La estrategia de nuestro enemigo común de silenciar el evangelio a través de los genocidios que han ocurrido contra los santos quizá no haya cambiado mucho, pues aunque en muchos países hoy existen leyes que nos protegen para poder ejercer nuestra fe, hoy su estrategia inflige la muerte de otras maneras, como lo hablé antes, a través del ministerio de muerte, o por la mala nutrición de nuestro espíritu, debido a la falta del Pan de Vida o por comer EHM “Evangelio Heréticamente Modificado” y de alguna manera si no puede evitar que la gente reciba su salvación, por lo menos el impacto que ésta cause entre los demás será mínimo y de esta manera podrá seguir matando.
Como podrás darte cuenta el Evangelio de Gracia no es el seudo-evangelio que se nos había enseñado, bajo el cual, a pesar de que se predica a Jesucristo crucificado, aun no podíamos tener la seguridad de ser salvos, pues en este seudo evangelio de esfuerzo humano y de vanagloria, la rectitud del hombre (no la de Dios) es revelada como el centro, y el alimento es el “Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal y no del Árbol de la Vida”, pues la obra consumada de Cristo si no es totalmente nulificada, al menos es reducida a un acto de “humildad” sin valor para la vida práctica.
Bajo este “seudo-evangelio”, el hombre (o mujer) se esfuerza por obtener esa rectitud por medio de obras muertas, sus ofrendas, sus sacrificios, su obediencia, su mucho confesarse y arrepentirse, y sus muchos rituales que no producen realmente frutos de arrepentimiento, pues en el fondo solo lo hacen como una multa que pagan por aquello que está mal dentro de ellos, para que en su mente sientan que “están bien con Dios”.
Más aun con todos sus rituales perfectamente ejecutados, en el fondo de su corazón, el religioso llega al final de su vida sin la seguridad de haber hecho lo suficiente para compensar por lo “malo”, o esperando que Dios no les tome en cuenta todo lo que su verdadera naturaleza producía, pues su consciencia les dicta su sentencia de muerte porque en el fondo no creyeron en todo lo que Cristo hizo para poder reconciliarlos a sí mismo, no tomándoles en cuenta sus pecados, y para hacerlos limpios y totalmente presentables en Sí mismo ante Su Padre, todo inmerecidamente por Su Gracia.
Mas bajo el verdadero Evangelio de Gracia, la rectitud de Dios es la que se nos revela, de FE EN FE (Rom. 1:17). Bajo este Evangelio, El Verbo no solo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14), sino que pagó el precio total de nuestra redención para a tantos como LE RECIBAN, a todo aquel que CREA EN EL pueda ser SU HIJO (Juan 1:12) y no tenga que pagar multas ni castigos jamás. Asimismo, este mismo Evangelio proclama que Jesucristo venció a la muerte, levantándose de entre los muertos para declarar que nos ha resucitado a nosotros de nuestra condición de muerte a una vida nueva (Rom. 6:4, Col. 2:11-13, Col. 3:1) llevándonos de nuevo a su Padre, sentándonos junto a Él para siempre en los lugares altos(Ef. 2:5-6) y nos ha dado su Espíritu, (2 Cor. 1:22, 1 Jn. 4:13-15) el cual nos guía a toda verdad (Juan 6:13); este Espíritu es el mismo que inspiró la Biblia, y es el mismo que te la puede interpretar y el mismo que puede darte la victoria si te dejas guiar por El.
Sera también su Espíritu el que nos indique cuando alguien se esté desviando de la verdad, pues la raíz de este fenómeno que existe contra el evangelio de Gracia es 100% espiritual. Las cosas materiales son solo por un tiempo, más lo espiritual es eterno. Por lo mismo el espíritu de las tinieblas, el espíritu anti-cristo el cual se esconde nada más y nada menos en la religión, sea el nombre que se le quiera dar, luchará hasta el final por mantener a los humanos en la oscuridad y en la esclavitud de sus propios intentos, rechazando todo lo que Cristo ya hizo por su humanidad, la cual es su corazón.
Shalom
