Después de haber escudriñado la escritura en todo lo referente a la prosperidad, deseo que tu fe haya quedado fortalecida para que recibas tu provisión de la Justicia de Dios, (no de la tuya propia), al igual que tu salvación y tu sanidad. Lo importante es que recuerdes que tu prosperidad, así como tu salud aumentarán en proporción como prospera tu alma. (3 Jn. 1:2) Tu alma prosperará conforme creas la Palabra del Nuevo Pacto. De la abundancia que creas y recibas en tu corazón, de esa abundancia hablará tu boca, (Luc. 6:45) y de la abundancia de tu boca comerás y serás saciado (Prov. 18:21).
Lo importante es que sepas que tu Abba Padre es solo Amor y Gracia, y que de Él no viene nada de lo malo que acontece en tu vida o en el mundo entero; por el contrario, El dará a conocer su camino a los incrédulos través de su bendición en tu vida y no de su maldición:
Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, Y haga resplandecer Su rostro sobre nosotros, (Selah) Para que sea conocido en la tierra Tu camino, Entre todas las naciones Tu salvación. Salmo 67:1-2
Este “tenga piedad” es la palabra “chanan”, que significa “Ser lleno de Gracia”, “Mostrar Favor ”
La gente a tu alrededor se dará cuenta de tu bendición y de que que la escases no existe en la Casa de Tu Padre. Noemí y Elimelec dejaron Belém, que significa: “Casa de Pan”, para buscar su pan en un país extranjero, dependiendo de sus propias fuerzas; sin embargo, tanto Elimelec como sus hijos murieron en esa tierra. Mas cuando Naomi regresó sin nada, supo que en Belém el pan no se agotó. De hecho, Noemí resultó ser la abuelita de Obed, quien fue el abuelito del Rey David, de quien vendría nuestro Pan de Vida, Jesucristo.
El Pueblo de Israel vivía en la tierra de Gosén, que significa “acercarse”. Las plagas que azotaron a Egipto no tocaron esta tierra. Mientras tanto, Egipto vio como todos los recursos de los cuales vivían fueron destruidos. El agua del Río Nilo se convirtió en sangre y los peces murieron, así como su ganado, su cosecha, todo quedó destruido, su mano derecha quedó herida cuando los primogénitos murieron, y su poderoso ejército, junto con Faraón se ahogó en el mar Muerto.
El mundo depende de su cosecha, de sus recursos naturales y terrenales y de su propia fuerza para vivir. Nosotros no tenemos que mirar más a nuestra cosecha, pues nuestros
recursos ya no vienen de la tierra, ni de nuestro esfuerzo terrenal, nuestra provisión es celestial y nos llega a través del cimiento de plata en el que estamos parados, nuestra redención, a través de nuestra cobertura de oro – nuestra rectitud que es Cristo; el mundo mira hacia abajo, nosotros miramos al cielo donde estamos sentados como Hijos de Dios junto con Cristo al lado del Padre gracias a que Jesús fue puesto bajo la tierra para que al levantarse de la tierra pudiera ser nuestro Árbol de la Vida, del cual dependemos, por lo mismo podemos ser bendecidos con más que suficiente para ser de bendición a los demás.
Basado en lo anterior, si algo nos falta, lo pedimos a nuestro Padre con nuestra fe puesta en ese maravilloso trabajo consumado de Su Hijo y sabiendo que Él nos ama, y que pagó tal precio por nosotros, cuanto mas no nos suplirá todas las cosas. (Salmo 34:10, 17, Fil. 4:6, Juan 16:23-24, etc). No quiero decir que no tengamos que trabajar, mas un trabajo bajo el favor de Dios será prosperado sin tener que consumirnos con el mismo.
Aprendimos de Lucas 11:9-13 que El no nos dará una piedra si le pedimos un pan, ni una serpiente cuando le piden un pez, o un escorpión cuando le piden un huevo
Por tanto, si tu iglesia te sirve el Pan fresco, el Pan de Vida – Jesucristo, con el vino de Su Sangre, con el Agua de Su Espíritu, con el Pez fresco que es Su Evangelio de Gracia, El Huevo que es La Semilla de su Buena Doctrina, tu mesa va a estar siempre bien aderezada y tu copa rebosando, por tanto tu sembrador es digno de que compartas con Él o ella toda cosa buena sin temor, del fruto de tu amor, y de lo mucho que Dios te añada al aprender a buscar “Su Reino y Su Justicia.”
Más si te sirve la piedra de la Ley, tus finanzas y tu vida entera serán puestas bajo la limitación de tu propio desempeño y fuerza, caído de la Gracia de Dios, como la escritura nos lo ha mostrado a través de este estudio. Por lo anterior, y como lo hemos enfatizado antes, es de vida o muerte que no prestes tus oídos a palabras o a ministerios que quieran atar esta piedra alrededor de tu cuello. En los mensajes siguientes aprenderemos como identificarlos.
Shalom