La tercera parte de Gálatas 4 sumariza el Evangelio. Cuando escuches a algún religioso defender la Ley del Viejo Pacto o hablar contra la Gracia, pídele que lea Gal. 4:21-31, que tu mismo puedes leer en tu versión favorita, y que yo te presento en este link, así como en las paráfrasis del Espejo de la Palabra (Mirror) de Francois Du Toit, y El Mensaje (Msg).
Ya que están tan intrigados por la ley, por favor comprendan su mensaje profético: Gal. 4:21 (Mirror)
Dime ahora, ustedes que se han enamorado tanto con la Ley: le han visto bien de cerca. Gal. 4:21 (Msg)
Tan solo nuestro primer verso revela cosas tremendas: El Espejo nos revela que la Ley estaba profetizando de algo o de alguien; El Mensaje nos hace pensar en el amor a primera vista, el cual se convierte en decepción cuando revela su verdadera cara o su verdadero color, dejándonos sin aliento, como aquel novio que al dia siguiente de la boda, siente que le cambiaron a la novia, tal y como le sucedió a Jacob. Continuemos:
La ley registra el hecho de que Abraham tenía dos hijos: uno nacido de la esclava, y el otro de la libre. Uno fue producido por la carne (hágalo usted mismo), el otro por fe (la promesa). Gal. 4:22-23 (Mirror)
El hijo de la esclava nació por connivencia humana; el hijo de la libre nació por la promesa de Dios. Gal. 4:23 (Msg)
Nuevamente estas paráfrasis nos confirman lo que es la carne: “hágalo usted mismo”. El mundo en el que nacimos nos enseñó que hacerlo todo por nosotros mismos significa la libertad y la independencia y aun el éxito, mas esta escritura lo considera “esclavitud”.
Un sinónimo de la palabra connivencia (no convivencia) es “confabulación”, que por lo general involucra algo ilícito. Abram no hizo nada ilícito cuando engendró a Ismael, pues era una provisión de la ley de su tiempo tener un hijo con la sierva de su esposa, mas le costó 13 años de silencio de Dios. No fue hasta que la carne de Abram quedo totalmente sin fuerza cuando Dios cumplió su promesa – un hijo legítimo con su propia esposa, de quien vendría la bendición de toda la tierra. ¿Te das cuenta como hemos sido engañados a creer que somos libres viviendo de nuestro esfuerzo e ingenio, siendo independientes de Dios? Si, se que es contrario a lo que el mundo cree, pero nosotros no pertenecemos a este mundo lleno de labores, que es el significado del griego “poneros”, traducido como “maldad”.
Sigamos leyendo:
Hay un significado paralelo en la historia de los dos hijos: ellos representan dos sistemas, obras, y gracia. Gal. 4:24 (Mirror)
Los dos nacimientos representan dos formas de relación con Dios. Gal. 4:24 Msg
Amado(a), ¿cómo te relacionas con Dios, como esclavo o siervo, o como Hijo -libre por su Espíritu? ¿Bajo cuál sistema vives, el de tus obras o el de tu fe en Su Obra Consumada? Se que a la religión la llaman la fe, aunque en realidad se basa en las obras de la Ley y la Ley no es de fe. Me dirás: “Si, pero la fe sin obras es muerta”… aunque de ello hablé en blogs anteriores, leamos hoy lo que Gal. 4 dice acerca de las obras:
Sinaí es una montaña rocosa de Arabia llamada así por Agar, (fuera de la tierra prometida). Su asociación con la ley de Moisés refleja a Jerusalén como la capital del legalismo judío. Agar es la madre de la ley de las obras. Pero la madre de arriba, la verdadera madre de la humanidad es Gracia, la Jerusalén libre, ella es la madre de la promesa. Gal. 4:25-26 (Mirror)
Una es del Monte Sinaí en Arabia. Corresponde a lo que hoy sucede en Jerusalén, una vida de esclavos, produciendo esclavos como descendencia. Este es el camino de Agar. En contraste a esto, existe una Jerusalén invisible, una Jerusalén libre, y ella es nuestra madre, este es el camino de Sara. Msg
Jerusalén es el centro de la religión, y donde cada una de las religiones representadas ahi han luchado y siguen luchando, algunas hasta la muerte, por su reconocimiento mundial, dominación y supremacía. En el tiempo de Pablo solo existía la religion judía y la de los gentiles (griegos, romanos y demás) mas Pablo la llama Agar y durante el estudio del Libro de Apocalipsis vimos que a Jerusalén la llaman “Sodoma y también Egipto” (Ap. 11:7-9). Mas la Jerusalén invisible es nuestra tierra prometida – Ciudad de Paz, este lugar es la Gracia de Dios, como intenté mostrarlo en mi estudio del Vientre de la Gracia, y como Pablo intentó dar a conocer antes de que la religión lo encubriera y cambiara.
Si eres obediente bajo el sistema de las obras, obedecerás al pie de la letra, principalmente cuando haya una recompensa o una amenaza, y aun cuando te ordenen a matar lo harás, pues este sistema no produce amor verdadero en el corazón, amor genuino sin fingimientos, amor que te permita ver el oro en las personas y no el bronce, como Dios nos ve, amar al que es diferente a nosotros, al que no entendemos o a quien tememos.
Mas en el sistema de Gracia, ¿cómo obedece el hijo una promesa de un padre amoroso? Simplemente le cree y espera y vive creyendo y esperando, como un niño pequeño, contentándose con lo que su padre le da, sin cuestionar sus motivos. Este sistema produce fruto de paz, fruto de amor, fruto de gozo y muchos otros, no por nuestra intención o fuerza de voluntad, sino por su Espíritu, esta es la vida de Dios, y es solo el comienzo.
La transición es difícil, habiendo sido esclavos en el mundo como algo natural, el ser libres por su Espíritu, solo sucederá “sobrenaturalmente”.
Shalom y Gracia en Abundancia.