semejanza en nosotros! Ver 1 Pedro 1:2).
El Espejo de la Palabra, Du Toit, Francois.
Concluiremos este capítulo en el siguiente blog.
Gracia en Abundancia
Rev. Marzo, 2020