Libertando Libertadores

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De observar la manera en que el enemigo continua atentando gradual y progresivamente contra la vida y el futuro de nuestros niños  y adolescentes, no sólo a través de crímenes contra ellos y su sexualidad, como es el tráfico de niños, o la misma  lucha feroz por legalizar la matanza de humanos dentro del vientre,  y otro tipo de atrocidades, o aun a  través de la cultura y la educación,  me doy cuenta que todo ésto es algo similar a su atentado por impedir que  Israel  fuera libertado, al influenciar a faraón a matar a todos los bebés varones,  o cuando a través de  Herodes eliminó toda una generación en Belém para atentar contra la vida del bebé Jesús,  pues El nos libertaria a todos.

Lo anterior me hace creer que esta generación será la que estará llevando la libertad del verdadero Evangelio de Gracia a  aquellos que aún están en cadenas.   Por lo mismo, necesitamos padres y maestros llenos de la Gracia de Dios, del poder de Su Espíritu,  y conscientes del poder de la Sangre de Jesús,   para que los planes de Dios no sean abortados en la vida de nuestros hijos.

De la enseñanza que compartí en los últimos 3 artículos aprendimos que  nuestra condición espiritual determina no sólo si gozamos de nuestros privilegios como Hijos de Dios, sino también si nuestros hijos podrán gozar de los mismos.  Como vimos,  la consciencia de pecado afecta nuestra opinión de Dios y por consiguiente nuestra capacidad de recibir de Él, afectando también nuestro liderazgo espiritual, pues como confiar en un Dios  a quien tememos, o de quien  esperamos lo peor.

La Palabra nos muestra repetidamente que la falta de  liderazgo en la vida de un niño, o  la falta de afirmación de su identidad y valor en Cristo puede robarles de un destino glorioso,  pues un niño que crece sintiéndose ignorado,  rechazado,  o sin valor, crecerá con  un vacío que por lo general resulta en adicción, hábitos auto-destructivos o en inmoralidad sexual.

Lo anterior no tiene el fin de crear culpa o condenación en los padres, sino en enfatizar la importancia de que seas establecido(a) en el Evangelio de Gracia para que esta misma culpa o condenación no logre boicotearte  en tu liderazgo y crianza de los hijos que amas.

Ya sea que seas madre o padre soltero(a), o que te haya tocado ser  la cabeza espiritual de la casa, porque tu cónyuge no es creyente;  o aun estando casado(a)  con otro creyente, es muy importante que entiendas  el Evangelio de la Gracia de Cristo sin adulterar, pues si no logramos entender que nuestra rectitud es una persona, Jesucristo,  y que fue su obediencia y no la nuestra, su obra consumada y no nuestras obras lo que nos dio su Gracia Divina, nuestra labor de padres posiblemente será desalentadora y frustrante, pues  nunca podremos alcanzar los mismos resultados en nuestras propias  fuerzas, sabiduría y recursos limitados, que descansando en el poder del Espíritu Santo, en su Sabiduría y recursos sobrenaturales.

Si no es por Gracia,  no podrá ser por fe, (Rom. 4:16) y si no es por fe,  no es posible ser influenciado por  Dios (Heb. 11:6), y sin su influencia, ¿quien impide la destrucción?

2 Tim. 3:15  nos dice:

Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.

babyEn el griego,  la palabra traducida como “infancia”  es el griego  “brefos”  que significa “feto”  o “niño no nacido”. Al enviar la Palabra de Cristo (del Nuevo Pacto) a tu hijo(a), si es posible desde el vientre,  El Espíritu Santo dará la impartición, la sabiduría y la enseñanza y  tu verás la maravilla que El hace con tu bebé.

Así mismo, la palabra para salvación, “soteria”, significa también liberación, salud, protección,  seguridad,  no solo de nuestro espíritu,  sino también de  nuestra alma y aun nuestro cuerpo, lo cual es un proceso  que requiere nuestro acuerdo  y disponibilidad hasta el día que nos encontremos con Jesucristo cara a cara.

Si tu hijo es pequeño, o ya ha crecido, mas no se rehúsa,  invítalo a conocer junto contigo a Jesucristo y su Gracia, y todo lo que somos en El; esta será la instrucción que le guiará el resto de su vida y que lo conducirá en continuo estado de “salvación”, no del infierno o la muerte eterna, pues ésta es  por Gracia,  sino de los continuos planes y armas que el enemigo forjará contra él o ella mientras viva en esta tierra;  enséñale a contemplar La belleza de nuestro Salvador, Su obediencia, Su dulzura y amor, para que a medida que se contemple en ese espejo, pueda ser transformado a Su Semejanza,   y descansa en el Espíritu Santo para que haga su labor; de la Gracia que recibas de Él, así da: perdón,  paciencia,  tolerancia,  amor,  aceptación.

Desecha la maldición y las palabras de ira sobre tus hijos,  acepta ser instrumento de su bendición,  hablando palabras de Gracia, como aprendimos en lección anterior. Después de todo, ellos son nuestros oyentes cautivos durante sus años de formación,  más valiosos que cualquier otro oyente a quien queramos deleitar.

Manoa no tuvo el privilegio de instruir a  Sansón como tu puedes hacerlo con tus hijos,  de darles a conocer lo que son en Cristo, su  llamado y su identidad celestial,  que es superior a cualquier cosa que la tierra ofrece.

Shalom.

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