Tu Primer Amor

fathers love

Comencemos el Capítulo 2 del Libro de Revelación, y mi revelación al respecto es a través del lente de la Gracia. Veamos hoy el mensaje al ángel – al líder  de los llamados en Éfeso:

El nombre “Éfeso” significa “Permitido”. No hay duda de que este grupo recibió la Gracia de Dios, la cual nos “permite” descansar en el trabajo consumado de Jesús; ésto lo vemos en la epístola de los Efesios, la cual es la comunicación mas clara y hermosa del Evangelio para los gentiles (las miriadas de gente de todas las tribus y lenguas. En su mensaje nos damos cuenta  cómo Jesucristo está al tanto de todas sus obras, de su labor, su perseverancia, mas ¡Jesús tiene algo contra este ministro!  Ha dejado su Primer Amor. ¿Cuál es este amor? El de Jesús obviamente. ¿Quiere decir que ya no amaba a Jesús? NO, quiere decir que había dejado de descansar en el Amor de Jesús.

No es coincidencia que  Jesús hable de su trabajo arduo, de su perseverancia,   lo ve haciendo una y otra cosa y le dice que no ha desmayado – en el griego la palabra es “kamnō” que significa “agotarse, o abatirse” , quiere decir que aún le quedaba fuerza, mas contrasta las palabras de Jesucristo en Rev. 2:2 con  las siguientes, te darás cuenta que dejó fuera 3 palabras muy importantes:

teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. 1 Thes. 1:3,

Además, cuando le dice que recuerde de donde se ha caído y se “arrepienta” nos damos cuenta que este ministro se había  icaído de la Gracia de Dios! ¿Y cómo nos caemos de la Gracia de Dios? Muchos creen que pecando, pero no, el pecado viene como consecuencia de esta caída;  lo que la Biblia nos dice amado(a) hermano(a) es que:

De Cristo se han separado, ustedes que procuran ser justificados por la ley; de la gracia han caído. Gal. 5:4

¿Te das cuenta como se cayó? ¿Te das cuenta por que le dice que se olvidó de su Primer Amor? ¡De Cristo se había separado! Este ministro había dejado de depender del Amor de Dios y se encontraba muy activo – en su propio esfuerzo – “bajo  la Ley”, de eso se trata la Ley, de esfuerzo y habilidad propia y el apóstol Pablo lo llama “la carne” (Gal. 3:1-10).  Dios puso al pueblo de Israel  bajo la Ley porque no quiso depender de su Amor y el hombre de hoy sufre y se esfuerza tanto por la misma razón.  De eso habla la Biblia.  Lo leerás en las secciones de la Ley y de la Gracia.

Me dirás: “Pero hermana, ¿pues no que bajo la Gracia Dios ya no ve falta en nosotros? No es realmente falta lo que ve, lo que ve es “peligro”, pues la revelación de Jesucristo a través del  el Evangelio de Gracia es nuestra armadura contra los dardos de fuego del enemigo, pues solo a través conocemos las buenas noticias de su intención, de su voluntad y de su ‘soberanía’ hacia sus hijos y cuando ésta se intercambia por otra creencia, o se mezcla con nuestro esfuerzo,  se neutraliza y quedamos expuestos a la destrucción.

Nota que no los condena por lo mismo, sino que les da la oportunidad de  ‘arrepentirse’, esto es, de ‘cambiar de manera de pensar o creer’ y regresar a Él.  Ese es el arrepentimiento del Nuevo Testamento  – El volverse de la Ley – de descansar de sus obras  y dejarse caer en la  Gracia de Dios, pues bajo la Ley,  rechazamos lo que Jesús logro en la Cruz, así de sencillo,  es de esta manera como nos apartamos de su amor.  Además, bajo la Ley, el pecado se apodera de nosotros. (1 Cor. 15:57) y el pecado no se apoderará de ti cuando estás bajo la Gracia (Rom 6:14-23).

Pablo nos dice que la Ley no es de fe (Gal. 3:12) y  bajo el Nuevo Pacto, todo lo que no es de fe (fe EN JESUCRISTO y en su Evangelio de Gracia) es ‘pecado’;  ya vimos lo que es el pecado realmente.  Solo el Evangelio nos permite vernos ‘en Cristo’,  ésta es nuestra ‘forma’ o identidad verdadera, a su imagen y semejanza,  y todo mensaje contrario, nos dejará sintiéndonos ‘sin forma’  (hamartia), traducida como ‘pecado; por la misma razón, la incredulidad es el único ‘pecado’ que despoja al hombre de su herencia.  Ésta es la desobediencia del Nuevo Pacto.

Por último, el diablo necesita gente que pueda devorar,  y si tú crees en el amor de Dios por ti, te será fácil descansar en la Gracia de Dios y en su Amor y tu fe te hará indevorable.  Por lo anterior, antes de traer la destrucción, el diablo necesita que la gente desconfíe o deje de creer el Evangelio de Gracia, como intentaré mostrártelo durante las siguientes semanas.

Enseguida  Jesucristo le da el remedio: que haga las obras que hizo al principio.  ¿Y cuáles son esas obras?   Léelo en Juan 6:28-29

28 Entonces Le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?” 29 Jesús les respondió: “Esta es la obra de Dios: que crean en el que Él ha enviado.

En el momento de creer el Evangelio, en ese  momento  nos encontramos en nuestro Primer Amor.   El Evangelio es todo acerca del Amor de Dios por nosotros,  y de lo que nos ha sucedido en Jesucristo,  no tanto del amor del hombre por Dios, pues nuestro amor y fidelidad fallarán, más el Amor de Dios por nosotros es infalible; por tanto, al quitar nuestros ojos de Su Amor,   dejamos de andar por la fe y nos hundimos como Pedro.

A este Pastor le dice que de no arrepentirse – o sea, de no cambiar de parecer, quitaría su vela de su lugar. Esto no quiere decir que le iba a quitar la vida, simplemente, le quitaría su ministerio. Mas al mismo tiempo lo anima  por aborrecer las obras de los nicolaítas, de los cuales hablaré cuando lleguemos a la iglesia de Pérgamo.

Enseguida le recuerda su porción: al que venciere, le dará de comer del Árbol de la Vida – en el paraíso de Dios. El que venciere es el que cree, y el que cree no se fatigará , pues vivirá en el paraíso – en el descanso de la Gracia:

Pues el que ha entrado a Su reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las Suyas.  Por tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguien caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia (de incredulidad)  Heb. 4:11

Así es amado(a),  la incredulidad es  la desobediencia del Nuevo Pacto. Lee el párrafo entero de Hebreos 4:1-11 para que lo confirmes.

Este pastor escuchó, pues la historia nos dice que su iglesia permaneció. El venció, pues creyó. Este es un mensaje muy actual. La Buena Noticia  es que si tú  crees en el Evangelio de Gracia,  laa Luz de Jesús mantendrá tu vela encendida. Continúa viviendo del Arbol de la Vida día tras día, y te encontrarás alcanzando mucho más, fluyendo en el ritmo de su Gracia, que lo que alcances en tu propio esfuerzo.

Shalom

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