De oidas te conocia pero ahora te veo

De oídas te conocía… Job 42:5.

¿Alguna vez has leído el libro de Job en la Biblia?    Cuando comenzamos a leer este libro nos damos cuenta de que Job sabía que Dios si existía y lo anhelaba en su vida,  lo buscaba, deseaba agradarle, deseaba su bendición y su protección, pero su búsqueda era de acuerdo con su propia justicia, y conforme a la imagen que él tenía de Dios, y  no conforme a lo que Dios realmente era.  Esto lo sabemos por la misma boca de Job, cuando le declara al Dios Omnipotente: “Hasta ahora, sólo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos”  (Job 42:5).

Al parecer, conocer a Dios ‘de oídas’ no le sirvió a Job para evitar la destrucción que el diablo traería a su vida.  Dios sabía que el diablo, a través del temor de Job –por causa de esa misma mala imagen de Dios–  podría robarle, matarle y destruirle todo lo que pudiera y protegió la vida de Job hasta que Él pudiera tener  una “revelación personal” de quién era ese Dios, a quien temía airar, de su Justicia y de Su Amor. El diablo mismo conocía este secreto, por lo mismo, en el momento en que Job vio a Dios “con sus propios ojos”, en el momento en el que tuvo esa revelación personal de quién era verdaderamente Dios, la destrucción se detuvo y Dios le restauró a Job todo en ‘doble porción’.

Conociendo este trasfondo,  podríamos decir que el Libro de Job es la historia de:

  1. Una  imagen distorsionada de Dios, que orilla al ser humano a querer relacionarse con la Divinidad  basado en su esfuerzo, fuerza de voluntad y justicia propia, lo cual es la historia de la religión.   
  2. El intento del diablo de destruir al ser humano a través de su culpa y miedo, fundados en su mala opinión o mala imagen acerca de Dios y de sí mismo, sea por  su ignorancia,  incredulidad o religiosidad.
  3. La intención de Dios de revelarse ante el ser humano como un Padre Amoroso y hacerle Justicia, la cual intenta restaurar las vidas destruidas con una doble porción – Jesucristo, al poner a morir nuestra propia distorsión y muerte, y darnos  Vida Nueva en Él mismo, lo cual nos hará vivir doblemente satisfechos que cuando vivíamos por nuestro propio esfuerzo.  

¡Dios es el mismo ayer, hoy y siempre!  Él quiere que tú, amado(a) lector(a) le conozcas mas que de oídas. Dios quiere que tengas una revelación personal, auténtica y acertada de quién es Él, de la clase de amor que Él tiene por ti y, principalmente, de quién eres tú en Él.  Una revelación es algo más que un conocimiento intelectual, o una visión, o una ilusión óptica; es un descubrimiento en tu corazón que va mas allá de lo que tus ojos o tus sentidos naturales pueden percibir. El diccionario lo define como “la manifestación de una verdad oculta”.   

Para esto, Dios  nos dio a su Hijo Jesucristo – el Camino, la Verdad y la Vida, quien se encuentra escondido en las escrituras del Viejo Pacto, y revelado en las del Nuevo. Por ello, es válido decir que la Biblia contiene el Testamento de Dios para los seres humanos,  mas la herencia es algo superior a la lectura de su testamento ¡esta herencia es Jesucristo! Él es tu doble porción.  

Jesús dijo que el que le ha visto, ha visto al Padre; mas el apóstol Juan dijo que como es Jesús, somos nosotros en este mundo. Por lo mismo,  todo lo que la Biblia habla de Jesús es también acerca de ti.   

Job no tuvo a Jesucristo pero logró verle como futura promesa; hoy Jesucristo no es mas una promesa para nosotros, es una realidad.  Él es “La Palabra hecha carne”  que Dios ha enviado al mundo para que hiciera todo lo que Él dijo que hiciera, para ‘destruir las obras del diablo’  y para poner a tus enemigos por debajo de tus pies.  Esto se manifiesta cuando tú mismo(a), al conocerlo, puedes verte reflejado en Él, como en un Espejo de tu propia imagen original  y sepas quién es Él de su propia boca, y no de lo que las muchas religiones,  denominaciones, sectas e intelectos humanos afirmen.

Sin embargo, varias cosas han impedido que todos conozcamos  nuestro origen y valor redimido, por mencionar algunas:

  1. La falta de conocimiento o errónea interpretación  del corazón de Dios, de Su Justicia, de Su Lógica y  de Su buena voluntad hacia los hombres, contenido todo en Jesucristo y en Su Evangelio de Gracia.
  2. El deliberado intento por evitar que todos conozcamos este Evangelio, por parte de aquellos que consciente o inconscientemente han rechazado la Justicia De Dios, por no reunir los requisitos de su propia justicia, y quienes  en total rechazo a la obra consumada de Jesucristo y en un intento por controlar a la humanidad, han manipulado las escrituras o escrito las suyas propias,  con el fin de  que la gente se confunda y no se ponga de acuerdo,  lo cual ha llevado al mundo a creer todo tipo de  creencia errónea e inefectiva para  evadir la destruccion;
  3. La incredulidad del  Evangelio de muchos religiosos, quienes después de haber conocido uno falso por tanto tiempo,  se niegan a escuchar o a recibir el verdadero – la buena Noticia de que Jesús vino a poner a morir nuestra deformidad, nuestra iniquidad y nuestra muerte, para levantarnos a todos, tanto a judíos como a no judíos,  como una nueva criatura en Él y con Él.  

Lo anterior ha hecho a la humanidad mas vulnerable a una destrucción cada día mayor, y a todo tipo de maldad que va en aumento, desde las esferas mas altas y poderosas de nuestra sociedad. Lamentablemente, cada día mas gente perece sin conocer su herencia.

Por lo mismo quiero invitarte a contemplar, como en un espejo, al autor y consumador de nuestra fe, a Jesucristo,  no solo a través de la escritura no adulterada, sino, principalmente, al experimentarlo  en tu vida, cohabitando contigo.  Conocer mi herencia fue lo que le hizo justicia a mi vida. Él continúa restaurándome de la destrucción que experimenté por no saber quien era Él ni quien era yo.

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Rev. Abril 2025

 

 

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