Hemos hasta hoy “leído el correo” de cuatro de las siete cartas dirigidas a siete “ancianos” en diferentes ‘grupos de gente en Asia menor que se identifican como Hijos de Dios, junto con Jesucristo, las cuales contenían palabras de exhortación que además de corregir, suplirían sus necesidades.
Vimos que el Pastor de Éfeso había dejado de depender del amor de Dios para su labor, por lo que el Señor le recuerda de sus obras que hizo al principio – creyó y solo creyó; el pastor de Esmirna moriría como mártir, y Cristo lo conforta con palabras que lo harían ver más allá de la vida. Al Pastor de Pérgamo le anima a predicar “la Palabra hecha carne” – Jesucristo crucificado y resucitado – para que los oyentes puedan ver morir su muerte y vivir su resurrección en Cristo y vivir la vida de su diseño y no una vida ‘deforme’ – que es el significado implícito en la palabra ‘pecado’ (hamartia), resultado de una vida llena de labores y dificultades – el significado de ‘maldad’ (poneros). Por último, vimos la advertencia al Pastor de Tiatira a quien recuerda que la doctrina que él toleraba en su iglesia, la doctrina de “Jezabel”, acarrearía ‘juicio’ sobre los oyentes – el juicio de su propia consciencia, al vivir bajo una creencia, ‘imagen’ e identidad falsas y distorcionadas, y le anima a ‘exhortar’ a todos a recordar su identidad sin temor a los que participan en ella, para que puedan ver su origen e identidad auténtica.
Así mismo, vimos que esta Jezabel no es ninguna actriz de Hollywood, ni tampoco una persona que se maquilla o viste para una fiesta de Hollywood, sino alguien que deliberadamente rechaza el Evangelio, sin temor a equivocarse, y que seduce a otros a rechazarlo y a desafiarlo.
Hoy abriremos la carta número 5, al ángel de la iglesia en Sardis: Rev. 3:1-6
Sardis significa “Los Rojos”. Curiosamente, el significado del nombre “Adán” también es “Rojo”, lo que puede referirse al hombre natural. También es posible que este nombre haya surgido porque también ellos eran “tintoreros”, como lo eran en Tiatira y en los lugares adyacentes. Quiere decir que ellos también en algún momento formaron parte de esos rituales comunes en aquel tiempo.
Sus ruinas nos hablan de su estilo de vida y de los dioses que en algún tiempo adoraban, como Artemisa, que significa “Perfecta”, (recuérdalo) diosa de la cacería, (Diana la cazadora, para los romanos) y diosa también de la luna y la fertilidad, por lo que sus fiestas eran muy “celebradas”. Esta diosa era hija de “Apolo”, nombre que significa “el destructor”. Asimismo, las ruinas de esta ciudad también revelan la presencia del judaísmo, lo cual el mundo llama herencia cultural, más Pablo llamó a la re-introducción de la Ley en el Nuevo Pacto como “el ministerio de muerte” (2 Cor. 3:7)
Por último, algunas referencias a Sardis traducen este nombre como “El Remanente” y puede que de ahí venga el nombre de “Los Rojos”, pues el mensaje a esta iglesia nos habla de un remanente que conoce su nombre y origen auténticos, por el lavamiento de Sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo.
Estos antecedentes son importantes para entender por qué Jesús le habla de esta manera a su Mensajero, quien pudo haber sido “Melito”, mas no lo sabemos, pues las Palabras de Jesús son eternas y pueden aplicarse a muchas iglesias especialmente el día de hoy.
‘El que tiene los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, dice esto:
Vimos en Rev. 1 que estas 7 estrellas eran los 7 líderes de estas iglesias en Asia Menor; en cuanto a los siete Espíritus de Dios, aclaro que el Espíritu Santo es solo uno, más el Ministerio del Espíritu Santo es frecuentemente referido como un Ministerio “Séptuple”, pues no sólo es Espíritu de Gracia, sino en múltiples referencias, como en Is. 11:2, se manifiesta como Espíritu de Sabiduría, de Conocimiento, de Entendimiento, de Consejo, de Fortaleza, de Temor a Dios (que es nuestra adoración). Su Espíritu también es de Amor, de Fe, de Libertad, de “Filiación” o de “Hijos”, y de todo lo que Dios es.
