De los estudios anteriores podrás concluir que tú has sido llamado para buenas obras que Jesús preparó por adelantado para que camines en ellas (Ef. 2:10), las cuales NO determinan tu prosperidad, ni tu justificación ni nada de lo que tu recibas de la Cruz POR FE; entre más te deleites en su Reino y Su Justicia – Jesucristo, más Gracia recibirás y todo te será añadido.
Creo que ya escudriñamos la escritura lo suficiente para entender que las obras de caridad (de la palabra “charis’ que significa Gracia”) son un fruto del Espíritu y no un trabajo que hacemos para obtener la justificación, el favor o la bendición de Dios, incluyendo su prosperidad. Nuestras obras simplemente serán nuestra confesión de que hemos creído el Evangelio de Gracia cuando éste de fruto en nuestros corazones.
Los frutos de Su Espíritu y la Gloria de Su rectitud reemplazarán toda hoja seca de tu vida como hojas arrancadas por un viento fuerte : Su prosperidad hará huir tu pobreza; Su sanidad hará huir tus enfermedades; Su perdón hará huir tus resentimientos y rencores; Su Gozo y Su Paz harán huir tus tristezas y tus preocupaciones; Su Rectitud/Su Justicia hará huir tus injusticias; Su perfecto Amor hará huir tu temor y así un día estarás dando tanto fruto que muchos serán bendecidos y aun recibirás recompensa en esa cosecha de Vida Eterna en la tierra, y cuando recibas tu galardón en el Cielo.
Aprendimos también que aquel que hace el bien a los Hijos de Dios, sea el pueblo de Israel, o a uno de los más pequeños entre Su iglesia, es como si se lo hicieran a Jesús; éstas son las obras de la fe y habrá recompensa para todo aquel que tenga fe, la cual requiere que todo aquel que venga a Dios crea que El es galardonador de todo aquel que diligentemente lo busca (Heb. 11:6); sin embargo, no debes verlo como una paga, pues si es paga, ya no es por Gracia y no queremos que Dios nos pague nada, sino que todo nos venga por Su Gracia, como Favor Inmerecido, pues el que lo hizo todo fue nuestro Señor Jesucristo, por lo mismo todo lo que hagas debe darle la Gloria a Él.
Nuestro Padre es tan maravilloso que no sólo envió a Su Hijo Unigénito a pagar nuestra deuda, sino que Él nos encuentra, Él nos restaura, nos habilita, nos llena, Él nos da el querer y como hacer su buena voluntad y aun nos recompensa por hacerlo, sólo por creer en Su Hijo. Por tanto no te canses de hacer el bien.
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. Hebreos 6:10
En ningún momento sugiero que no debemos darle al pobre y al oprimido; sin embargo, no será nuestra dádiva lo que los sacará de su pobreza, sino que ellos crean en El que nos envía. Jesús vino a anunciar las buenas noticias al pobre (Lucas 4:18; 7:22) para que ya no sea pobre; Mas Jesús dijo que al pobre lo tendríamos siempre (Mat. 26:11); El sabía que no todos creerían en El. Aunque existen muchos ministerios y programas de ayuda al pobre, al no dejarles escuchar el Evangelio de Gracia, la gente seguirá pobre, aun cuando tengan trabajo, pues la maldición de la pobreza no se puede romper con programas altruistas o de gobierno, para ello se necesita fe en la Cruz de Jesús.
Más cuando les llevamos el Evangelio de Gracia, cumplimos Mateo 25:34-36, pues les llevamos el Pan de Vida y el Agua de Su Espíritu para que nunca más tengan hambre ni sed; los vestimos con Lino Fino, para que nunca más se sientan desnudos, o sucios; les llevamos el Espíritu de Libertad y de Vida para que salgan de sus prisiones, para que rompan sus cadenas; les hacemos llegar la verdad que los hará libres, sanos, y enteros y les damos una nueva identidad, una familia real y una patria celestial para que nunca más sean extranjeros. En otras palabras, nosotros les llevamos el Evangelio de Gracia , y a los que lo reciban, a los que crean en Su Nombre, Dios les da la autoridad de ser hechos Hijos de Dios, (Juan 1:12) y entonces El se encargará de sacarlos de su pobreza y de romper toda maldición. El hará la obra y la transformación en sus Vidas. Es así como sembramos Vida Eterna.
Shalom