Plan de Restauración

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Si has seguido esta serie,  habrás conocido el significado de 6 de las Fiestas de Israel y el paralelo asombroso que existe entre ellas y la gestación humana.   Cuatro de ellas ya han sido cumplidas al pie de la letra con la concepción de la iglesia durante la muerte y resurrección de Jesucristo, así como con la llegada de su substituto, nuestro ayudador – el Espíritu Santo,  para formarnos como un cuerpo, con todos sus miembros y funciones.

En cuanto a las últimas 3 Fiestas del Otoño, todas durante el séptimo mes, aunque su paralelo con la gestación es también maravilloso, su cumplimiento es aun una hipótesis, y no lo conoceremos realmente hasta que Jesucristo regrese, mas me temo que los que lo comprobarán no seremos nosotros los creyentes, sino los incrédulos.

Si la Fiesta de las Trompetas representara el regreso del Novio por  Su Iglesia  al sonar la “última trompeta”,  ¿qué es lo que anuncia el día de la Expiación para la Nueva Creación,  si Jesús ya llevó a cabo tal expiación el Día de la Pascua?

Algunos israelitas consideran Yom Kippur como un espejo del día de la Pascua,  pues ellos creen que la Pascua representa la parte que Dios cumplió y por tanto la Expiación es la parte que ellos  tienen que cumplir; irónicamente, ellos no creyeron  que  el Viejo Pacto fue substituido por el Nuevo precisamente porque ellos no podían cumplirlo.

La historia entera de Israel nos muestra que ninguno pudo cumplir su parte, por causa de su ceguera espiritual.  El Señor levantó jueces (Jue.2:16) y el último  de ellos – Samsón,  falló;  al final perdió sus ojos y fue llevado cautivo en cadenas  (Jud. 16:21);  entonces Israel exigió reyes (1 Sam. 8), como las naciones babilónicas, mas  el último de estos reyes, Zedekias también perdió sus ojos y fue llevado cautivo en cadenas, no antes de  ver morir a sus hijos (2 Reyes 25:7).  A los mismos fariseos – los Maestros de la Ley, Jesus los llamó “ciegos y líderes de ciegos”, pues todo el pueblo vivía en tinieblas (Is.9:2; Mat.4:16).

Fue por lo anterior que  el Nuevo Pacto ya no podía ser entre el hombre y Dios, como lo era el Viejo Pacto; el Nuevo Pacto sería esta vez  entre Dios y su Hijo Jesús, en el cual el hombre solo participaría como beneficiario, tan solo al creerlo – así de sencillo es el arrepentimiento del Nuevo Pacto.

Hoy en día los judíos continúan intentando llevar a cabo su parte durante esta festividad  mediante rituales, como les sea posible;  algunos de ellos ayunan  como símbolo de arrepentimiento,  pasan el día en su Sinagoga, o avientan piedrecitas o migajas de pan al río en representación de sus pecados siendo apartados de ellos y llevados a la mar, mientras recitan Miqueas 7:18-19, con la esperanza de que Dios tenga misericordia de ellos y escriba su nombre en el Libro de la Vida durante Yom Kippur,  pues ellos aun no creen

que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesús, el Cristo (Gal. 2:16 y 3:11; Rom. 3:20)

Esta es la parte que está por cumplirse, cuando Israel y muchos que han sido engañados abrirán los ojos y “podrán cumplir su parte” creyendo en Jesús como su Rectitud/Justicia, como su libertador y restaurador.

Por ello existe un Festival que los hebreos tampoco celebran mas,  La Fiesta de Jubileo (Lev. 25), que Dios instituyó como estatuto perpetuo a partir de que todas las Tribus de Israel ocuparon la Tierra Prometida.  Este estatuto se deriva de la ordenanza de descansar la tierra cada 7 años por un año entero,  a lo cual llamaban “Año Sabático”  o “Shemitah”.

Después de 7 Shemitahs –  en el año 50, durante este mismo día de la Expiación, el pueblo debía hacer sonar la trompeta con sonido de júbilo,  por lo que se le conocía como “Año de Jubileo”.  Este sería año de libertad y de restauración,  en el que todas las deudas eran perdonadas,  los esclavos podían dejar de serlo y lo que hubieran perdido les podía ser devuelto.

La Buena Noticia es que todo esto ya ha sucedido, tal y como la escritura lo profetizó  (i.e. Isaías 29:18; 35:5,  42:15, Is. 61, etc.).   Jesus ya vino  a libertar a los cautivos y a los oprimidos por el diablo, a restaurar la vista a los ciegos  (Mat. 11:5; Luc. 7:22),  a  inaugurar el Año Favorable – del Señor  –el Año de la Gracia; esto lo declaró Él mismo desde la sinagoga, justo antes de cerrar el libro (Luc. 4:18), y no tener que  hablar  del día de la venganza del Señor (Is. 61:2).

Puesto que esta Fiesta debía celebrarse cuando todas las Tribus se encontraran en la Tierra Prometida,   cuando  las tribus de Rubén, de Gad y de Manases fueron expulsadas en el año 500 A.C.,  los israelitas dejaron de celebrarla, aunque aun cuentan el año Shemitah cada 7 años; por cierto, el último de ellos ocurrió entre  Sep. 2014 y Sep. 2015, el cual  dio comienzo a lo que sería el Jubileo número 70,  entre Oct. 2, 2015 y Oct. 3,  2016, que en  el calendario hebreo será el año 5777.

Curiosamente, Dios le dio al Pueblo de Israel 70 años para arrepentirse, esto es,  para creer en Jesucristo, antes de permitir  el sitio de Jerusalém y la destrucción de su templo en el Año 70 D.C.  Justo 7 años antes de que esto sucediera,  la Epístola a los Hebreos fue escrita.  Esta Epístola  explica el Nuevo Pacto a los hebreos, del cual  Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote bajo una nueva orden,   la orden de Melquisedec, la cual solo bendice y nunca maldice.

Bajo este Nuevo Pacto, ya no existe ni judío ni griego, sino solo una Nueva Creación en Cristo; tampoco existe mas necesidad de sacrificios, pues Cristo llevó a cabo  el máximo y último sacrificio, una vez y para siempre, y no hay mas necesidad de Templo, pues El ya nos abrió el acceso al Padre y nos hizo Templos de Su Espíritu, por tanto sus creyentes somos ahora su Lugar Santísimo. Este Nuevo Pacto es ese Año Favorable de la Buena Voluntad de Dios y aun se encuentra vigente.

¿Sera éste jubileo número 70 el día en el que los israelitas reconozcan quien era su  Juvel (Jubileo) – Jesucristo?   ¿Estará cercano el día en que ellos le llamen “El Señor, Nuestra Justicia” (Jer. 23:5-6) ¿Será éste el cumplimiento del Día de la Expiación?  Mientras esto no suceda, amado(a), tienes tiempo de abrir tus ojos al Evangelio de Gracia y ver  tu nombre escrito  en el Libro de la Vida al ver quien eres en  Jesucristo, y al creer en Él como tu único salvador y Señor, si aun no lo hubieras hecho, para que ya no seas mas parte de los cautivos en Babilonia.

Sería mucha coincidencia si los ojos del futuro bebé fueran abiertos  a partir de esta fecha.  Te dejo a ti que lo investigues.  Este sería su primer jubileo.

Shalom

 

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