Persuadidos de la Verdad

 

Te he presentado la verdad acerca de Jesucristo y acerca de ti.  En ella podrás darte cuenta que la necesidad de ser redimidos para poder ser salvos ya nos ha sido satisfecha o propiciada por Dios.   La creas o no,  el no creerlo no invalida lo que Dios ya ha hecho por ti en Jesucristo:

El Cordero de Dios quitó los pecados del mundo; Murió la muerte de la humanidad. Vea Hebreos 9:27 y 28….  una persona muere solo una vez, y luego enfrenta el juicio. ¡Cristo murió una vez y enfrentó el juicio de toda la raza humana! Su segunda aparición no tiene nada que ver con el pecado, sino con revelar la salvación para que todos la abracen. Ver 2 Corintios 2:15.” (Du Toit, Francois.  “El Espejo de la Palabra”,  Kindle Ed.  comentario en 1 Juan 5:17) 

y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,” Ap. 1:5

Esa vida de resurrección, cuyos primeros frutos se encuentran descritos en Gálatas 5:22-23, siendo el primero y el mas importante El Amor, comenzará a manifestarse en el momento en que nuestro espíritu esté de acuerdo con el Espíritu de Dios – el mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos, quien te llama a conocer la verdad que Él cree y conoce acerca de ti,   pues desde antes de existir en el vientre de tu madre, ya existías en el Vientre de Dios, por tanto siempre te ha amado y aceptado y te ha dado un lugar en si mismo, en su Nueva Creación, en total pureza y perfección.

“En Él también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa”. Ef. 1:13  (NBLH)

“Ahora ustedes (gentiles) también han descubierto que están igualmente incluidos en Él, habiendo experimentado la revelada lógica de Dios. ¡Que noticia tan emocionante! Vuestra salvación es anunciada públicamente. Consistente con la promesa de Dios, el Espíritu Santo da garantía al hecho de que vuestra fe, es como un sello real que certifica un documento. ¡Ustedes están en Él!” Ef. 1:13. DuToit, Francois. The Mirror / El Espejo de la Palabra

“porque hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos,  a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos, de la cual han oído en la palabra de verdad del evangelio que les ha llegado. Y así como está llevando fruto y creciendo en todo el mundo, lo mismo sucede también entre ustedes desde el día en que oyeron y comprendieron de veras la gracia de Dios”. Col. 1:4-9 RVA-2015

Dios Padre nos ha enviado ya su Gracia bajo la cual el pecado no se apoderará de nosotros (Rom. 6:14) .  La Gracia de Dios, de acuerdo con su significado original,  ya ha ‘bajado’ a ‘echar su tienda’ entre nosotros, haciendo su morada en nosotros, en tabernáculos de piel, para siempre –no por algo que hayamos hecho bien o dejado de hacer, sino por su mano poderosa y  su Gran Compasión  por nosotros.  

“Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados”. Hechos 20:32 NBLH

Para nosotros, Su Nombre no es impronunciable; tampoco es mas Señor,  ni Jehová (Yo Soy el que Soy),  ni ninguno de los nombres  a través de los cuales  nuestro Padre Celestial se dio a conocer ante un pueblo que no podía identificarse con Él porque había perdido su imagen y semejanza en Él, por causa de la deformidad de su consciencia ‘de pecado’, por lo que no se sentían dignos de Él; por el contrario, este ‘Señor’ ya se ha dado a conocer ante el mundo como  Emmanuel – ¡El Dios ‘Yo Soy’ con nosotros – en nosotros!  ¡Él no quiso ser “Dios sin nosotros”! para sus Hijos, su nombre es ¡Padre! ¡Papito!  ¡Él te conoce por nombre, y tú  llevas Su nombre, Hijo de Dios!

Con una redención tan perfecta,  queda preguntarnos: si por Gracia somos salvos, (recordando que esta palabra significa: sanar o mantener sano y salvo, preservar o rescatar del peligro o la destrucción, hacer bien, restaurar para salud, restituir,  salvarnos de los males que nos obstruyen la recepción de la liberación mesiánica), entonces ….

¿por qué hay tanta gente que muere, aparentemente, sin ser ‘salva’ o sin que su salvación le sea revelada?;  o simplemente, ¿por qué existen tantos cristianos que siguen atados o luchando por desatarse, puesto que no se sienten sanos ni libres, mucho menos restaurados o restituidos, ni siquiera ‘bendecidos’?.  ¿Por qué tantos siguen ‘luchando contra el pecado’? ¡si Jesús ya venció el pecado y lo separó de nosotros como el oriente del occidente!  ¿Por qué tantos hijos de Dios tienen recaídas y deslices cuando se les acaba la fuerza de voluntad?   ¿Por qué siguen confesando el mismo pecado todos los días?  

Lo siguiente es mi conclusión, basado en mi experiencia personal, en mi revelación de este Evangelio,  y en la salvación que yo misma he experimentado en mi propia alma:

Porque nuestra ‘salud y libertad’   en  el contexto del significado de  la palabra ‘salvos’  – será el resultado de descubrir o ‘renacer’  a la verdad de quienes somos en Cristo, de cuán  redimidos ya hemos sido por Él, y de cuán ‘salvos’ nos encontramos ya en Él; verdad a la que el  Espíritu Santo buscará persuadirnos a todos los humanos hasta que Su vida de resurrección logre penetrar nuestra obscuridad y brotar en cada uno de nosotros, en forma de fruto de vida y no como una obra que nosotros llevemos a cabo a base de fuerza de voluntad. 

Puede que tú no hayas  nacido aun a esta verdad,  sea porque nunca la habías escuchado, porque no la entiendas, o simplemente porque ….  lamento tener que decirte que ….. la religión …realmente…¡no cree el evangelio que Pablo murió para llevar a los gentiles y que declaraba como ‘La Verdad y la Vida’ – Jesucristo! ¡Lo ha menospreciado! –el mismo evangelio que te he presentado en esta serie.  No me refiero a las religiones no cristianas, sino a la que afirma creer en Cristo  y que  nos ha secuestrado la salvación para vendérnosla como una condición a consumir y consumar.

Pablo nunca vendió el Evangelio, ni mucho menos lo presentó como una condición, él simplemente estaba haciendo una conclusión lógica;  para él, la obra de Cristo ya era ¡un hecho consumado al que nada podía añadirse! 

Tristemente, no toda la gente reconoce el evangelio de Pablo como “El Evangelio”

Veamos por qué.

Gracia en Abundancia.

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