Quiero continuar hablando de esta doctrina de la inclusión porque hay algo aún más peligroso en ella. (Como si el descartar la fe como requisito para accesar la Gracia no fuera peligroso lo suficiente). Esta doctrina también afirma (al igual que otra doctrina que escuché llamada “del quebrantamiento”) que el diablo es un siervo de Dios, creado para su servicio, quien usa la tribulación para “purificar a sus Santos”, y que a través de circunstancias adversas nos traerá a la madurez, por tanto, aquel que se rehúsa a creer en Jesús, o que le falte madurar, el diablo lo hará que crea o que madure a base de pruebas y tribulaciones, lq cual es absolutamente “doctrina del diablo”.
Al decir ésto, no quiero caer en el ciclo de la persecución que estudiamos anteriormente, el cual se basó en perseguir a aquellos que recibieron “revelación bíblica” que los otros no quisieron recibir, mas esta doctrina es totalmente contraria a la Palabra de Cristo y contraria a la fe, y por consiguiente es contra la Gracia – es “anti-Cristo”
El apóstol Santiago tuvo que lidiar con este error cuando ciertos judíos con quienes había sembrado la palabra se encontraban angustiados y atemorizados por causa de la muerte de Esteban y por la persecución que la iglesia primitiva estaba enfrentando. Ellos, siendo judíos se encontraban con la alternativa de atravesar por esta persecución o la de volverse hacia su esclavitud bajo la levadura de los fariseos. Por lo mismo Pablo les dice que no sean de “doble ánimo”. (del griego “dipsychos” que significa “dividido en interés”, no decidido, dudoso).
Sé que muchos interpretan el doble animo como “con un pie en el mundo y con otro en la fe” o como falta de fe, mas Santiago se refería a que tenían un pie en la Ley, siendo judíos (Sant. 1:1) y otro en la Gracia (1:25). Esto lo concluímos de leer los cinco capítulos de su Carta, la cual nos indica que en este grupo de judíos no todos habían tomado una decisión por convertirse totalmente a Cristo, porque aún se encontraban bajo la Ley:
“Y aquél en quien se sembró la semilla en pedregales, éste es el que oye la palabra y enseguida la recibe con gozo; pero no tiene raíz profunda en sí mismo, sino que sólo es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida se aparta de ella” Mat. 13:20
Por lo mismo Santiago usó términos adecuados conforme a la Ley, por ejemplo, les dice que serían “tentados” (probados) pues de volverse a la Ley, -la fuerza del pecado se enseñoraría de ellos (Ver. 1 Cor. 15:56 y Rom. 6:14)
que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte. (1:14-15)
más en el vers. 21, los exhorta a que
“desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, (de ley) reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, (la Gracia) que es poderosa para salvar sus almas.
Y en el siguiente capítulo claramente vemos como los trae hacia la fe haciendo contrastes con la Ley (2:8-25) exponiendo al final del capítulo lo que significan las obras de la fe, y no las de la ley que ellos aún practicaban.
Y es aquí donde Santiago desmiente esta doctrina de que el diablo o las circunstancias son instrumento de Dios para nuestra purificación, pues les dice:
Porque Dios no puede ser tentado por el mal y El mismo no tienta a nadie (1:13)
Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio, ni sombra de variación. (1:18)
¿Cómo desechamos toda inmundicia y resto de malicia? ¡Creyendo en Jesucristo!
¿Cómo purificamos nuestro corazón? ¡Por la fe! (ver Hechos 15:9).
Puesto que en obediencia a la verdad (creyendo) ustedes han purificado sus almas para un amor sincero de hermanos, ámense unos a otros entrañablemente, de corazón puro. 1 Ped. 1:22 NBLH
Esta versión, al igual que otras versiones modernas, han omitido la llave de este versículo: POR SU ESPIRITU
Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, (griego pneuma) en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro 1 Pedro 1:22 RVA
Todo lo que necesitas para tu purificación te ha sido dado en la Cruz para que al creerlo seas purificado, todo POR SU ESPIRITU. Así mismo, el creer el Evangelio de Gracia te hace automáticamente hijo Maduro de Dios, aun cuando no tengas ningún conocimiento de las escrituras, aun cuando no hayas todavía renovado tu mente con las escrituras (lo cual necesitarás tarde o temprano) en el momento en que Su Gracia nos abre los ojos para ver quien es Jesús y lo que su trabajo consumado logró, y nos surge la fe para recibirlo, en ese momento ya somos HIJOS MADUROS (Huios). O al menos eso es lo que Pablo nos dijo en Gal. 3 y 4:1-4. Será en ese momento cuando nuestra alma prospere como la aurora, de gloria en gloria (no de tribulación en tribulación) hasta que el día es perfecto.
Cualquier otra cosa que te invite a creer que la Cruz no fue suficiente es “anti-cristo”, especialmente si te invitan a creer que Dios usa al diablo en contra de ti. ¡MENTIRA!. Él dijo que ningún dardo lanzado contra ti prosperará para los que estén establecidos en Su Evangelio de Gracia (Is. 54:13-17). Por lo tanto, rechaza esta doctrina mi hermano(a), de lo contrario, el creerla te hará objeto de los dardos del enemigo pues Satanás encontrara un pretexto para destruirte, no porque te quiera puro, sino porque te odia. Por amor te lo digo.
Si tú te encuentras pasando por pruebas y tribulación, te pido que leas la sección de “Guerra Espiritual” que encontrarás en el mapa de sitio.
Shalom