Pablo comienza Romanos 2 hablándole a aquel o aquellos romanos que insistían en vivir bajo la Ley, siendo que los romanos no vivían bajo la Ley de Moisés antes de ser salvos (vimos que son salvos, pues Pablo habla de que el mundo entero está escuchando de su fe (Rom. 1:8)). Sin embargo percibimos por las Palabras de Pablo que alguien ha venido a desacreditarlo delante de este pueblo, atacando Su Evangelio de Gracia, dejando a las ovejas bajo la Ley, con un espíritu diferente, un espíritu de criticismo, de acusación y de juicio.
Aunque Pablo no identifica por nombre a ese alguien, sabemos que conoce la Ley porque es un judío (Rom. 2:17), por lo mismo comienza por decirle que “no tiene excusa” pues bajo la Ley, el juicio de Dios es inevitable.
Sabemos que el juicio de Dios justamente cae sobre los que practican tales cosas. Rom. 2:2
Estas cosas las expliqué en mensajes anteriores. La Ley de Dios no puede tomarse como algo casual, pues la Ley es tan íntegra e indivisible que no puede seguirse solo parcialmente, solo en el punto que nos sea fácil, ni tampoco puede diluirse para seguirse solo en la medida en que podamos, y la consecuencia de romper la Ley es demasiado severa: vivir bajo la maldición (Deut. 28:15-68)
Al leer el primer versículo, es como si Pablo nos trasladara al futuro, a nuestro tiempo, para hablarle a muchos pastores y predicadores que durante nuestra generación predican del Viejo Pacto y escriben libros o suben videos a YouTube juzgando, criticando y difamando a otros que ante SUS OJOS (no ante los ojos de Dios) son reprobados, principalmente contra aquellos que predican la Gracia, pronunciando juicio y fuego del cielo contra ellos, sin saber que al acusar a otros ellos se hacen culpables del mismo pecado, pues estando bajo la Ley somos culpables de romperla TODA, por lo cual Pablo les dice:
¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, que escaparás del juicio de Dios? (Rom. 2:3)
Y les habla del verdadero arrepentimiento, el que se produce cuando recibimos la benevolencia y la Gracia de Dios
¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Rom. 2:4)
La palabra griega para “tienes en poco” es kataphroneō, la cual es algo mucho mas que “tener en poco”, es condenar, despreciar, desdeñar, pensar como que no es nada, lo cual nos indica que esta(s) persona(s) se reusaba(n) a creer en la Gracia de Dios, a lo cual Pablo llama “corazón no arrepentido”; por tanto, éste es el único arrepentimiento al que debemos llamar a la gente: a desistir de su esfuerzo abandonando la mentalidad de la Ley, de la “religión” y a recibir el Evangelio de Gracia – (no el hay evangelio en la reinstitución de las obras de la Ley), pues de no “arrepentirse”, de no recibir la Gracia del Nuevo Pacto, esto es lo que sucede:
Pero por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios. El pagará a cada uno conforme a sus obras: a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna; (Rom. 2:5-6).
Este último versículo, cuando se lee solo y fuera de su contexto de Rom. 2:4-5, y fuera del contexto de las cartas de Pablo, y fuera del contexto del Nuevo Testamento, nos hace pensar lo mismo que la religión y que las novelas nos enseñan: haz el bien y te irás al cielo. Es por ello que en cada nueva telenovela la maldad aumenta y las tragedias de los “buenos” también aumentan, pues viven bajo la Ley, por lo cual viven bajo la maldición (sólo un chascarrillo).
mas he aquí los mismos versos en una nueva Paráfrasis versión de la Biblia de Estudio ‘El Espejo’
5 Un corazón insensible que resiste el cambio acumula la causa de la autodestrucción, mientras que el justo juicio de Dios se revela a plena luz del día. (El evangelio declara abiertamente que Dios declaró inocente a la humanidad.) 6 Al resistirlo, estás solo; tus propias obras te juzgarán. (Rechazar su bondad [v 4] te mantiene atrapado en un estilo de vida regido por la conciencia del pecado y la condenación). Rom. 2:5-6 El Espejo de la Palabra de Francois du Toit,
El juicio de Dios se llevó a cabo, declarando a la humanidad ‘inocente’, en Jesucristo. Toda mentira tiene apariencia de verdad, es por ello que la gente la cree. Recordemos a Cornelio, el Centurión, quen hacia el bien y sus dádivas llegaron a ser consideradas “memoriales” ante Dios. (Hechos 10:4) Así mismo, el vers. 6 nos confirma que efectivamente, Dios se agrada del bien que hacemos; aun así, a Cornelio necesitaba la seguridad de que Dios lo estaba escuchando, para hayar ‘descanso’ por lo mismo Dios le envió un ángel para decirle que trajera a Pedro, para que le predicara el Evangelio de la Gracia, y pudiera ser ‘confirmado’ en esta verdad.
Al pronunciar Pedro “todo el que cree en El recibe el perdón de los pecados”, Cornelio, junto con todos los que había reunido en su casa recibieron el Espíritu Santo, lo cual nos indica claramente que no tuvieron en poco la Gracia de Dios. Que momento tan glorioso que podrás encontrar en Hechos 10. Nota que Pedro nunca puso ningún requerimiento ni condición a la conversión de Cornelio, diciendo: “arrepiéntete de tus pecados” o “confiesa tus pecados”, ni ninguna otra carga añadida por la religión.
Lo anterior nos mostró que cuando perseveremos haciendo el bien, cuando nuestro corazón tiene sed de justicia (rectitud), seremos saciados (Mat. 5:6), pues Dios nos ha dado a Jesucristo, anunciado en el Evangelio de Gracia, en quien hay “honor, inmortalidad: vida eterna.” Todo aquel que lo recibe, será saciado.
Shalom