Continuamos con el tema del Diezmo, ¿es de la Ley o es de la Gracia?
Sabemos que Abram diezmó a Melquisedec (no Abraham) cuando le salió al encuentro, después de haber triunfado en rescatar a su sobrino Lot de la mano de 4 reyes( Gen 14:18-20). Esto fue mas de 400 años antes de que la Ley les fuera dada a sus descendientes y casi 2000 años antes de que la Gracia y la Verdad vinieran por Jesucristo. Sin embargo, Dios en Su Gracia se reveló ante Abram de manera especial, sin que él hubiera hecho nada especial, por lo que Dios le impartió Su Gracia en su nombre, llamándolo Abraham. Fue hasta entonces cuando Abraham logró verlo como “El todo Suficiente”, Gen. 17:1-2, y como su Proveedor (Gen 22:12-14)
Hebreos 7 nos explica:
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que se encontró con Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo, y Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos. El nombre Melquisedec significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz. Sin tener padre, ni madre, y sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. Consideren, pues, la grandeza de este Melquisedec a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín. Heb. 7: 1-4
Como te das cuenta, Abram no le pagó el diezmo a Melquisedec, pues Melquisedec lo bendijo sin pedirle ningún pago, ni nada a cambio. El Sumo Sacerdote, Rey de Justicia y de Paz primero lo bendijo y le trajo pan y vino – el cuerpo y la sangre de Cristo. Podemos decir que Abram celebró la victoria de la muerte de Jesús con el mismo Jesús, en forma pre-encarnada.
Tambien podemos decir que Abram tuvo una revelación personal tan grande del Amor y de la bendición del Dios que le dio la victoria, que como un FRUTO de gratitud, un acto de adoración de la abundancia de su corazón le dio el 10% de todo EL DESPOJO (no de lo suyo propio) a Melquisedec.
Sin embargo, algo de lo que no se predica es que el diezmo era una tradicion babilónica en el tiempo de Abram, y en esta instancia específica, Abram tambien le dio el 90% restante al Rey de Sodoma, para que no fuera a creer que el lo había hecho rico. Lo puedes leer en el mismo capítulo. Abram ya era rico desde antes de dar su diezmo, y despues de entregar el resto del botín siguió siendo rico.
Jacobo, su nieto quizo usar este sistema del 10% para negociar con Dios para que lo bendijera, mucho tiempo antes de que este fuera parte de la Ley, Gen. 28:20-22, mas no pude encontrar en la Biblia si efectivamente los pagó. Mas sabemos que Dios si lo hizo prosperar en casa de Labán (Gen. 30).
En Hebreos 7:5-10 nos damos cuenta de que Pablo está diciendo que el diezmo era un mandamiento de la Ley y que Abraham pagó los diezmos por Levi, y desde luego por nosotros también, pues somos Hijos de Abraham por la promesa, sin embargo, miremos el versículo 8
Aquí, ciertamente hombres mortales reciben el diezmo, pero allí, los recibe uno de quien se da testimonio de que vive.
Nota que “los recibe” esta italizado. Esto quiere decir que no es parte de la escritura original. La escritura original dice literalmente: “Pero allí uno testifica (martyreō) de que vive. Con esto la escritura nos dice que el “martyreō” de Cristo” era de lo que se trataba el diezmo, al igual que todos los rituales de la Ley de Moisés. El es nuestra única ofrenda de aroma agradable, y el mismo libro de Hebreos nos dice que cualquier cosa que tu le añadas a su sacrificio es una ofensa a su Espíritu de Gracia.
Ahora, mira lo que dice aquí:
Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio Levítico, (pues sobre esa base recibió el pueblo la Ley), ¿qué necesidad había de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón? Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley. Pues aquél de quien se dicen estas cosas, pertenece a otra tribu, de la cual nadie ha servido en el altar. Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes.
Y esto es aún más evidente, si a semejanza de Melquisedec se levanta otro sacerdote, que ha llegado a serlo, no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible. Pues de Cristo se da testimonio:
“Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec.”
Porque ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por ser débil e inútil (pues la Ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios. Heb. 7:11-18
…. Por eso, Jesús ha venido a ser fiador (la garantía) de un mejor pacto. Heb. 7:22
Tú puedes continuar tu lectura hasta el capítulo 9, para que entiendas que El Nuevo Pacto no es un pacto entre Dios y el hombre, como lo era el Viejo, El Nuevo Pacto es entre Dios y su Hijo Jesus, a nuestro favor. Los beneficios ya fueron dados, y no dependen de nosotros ni de nuestro esfuerzo para alcanzarlos, sino de lo que Jesús hizo. El es nuestra garantía, nuestra parte es creer y recibir.
Continuaremos la próxima semana.
Shalom.