Después de saber el significado que Pablo le dio a la leche, vemos que cuando Isaac fue destetado, Ismael comenzó a “burlarse” (Gen. 21:9). Esta palabra traducida del hebreo puede interpretarse como “jugar”, “divertirse”, o aún “insultar”; sin embargo, leemos
Pero así como entonces el que nació según la carne persiguió al que nació según el Espíritu, así también sucede ahora. Gálatas 4:29
La palabra que Pablo usa es “perseguir”, es el griego “diōkō” lo cual implica “hacer correr o huir”, o “ir tras de alguien” como un cazador. Por causa de esto, Dios le habló a Abraham para que despidiera a Agar.
«Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre.» Gal. 4:30
Cuando Abraham despidió a Agar y a su hijo Ismael, les dio pan y un odre de agua,
Cuando el agua del odre se acabó, ella dejó al muchacho debajo de uno de los arbustos.
Entonces ella fue y se sentó enfrente, como a un tiro de arco de distancia, porque dijo: “Que no vea yo morir al niño.” Y se sentó enfrente y alzó su voz y lloró. Gen. 21:15-16
Agar, quien tipifica La Ley de Moisés o el Pacto Aarónico, (Gal. 4:24) oraba al Señor, mas nota como antes de alzar su voz ya se había preparado para la muerte, y para dejar morir al muchacho. Esto nos dice que no tenía fe, pues la Ley de Moisés no imparte fe en los corazones. Por lo mismo, Dios no la oyó a ella:
Dios oyó la voz del muchacho que lloraba; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: “¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano, porque Yo haré de él una gran nación.” Gen. 21:17-18
En este pasaje notamos a Ismael débil, e inútil, aun cuando era aproximadamente 14 años mayor que Isaac. Por el contrario, sabemos que Isaac cargó su propia madera cuando subió al monte Moriat con su padre para ofrecer un sacrificio.
Por esto mismo Pablo les dijo a los Gálatas, judíos que vivían en Galacia y que habían creído en Jesucristo, pero que no cesaban de seguir los rudimentos de la ley:
Pero ahora que conocen a Dios, o más bien, que son conocidos por Dios, ¿cómo es que se vuelven otra vez a las cosas débiles, inútiles (sin valor) y elementales, a las cuales desean volver a estar esclavizados de nuevo? Gal. 4:9
Estas cosas débiles, e inútiles, estos rudimentos – la ley, producen debilidad y esclavitud en el cristiano, pues el peso de la ley demanda perfección que solo Cristo pudo cumplir. Aun cuando nos hagamos creer que cumplimos la ley, nuestra consciencia nos acusa y al caer en condenación perdemos nuestra libertad.
Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Fue y llenó el odre de agua y
dio de beber al muchacho. Dios estaba con el muchacho, que creció y habitó en el desierto y se hizo arquero. Gen. 21:19-20
Nota como Dios tuvo que abrir los ojos de Agar para que viera el agua. El agua estaba ahí, solo que ella no la veía.
Jeremías nos dice porque:
Maldito el hombre que en el hombre confía, Y hace de la carne su fortaleza (brazo), Y del Señor se aparta su corazón. Será como arbusto en lugar desolado Y no verá cuando venga el bien; Habitará en pedregales en el desierto, Una tierra salada y sin habitantes. Jer. 17:5-6
Si tú aun no has heredado la promesa, si aún no estas reinando, quizá aun no has echado a Agar de tu casa. Estar bajo la tutela de Agar, alegoría de La Ley escrita en piedra, te hará débil e infértil, y te producirá ceguera, maldición, enfermedad, pobreza y en casos extremos la muerte lenta.
La Gracia de Dios nos habilita y fortalece para todo lo que hemos sido llamados, comenzando por hacernos aptos para heredar.
Si tú estás sufriendo estas aflicciones, quizá vivas un momento: “Dios me ama, Dios me perdonó, Dios me ha salvado” y otro momento: “¿De verdad Dios me ama? Entonces ¿por qué…?”, “¿De verdad Dios me ha perdonado?, entonces ¿por qué ….?” “No sé si de verdad soy salvo o no, espero que sí”. Quizá cuando un problema acontece pienses: Que estoy haciendo mal, en lugar de “que estoy creyendo mal”.
Una vez que Abraham hecho fuera a la esclava, Isaac, quien ya comía alimento sólido, comenzó a florecer, y sus padres comenzaron a prosperar tanto, que aun Abimelec, el mismo rey que había tomado a Sarah para su Harem unos cuantos años atrás lo notó, de manera que quiso hacer un pacto con Abraham porque sabía que Dios estaba con él. Aun cuando Abraham solía caminar con temor de sus enemigos, reprendió a Abimelec, (Gen. 21:22-24). Abraham señoreo sobre su tierra y reinó en su vida en los lugares altos. Fue hecho la cabeza y no la cola.
El establecerte en la Gracia de Dios te puede llevar un tiempo, pero traerás frutos “de la Promesa” que te traerán tal regocijo que te harán olvidar tus tiempos de aflicción.
Finalmente, la Biblia dice que Ismael se volvió arquero. Si antes perseguía a Isaac, me imagino que su arco le permitió perseguir a muchos. Sus dardos llenos de rencor y celos aún siguen persiguiendo a los Hijos de Sarah, y destruyendo a los más débiles e indefensos, muchos de los cuales viven solo de “leche” hasta el día de hoy. La nación de Israel es la mas bendecida sobre la tierra, y aun la mas perseguida porque no han creido en la Gracia de Dios.
No temas de aquellos que van a perseguirte al haber sido “destetado”. Aquellos a través de los cuales el diablo usará para enviarte sus dardos de fuego. El favor de Dios estará contigo y con todo aquel que exalte el nombre de Jesucristo y su Evangelio de Gracia.
Si tú te estableces en Su Justicia – “La Rectitud de Dios en Cristo“, ninguna arma forjada contra ti prosperará, es una promesa:
En justicia serás establecida.
Estarás lejos de la opresión, pues no temerás,
Y del terror, pues no se acercará a ti.
Si alguien te ataca ferozmente, no será de Mi parte.
Cualquiera que te ataque, por causa de ti caerá……
Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
Y su justificación procede de Mí,” declara el Señor.
Isaías 54:14-17