Estamos cerca de concluir nuestra sección de “La Guerra Espiritual” y si quisieramos nombrar en 3 palabras el secreto de nuestra victoria en esta guerra, estas palabras serían “Orar en Lenguas”. Esto es lo que activa nuestra Espada del Espíritu. Si yo hubiera querido ahorrar tiempo y esfuerzo, simplemente te lo habría dicho hace varias semanas “Creeme mi hermano(a), habla en lenguas y todo te ayudará a bien pues asi lo dice la Palabra de Dios” y tu con tu fe habrías activado tu Espada, mas consideré que mi palabra no produciría fe en ti, pues la Palabra dice que nuestra fe viene por el oir la Palabra de Cristo. (Rom. 10:17)
Resumiendo, aprendimos que el “Orar en Lenguas” es:
Evidencia de que el Espíritu Santo reside en ti:
Todos los creyentes que eran de la circuncisión (Judíos Cristianos), que habían venido con Pedro, se quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los Gentiles, pues los oían hablar en lenguas y exaltar a Dios. …Hechos 10:45-46
Nuestro Poder (Hechos 1:8)
Nuestra Sanidad y Edificación:
El que habla en lenguas a si mismo se edifica… (1 Cor. 14:4)
Nuestra alabanza de gratitud (1 Cor. 14:15-17)
Nuestro reposo y refrescamiento (Isaías 28:11-12, 1 Cor. 14:21)
Nuestra intercesión por la perfecta voluntad de Dios (Rom 8:26)
Nuestra victoria (Rom. 8)
Con respecto a este último, quiero que leas atentamente Romanos 8, especialmente los primeros 9 versos y que prestes oídos que escuchen y ojos que vean, porque ésta es la fundación de todo lo que te compartí durante los últimos 4 meses, o quizá de los 9 meses desde que este blog se originó.
Todo el mundo Cristiano y aun muchos que no creen en Jesús o en la Biblia se han apropiado de Romanos 8:28 y con frecuencia escuchamos a la gente decir: “Todas las cosas nos ayudan a bien”.
Aunque no intento desanimar a nadie, me temo que esta promesa no es para todos. Esta promesa quizá sea una de varias promesas bíblicas mas sacadas de contexto de toda la Biblia, pues sus cimientos han sido sutilmente removidos. No necesitamos ser muy inteligentes para saber lo que sucederá cuando le removemos los cimientos a los edificios; recordemos que cuando nuestro cinturón de la verdad no está bien sujeto muy probablemente “todo se nos caerá”.
Si lees cuidadosamente el capítulo entero de Romanos 8 te darás cuenta y estarás de acuerdo conmigo de que esta promesa es solo para:
los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte. Rom. 8:28
Estos son los que conforme a su Propósito son llamados. (28)
Cuando yo era joven en la cristianidad y en la vida, alguien me dijo que yo estaba en la carne, pues mis obras de la carne aun se dejaban ver
Desafortunadamente no se me ocurrió leer o pedirle a tal persona que me leyera toda la Epístola para que los dos entendiéramos lo que significaba estar en la carne, y aunque me esforce por arrancarme de mis “carnalidades” fallé cada que lo intenté. Nosotros pensamos que estar en la carne es solo la embriaguez o bailar las danzas sensuales de nuestras culturas, vestir mundanamente o andar en adulterio y fornicación, mas la lista de obras de la carne es más larga si lo lees en Gal. 5:21-23, e incluye cosas que no consideramos “tan siniestras” o tan inaceptables como los celos, las envidias, los ataques de ira o la gritonería , aun la glotonería.
Mas tu mi hermano, si has leído este blog desde el principio, o si al menos has leído esta Epistola completa ahora sabes que éstas obras son solo las hojas del árbol y no la raiz, pues la raiz es algo más sutil: El estar bajo la carne, de acuerdo a la Epistola de los Gálatas, y de los Romanos es ESTAR BAJO LA LEY, o estar bajo nuestro propio esfuerzo. (Gal 3:1-3, Rom. 8:1-9) Ya explicamos anteriormente que el estar “bajo la ley”y estar “bajo la carne” son sinónimos y aquellos que están bajo la Ley o bajo la carne no solo van a producir las obras de la carne, sino que están comiendo del árbol del Bien y del Mal, el cual introdujo la muerte a toda la humanidad: “Esto es bueno, y esto es malo”, “Haz el bien y te ira bien, haz el mal y te irá mal.” Esto es lo que la religión enseña, que podemos hacer algo para ganarnos la bendición y el favor de Dios, mas ésto no es el evangelio mi amigo(a), el Evangelio es este:
Dios se hizo hombre en la persona de Jesús, así conocido como El Hijo de Dios, para tomar el mal que tu y yo merecíamos sobre su propio cuerpo para que tu y yo que estabamos muertos en nuestros delitos y pecados, pudiéramos recibir Su vida y pudieramos pararnos delante de Dios totalmente justificados como si nunca hubiéramos cometido una sola fechoría, y asi poder recibir todo el bien que solo El merece, inmerecidamente, por Su Gracia. El Evangelio de Gracia de nuestro Señor Jesucristo no es religión, aunque muchos lo hayan convertido en religión, El Evangelio es redención y se recibe por fe en Cristo.
Pero si por Su Espíritu pones a morir las obras de la carne, Vivirás Rom 8:13
Por tanto déjame persuadirte mi amigo(a), así vivas en un convento o caverna lejos del mundo, si tú sigues bajo la Ley, bajo la religión, Bajo el “Arbol del Bien y del Mal”, tu estás bajo la carne y muy probablemente estés sufriendo sus efectos, pues la Ley es la fuerza del pecado, y el pecado es el aguijón de la muerte. (1 Cor. 15:57) Si no entiendes de que te hablo, por favor checa en el mapa de Sitio la sección de la Ley, y date cuenta que el estar bajo la Ley de Moisés nos roba de esta promesa de Romanos 8:28, pues no todo nos ayuda para bien cuando andamos bajo la ley. Durante mi próximo artículo te demostraré por qué.
Shalom.