Si te acabas de unir a este estudio, estamos finalizando la Epístola de los Efesios, la cual detalla la vida del cristiano bajo la Gracia, en sus tres posiciones inmovibles:
Sentados, junto con Cristo en total descanso, sin sudor – sin esfuerzo propio. (Efesios 1-3)
Caminando confiados y seguros, en total descanso – guiados por su Espíritu, dando fruto. Efesios (4, 5 y 6:1-9)
De Pie, firmes e inmovibles como Soldados de Dios – en total descanso, no luchando por victoria, sino resistiendo parado en la victoria de nuestro Señor Jesús obtenida a través de su trabajo Consumado en la Cruz. (Efesios 6:10-23) Esta es la parte que ahora nos toca estudiar y entre mejor preparados, mejor librados saldremos. Por lo mismo, te invito a que visites las lecciones anteriores si no lo has hecho, para que entiendas de qué estamos hablando en esta última sección. El Mapa de Sitio te indicará donde puedes comenzar.
Si tú has creído, la victoria ya te fue dada, pues ya fuiste trasladado de las tinieblas a su Luz Admirable, ya naciste de nuevo, ya ganaste. (1 Pedro 2:9)
Después de que un bebé nace, pasarán semanas antes que éste logre sentarse firme y varios meses antes de que logre dar sus primeros pasos; quizá un par de años pasen antes de que pueda permanecer sin caerse por un día entero.
En el reino espiritual no somos diferentes. El nacer de nuevo te ha hecho “Hijo”. (Rom. 8:17) Esta palabra “Huios” lamentablemente ha sido traducida como “Adopción”, más la palabra correcta debería ser “filiación”, pues no hemos sido adoptados por Cristo, sino que hemos nacido como “Hijos de Dios” en su reino de Luz y co-herederos junto con Cristo.
Esto nos ha dado ventajas sobre todos los seres comunes. Somos ahora una nueva creación. No es un proceso, es un suceso espiritual que origina un proceso espiritual. Ahora nos toca fortalecernos en lo que ahora somos, hasta que podamos caminar con confianza y un día permanecer de pie firmes sin caernos.
Como hemos aprendido a lo largo de estas semanas, el caminar confiados y seguros no es posible si no estamos firmemente sentados en nuestro lugar de descanso que es nuestra identidad en Cristo como Reyes y Sacerdotes, así como tampoco es posible permanecer de pie por mucho tiempo antes de aprender a caminar confiados y seguros en total descanso – guiados por su Espíritu.
Tu salvación – del griego “soteria” que significa: liberación, bendición, sanidad, prosperidad, restauración, restitución – es ahora tu “Tierra Prometida”. Ya vives en tierra bendecida, en tierra victoriosa, ahora tienes acceso a todos los beneficios de la Cruz y a los privilegios de los Hijos de Dios.
Sin embargo, ahora también estas expuesto a la guerra espiritual que el enemigo de Dios
mantendrá contra el objeto de su amor durante sus ultimos días antes de su caída en espiral hacia el lago de fuego.
Estos ataques dan la impresión de que la batalla entre el bien y el mal aun está siendo peleada, Muchos otros aún creen que el mal está ganando sobre el bien. En los libros de historietas y en las películas de súper héroes, el bien gana al final, más en realidad, el bien ganó hace 2000 años cuando Jesucristo murió en la Cruz. Fue en ese momento cuando el enemigo de Dios fue derrotado y desarmado junto con sus huestes y exhibido públicamente. Col. 2:15
Este ser ya no entra al trono de Dios como lo hacía antes de que Jesús muriera en la Cruz. (Hebreos 9:23) El ya no va al Padre y te acusa, tampoco va al Padre y le pide permiso para tentarte o para destruirte, eso fue en el tiempo de Job, quien no tenía un mediador como tú y yo.
Ahora sólo te acusa en tu consciencia, y ahora tú eres el que le da permiso de tentarte y de destruirte. En lecciones anteriores habrás entendido un poco al respecto, y en las siguientes lecciones vas a entender cómo lo haces y como lo puedes evitar. Desafortunadamente esto no todos lo saben o aún lo creen, debido a que su religión se los prohíbe y su ignorancia es en beneficio del devorador.
Todo en el campo espiritual tiene que ser establecido con Justicia, de la misma manera en que se gana un caso en una corte de ley. Bajo el Nuevo Pacto nada nos es dado sino a través de la fe y necesitaras fe para hacer efectivos tus derechos espirituales y para defender tu tierra prometida. La fe que tu tengas, sea correcta o equivocada es la que va a levantar murallas de protección alrededor tuyo o las va a tirar. Tu victoria radica en tu descanso al creer quien es El, en lo que El hizo, y en lo que su obra te ha convertido.
Yo apelo al Espíritu Santo en mí y en ti y a la Sangre de Cristo, sobre ti y sobre mí para que nada nos impida hacer este recorrido juntos.
Shalom