- El Despertar de los Gálatas
- La Inutilidad de la Ley
- Hechos en el Cielo
- Corriendo la Carrera
- La Fe por el Amor
- El Dios que Suple la Fe por el Amor
- Purificados por la Fe
- Mutilando el Legalismo
- Libertad para no Pecar
- La Influencia Dominante
- El Fruto de la Ley
- El Fruto del Esfuerzo
- Casos de la Vida Real
- El Fruto de Creer
- El Fruto de Su Amor
- El Traje Nuevo del Rey
- La Imagen del Espejo
- Gracia para Amar
- La Vida Abundante
- El Reino Sobrenatural de Dios
Deseo que tus fiestas hayan sido hermosas y llenas de gozo, amor y especialmente llenas de la revelación del Amor de Dios en tu vida.
Para terminar de ilustrar este tema de los efectos de la Ley, quiero recomendarte algunas películas (no para menores), que no quise recomendar en tiempo de gozo familiar, mas me ayudarán a explicar este fenómeno de lo que la Ley hace en el humano.
El Árbol de la Vida, es un ejemplo excelente de la manera en que el legalismo nos roba la inocencia y la alegría de vivir y de cómo nos separa del amor.
El Dador de Recuerdos, que muestra cómo el perfeccionismo es un modelo esclavizante y contrario a nuestro diseño, cuya esencia, al igual que la Ley, es el esfuerzo y el control.
“La vida y mente de Mark DeFriest”, una exposición bastante “cruda” de su vida en una prisión de Florida, la cual ilustra perfectamente cómo “nuestra idea” de castigo para hacer justicia es exactamente la injusticia que Jesús dejó que cayera sobre si mismo, para que no la lleváramos mas nosotros; en esta historia verás los efectos que causó. (No logré encontrarla en español).
Por último, la película o documental llamada “Bernie”, con Jack Black, un caso de la vida real que ocurrió en Texas, basado en la vida de Bernhardt “Bernie” Tiede II, una persona ejemplar, quien realmente se esforzaba por serlo hasta que su esfuerzo lo traicionó.
Referente a esta última, 1 Juan 3:15 indica que el que asesina no tiene la vida eterna (“Zoe” en el griego). Esto se ha malentendido como “el que mata está condenado a la muerte eterna”, por ello le llaman “pecado mortal”; sin embargo, ésto solo significa que el que mata simplemente no ha escuchado, no ha entendido o no ha creido el Evangelio de Gracia, aunque tuviera su religión, pues solo a traves de la revelación de la Gracia del verdadero Evangelio podemos recibir y experimentar la Vida “Zoe” de Dios, cuyo primer fruto es el amor (Ef. 1:13; Col. 1:3-6, 9 y 10); mas contrario a lo que se cree, la religión no se apega al Evangelio, sino lo contradice, lo diluye, lo subvierte y lo reduce en esfuerzo humano, pues proviene del mismo árbol que le cortó la vida al hombre – el Arbol del “Conocimiento del Bien y el Mal”, mismo que simboliza el intento de imitar la vida de Dios a base de labor y esfuerzo, lo cual se atenta al querer seguir la Ley.
Solamente el Espíritu de Resurrección que levantó a Jesús de los muertos logrará hará florecer Su vida de resurrección en nosotros, no por nuestra fuerza de voluntad, sino como un fruto de escuchar el Amor de Dios contenido en este Evangelio – El Arbol de la Vida, el cual nos invita a descansar de vivir llenos de labores a través de una relación de confianza con nuestro Padre amoroso, misma que se fortalecerá al ir comprendiendo la magnitud de tal amor, lo cual nos persuadirá a creer y nos enseñará a confiar cada día mas.
De hecho, existen estudios que muestran cierta co-relación entre la religiosidad con el crimen, y no precisamente se refiere a aquellos que matan “enviados por Dios”, o “en nombre de su Dios”, sino que se refiere a aquellos en los que la Ley, impartida a través de las demandas de la religión o la religiosidad de sus padres o figuras de autoridad, tomó fuerza desproporcionada, con consecuencias devastadoras: Ted Bundy, Andrea Yates, Tony Alamo, Susan Smith, son solo unos ejemplos.
De ningún modo sugiero que el no religioso no cometa crímenes, sin embargo, conociendo que la fuerza de la Ley es el pecado y que la religión refuerza la justicia “de la Ley” (no la de Dios), a base de consciencia de pecado, temor, condenación, culpa y castigo, (como en el caso de Mark DeFriest), no debe extrañarnos que el religioso no siempre se convertirá en mejor persona a través de su religión o a través del castigo y la penitencia, por lo menos es lo que este artículo escrito por un abogado en Centro América sugiere: http://www.sindioses.org/escepticismo/religdelinc.html
Mas si no pudieras o no quisieras ver ninguna de las referencias anteriores, te invito a ver por lo menos esta reseña del Libro “La Cabaña”, por su autor, W. Paul Young, que he incluido al final de este blog, en la que nos explica el origen de su exitoso libro y nos ayudará a entender por qué la gente se esconde detrás de la religión, mas realmente teme al Dios que la religión personifica, privándose de una verdadera relación con Él, por no conocer la verdad acerca de Él que solo el Evangelio de Gracia declara.
Puede que este blog no parezca uno de optimismo y esperanza para alegrar tus fiestas, mas es en estas fechas, al terminarse el corto efecto de la algarabía tradicional, es cuando mucha gente confronta su vacío, su soledad, infelicidad y desesperanza, por lo que es necesario que conozcan que realmente existe una manera de iluminar su vida que ninguna obscuridad podrá apagar y que sepan también que aun en medio de circunstancias muy adversas, el verdadero gozo, la verdadera paz y felicidad son una realidad inexplicable e inevitable de recibir la revelación del verdadero Evangelio de Gracia que proclama el amor permanente de Jesús por ellos, sin demandas. Si tu no hubieras recibido tal revelación, pídesela a Jesús, El se deleitará en revelarse ante ti de manera fehaciente.
Te dejo tu semana para que disfrutes de tus amados y el próximo año comenzaremos con los frutos del Espíritu
Shalom, Gracia en Abundancia y Feliz Año 2017 – el Año de tu Victoria.