Lo importante es recordar que estos siete ‘ángeles’ estaban representando a la ‘ekklesia‘ completa de Cristo’, fundada en la perfección de Su trabajo consumado (de ahí el numero 7) y edificada por el Ministerio del Espíritu Santo a través del cual su plenitud y su gloria nos es reflejada, y no a través del ‘ministerio de muerte escrito en piedra’, cuya gloria es ‘perecedera’ y acarrea la muerte. Curiosamente, Jesús reprendió 7 espíritus de María Magdalena, y en dos ocasiones más se refirió a que cuando se reprende a un espíritu inmundo, sin haber sido sellado por el Espíritu Santo al creer, éste regresa con 7 espíritus más necios que el primero. (Mat. 12:45, Luc. 11:26), interesante coincidencia.
Las palabras a este lider nos revelan un gran misterio, veamos:
“Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, pero estás muerto.
Desde el lente de la Gracia, recordemos que cuando el Señor habla de obras, generalmente se está refiriendo a obras del “esfuerzo” y no de la fe, a menos que así lo especifique, y si Jesucristo se manifestó ante cada ministro para fortalecerle en su debilidad, (bástate mi gracia que en tu debilidad yo soy fuerte), los hechos anteriores nos revelan que lo que le faltaba a este ministro era lo principal: ¡el ministerio del Espíritu Santo!, pues le dice que “está muerto”, lo cual sugiere que este pastor no había nacido a la revelación del Evangelio – y por consiguiente, vivía de la gloria perecedera, descansando en sus obras muertas y no en la vida vivificante del Espíritu.
Sabemos que sin creer el evangelio no podemos ver nacer la Vida de Cristo en nosotros, pues cuando creemos, El Espíritu de Dios nos revivifica, nos hace entender que hemos sido levantados en Cristo, unidos al Padre como lo estaba Adán en un principio, y nos sella con la seguridad de su salvación y nos abre los ojos para ver la vida desde el lente de su Gracia y de su Amor Agape que nos conduce a descanso (el significado de Agape), lo cual este ministro no podía ver, pues Jesús le dice “despierta”, “vigila”
Ponte en vela y afirma las cosas que quedan, que estaban a punto de morir, porque no he hallado completas tus obras delante de Mi Dios.
Habiendo aprendido que el caminar bajo la Gracia es vivir por la fe, fluyendo dirigidos por el Espíritu Santo, conociendo que por su Espíritu somos vivificados,(Rom. 8:11), somos fortalecidos (Ef. 3:16) por su Espíritu somos transformados a imagen de Cristo, (2 Cor. 3:18), somos establecidos (Rom 16:25); por su Espíritu, Cristo vive en nosotros (1 Juan 3:24); por su Espíritu somos lavados y renovados (Tito 3:5) y por su Espíritu damos frutos (Gal. 5:22-23) todo como producto de haber creído, y aun el poder creer es por Su Espíritu (1 Co. 2:10, Ef. 3:5) Dios no puede hallar nuestras obras incompletas o imperfectas, pues TODO es obra de Su Espíritu, a menos que rechazemos a Su Espíritu, pues viviendo en la carne, solo podemos producir ‘obras de la carne’ (Gal. 5), por consiguiente, ésto solo es posible cuando no hemos aceptado totalmente el Evangelio de Gracia de nuestro Señor Jesucristo.
La Buena Noticia es que si tú has abierto esta página, es porque tú si has creído en este precioso Evangelio, y si no es así, por favor regresa pronto porque tengo más Buenas Noticias para ti que te harán querer creer. Oro para que el Espíritu Santo te revele lo que yo intentaré comunicar en esta página, para que El mismo te convenza del Gran Amor que Él ha depositado en ti.
Shalom
