Hoy comenzamos el Capítulo 10 de Apocalipsis. El número 10 en hebreo es la letra Yod, cuyo pictograma es una mano o un brazo. Esta letra es la primera letra en el nombre de Dios “YHVH” el cual, si traducimos directo de sus pictogramas diría: “Mano de Gracia Clavo de Gracia” (Yod – Hei – Vav – Hei).
Así mismo, esta letra, por sí misma es la más pequeña del alfabeto y Jesus la menciona en Mat. 5:18
Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña, ni una tilde de la ley, hasta que toda se cumpla.
Jesús ya cumplió toda la Ley con su mano de Gracia, y en este capitulo vemos lo que obtuvo al cumplirla.
Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube. El arco iris estaba sobre su cabeza, su rostro era como el sol y sus pies como columnas de fuego. Ap. 10:1
¿De quién está hablando? Este ángel poderoso es el mismo que encontramos al principio de este libro, un Ángel con rostro radiante como el sol, (Ap. 1:16), y pies como columnas de fuego. (Ap. 1:15) Este es nuestro Señor Jesucristo, pues el arcoíris es el símbolo de ese tratado de Paz que El mismo diseñó junto con su Padre en favor de la humanidad y que declara ¡NO MAS IRA! De hecho, por parte de Él, nunca la hubo ….todo fue una mala impresión en la consciencia de pecado del hombre. Solo existe ira de parte del hombre, por causa de la Ley. La ¡Ley produce ira! Rom 4:15
Parafraseando, este ángel tenía un librito abierto y cada uno de sus pies colocados sobre mar y tierra (Ap. 10:2). Este Ángel grito como un león (Ap. 10:2) y al gritar a gran voz, siete truenos hablaron, (Ap. 10:3) mas Juan no pudo escribir lo que estos decían, pues una voz le ordeno que sellara (que no revelara) las cosas que los 7 truenos dijeron (Ap. 10:4).
Este Ángel levantó su mano (yod) al cielo (Ap. 10:5)
y juró por Aquél que vive por los siglos de los siglos, quien creo el cielo y las cosas que en él hay, y la tierra y las cosas que en ella hay, y el mar y las cosas que en él hay, que ya no habrá más demora
Porque en los días de la voz del séptimo ángel, cuando esté para tocar la trompeta, entonces el misterio de Dios será consumado, como Él lo anunció a Sus siervos los profetas. Ap. 10:6-7
Aquí vemos a nuestro Señor Jesucristo, el León de Judá, jurando por SI mismo, quien lo creó todo, el cielo hacia el cual levantó su mano, el mar y la tierra sobre los cuales tenia cada uno de sus pies, indicando con ello que Él es el dueño de todo, no solo porque lo creó todo, sino porque Él mismo rescató, a precio de su propia sangre, todo lo que le había sido robado, por tanto Él dice que no haya más demora, su misterio está por revelarse, como lo anunciaron los profetas. ¿Cual es este misterio?
Este misterio es “Cristo en nosotros, esperanza en Gloria”, quiere decir, LA IGLESIA – los ‘apellidados con su NOMBRE – la Nueva Creación descubrirá su origen en Él y lo que nos sucedió en Jesucristo, y los Hijos de Dios se manifestarán con una gloria postrera mayor que la anterior, fincada en los méritos de Jesús y no en los de la iglesia.
…. Pues él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria. (Col. 1:25-27)
Este plan se encuentra plenamente descrito y revelado en los primeros capítulos de la Epístola de los Efesios, Ef. 1 – 4, y remarcado en Ef. 1:4; 3:9-11 y 20; éste es el misterio de La Gracia, el plan de Redención de la humanidad, para que pudiéramos ser unidos al Padre como en un principio: santos e intachables, para lo cual Él nos ‘apellidó’ desde antes de la fundación del mundo como Hijos suyos, para compartir su calidad de vida, escondidos en Él, muertos en Él y resucitados en Él como una raza nueva – la nueva Creación en Cristo, sentados junto con Él en las alturas, destinándonos con ello a una herencia incorruptible, que es la VIDA ETERNA a su lado, con un cuerpo inmortal, como el de Jesús resucitado.
Este misterio es revelado por medio de la predicación de Jesucristo, para que todos los que lo escuchen puedan verse en Cristo y así recibir Su vida de resurrección (Rom. 16:25). Esta vida sólo podrá experimentarse con nuestro consentimiento, pues es a través de la confianza como estamos diseñados a recibir y disfrutar de otros; será a través de la fe como permitamos que Jesús nos instile su Vida de Resurrección en esta vida, habilitándonos, mediante la consciencia de nuestra unión a El, y de su perfección en nostros, para vivir vidas que le glorifiquen y para poder disfrutar su descanso y su paz, libre y gratuitamente. La fe surge cuando el Amor de Dios nos es revelado en nuestros corazones y ese Amor Agape nos conducirá a aguas de reposo.
Este misterio ya se cumplió, mas está por manifestarse, ante los ojos incrédulos del mundo, el cumplimiento de la promesa de inmortalidad que Dios le hizo al hombre. Esta es la fe de Dios: ¡TODO OJO LE VERA! .
Aunque el plan de redención se consumó en la Cruz y aunque muchos ya hemos creído, todavía no somos inmortales, aún estamos en espera de nuestro nuevo cuerpo, como el de Jesús; más este será el momento que la tierra ha aguardado con vehemencia y por lo cual gime con lamentos indecibles. (Rom. 8:19-23)
El Cielo y la Tierra pasaran, más la palabra de Dios permanecen para siempre. Mat. 24:35
En ese momento Juan escucha una voz que le dice que tome el librito que el Ángel tenía en su mano y se lo coma (Rev. 10:8) y el ángel le dice tómalo y devóralo
¿Qué clase de visión era esta que Juan tuvo?
Regresa el viernes para que lo descubramos juntos.
Shalom
Rev. Oct. 2019