Torre Fuerte es Su Nombre

Pergamo

Continuamos buscando las buenas Noticias en el libro de Revelación, un libro lleno de simbología; la primera buena noticia es que todos sus símbolos se encuentran explicados dentro de la misma Biblia, ya sea en otras instancias de los mismos o en el significado en el idioma original,  por lo mismo no necesitamos buscar significados fuera de la misma.

Hoy aprenderemos acerca de la iglesia de Pérgamo. (Rev. 2:12-17)  En el mensaje “Los Que Vencieren”  escribí brevemente acerca de la exhortación de Jesús al ángel/mensajero – en aquel tiempo llamado “anciano” o pastor  que tenía esta Iglesia bajo su cuidado, mas hoy me gustaría ampliar acerca de la misma.

La palabra Pérgamo significa “altura o elevación”  y viene de la raíz Pyrgos que significa:

“Estructura fortificada que se eleva a una altura considerable para repeler un ataque hostil o para permitir a un observador mirar en cada dirección”

En otras palabras – Torre o Fuerte militar.

Jesús se presenta como ‘El que tiene la espada aguda de dos filos”.   En su visión, Juan describió que esta espada salía de su boca. Hebreos 4:12 nos dice que esta espada es simplemente su Palabra, que

“Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Quiere decir que ante el Anciano de Pérgamo, Jesucristo se esta revelando como Su Palabra misma.   Esto es congruente con la Escritura del Viejo Testamento que profetizaba acerca de Él, y con la del Nuevo, en la cual ‘La Palabra se Hizo Carne’.  Se que a la Escritura la hemos llamado ‘La Palabra de Dios”, y en las epistolas originales se encuentran las palabras del Cristo Resucitado para todos los seres humanos,  mas Jesus sigue siendo “La Palabra hecha carne”  y esta Palabra es acerca de nosotros, lo que tu y yo somos en Cristo.   En Cristo podemos ver lo que Dios cree y habla acerca de nosotros.  El habla ‘bien’ de nosotros’  ese es el significado de bendición.  

La introducción de Jesucristo sugiere que esa era la necesidad primordial de este pastor: Conocerle como La Palabra hecha carne, sin la cual no podría ganar la guerra espiritual que ocurría en ese lugar,  veamos por qué:

Primeramente, porque este ministro mora donde está el trono de Satanás.  Más cuando investigamos la historia de Pérgamo, encontramos que  esta era una ciudad rica y esplendorosa y una de las más importantes durante el imperio griego,  llegando a ser capital financiera, comercial, científica o médica, de  las artes, pero principalmente, era una capital religiosa. (Wikipedia y Sociedad de Arquitectura Bíblica).

Como te das cuenta,  este ‘ángel caído’  no se sienta con sus oprimidos en los guetos  llenos de crimen, de dolor y de problemas,  sino en los lugares de mayor poder, de mayor influencia (como los centros religiosos) y de mayor “ORGULLO”, es ahí  donde tiene a sus embajadores, ésto es, donde se encuentra la gente más poderosa, exitosa, y fuerte en influencia y  recursos naturales, sea su astucia, su habilidad, (por lo general de engañar),  su apariencia o su riqueza, cuyo “Fuerte” no es  Dios, sino sus propias ambiciones  y cuya sabiduría detrás de estas ambiciones  no viene de su identidad en Cristo, sino que es “terrenal, natural y “diabólica”. (Sant. 3:13-16).

Esto no debe sorprendernos si recordamos por qué se cayó el diablo  – ¡por su orgullo!  porque CREYO que todo lo que  él era se lo debía a si mismo ; a su astucia,  habilidad, apariencia, etc: él era ministro de música en el cielo, su vestimenta estaba llena de joyas y de instrumentos; era muy hábil para el comercio y las finanzas;  era querubín de alto  rango entre los ángeles y de extrema hermosura, quien al tomarse sus “selfies” se  gusto tanto a si mismo,   al grado  que se olvidó que todo lo que él era provenía del río junto al cual estaba plantado  – El Río del Espíritu de Gracia de Dios. Su ambición más grande era sentarse en las alturas y ser como el altísimo.  Mas si te das cuenta,  cuando Dios hizo al hombre, lo hizo “a su semejanza”, ¡como El Altísimo! (Gen 1:11, 12, 21, 25 y 26)

Quiere decir que este ángel caído aspiraba tener el lugar que Dios tenía reservado para la corona de su creación – el Hombre (y desde luego, la Mujer).

Por lo mismo, aquel ángel caído hizo caer al primer Adán de su posición alta y lo subyugó a si mismo, y lo subvertió,  haciéndolo creer una mentira:  que el hombre podría alcanzar por si mismo todo lo que Su Padre Dios le había dado gratuitamente -por su Gracia – y queriendo  llegar a ser “como Dios”, el hombre se olvidó que ya había sido creado  “a imagen y semejanza de Dios”, o sea, como Dios. Por causa de esta crisis de identidad  y desde ese momento el hombre vivió y aun hoy vive  independiente de Dios,  conquistando y edificando en cimientos humanos que son como la arena.

El Espíritu Santo nos dejó dos capítulos completos para que conozcamos acerca de ese ángel caído:  Ez. 28 y 31,  y en Isaías 14:3-22  leerás como termina este miserable  ser, en donde te darás cuenta que estaba sentado con los gobernantes de este mundo que viven bajo su mismo sistema de  orgullo y ambición desmedida, de corrupción y de muerte.  Al final, todos se caen juntos.

La buena noticia es que a través de Jesucristo, hemos sido sentados en las alturas junto con El (Ef. 2:4-7), restaurados a su imagen como nuevas criaturas en Cristo, pues Su Palabra nos dice que COMO EL ES, SOMOS NOSOTROS EN ESTE MUNDO (1 Jn. 4:17),  unificados por medio de su Espíritu como lo estaba el hombre en el principio; ademas, en El fuimos hechos reyes y sacerdotes (Ap. 1:6 y 5:10)   – llamados a reinar,

 “Pues si por la transgresión de un solo hombre reinó la muerte, con mayor razón los que reciben en abundancia la gracia y el regalo de rectitud  reinarán en vida por medio de un solo hombre, Jesucristo. Rom. 5:17

Mas volvamos al anciano o al pastor de Pérgamo;  en el vers. 13, leemos que él guardaba el nombre de Jesús y no había negado su nombre, aun en tiempos de gran persecución y después de que el primer Anciano de esta iglesia, Antipas (que significa “como el Padre”),  había muerto por causa de su fe,  lo cual sugiere una presión inimaginable y me temo que este ministro sucumbió a tal presión, al igual que lo hacen nuestros políticos que comienzan con el deseo de servir a la gente pero que terminan sirviéndose a si mismos;  quizá la misma presión lo fue silenciando gradualmente al grado que para no irritar a sus audiencias, dejó de predicar el Evangelio de Gracia, el cual es lo único que hace morir el pecado (Rom. 6:14) y el único Fuerte  donde los dardos de fuego del enemigo no nos alcanzan .

El nombre del Señor es torre fuerte, A ella corre el justo y está a salvo. Prov. 18:10

 En mi próximo mensaje descubriremos este misterio.

Shalom

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