Mi deseo es que al haber recorrido el Tabernáculo junto contigo y hacerte saber el significado de la Cruz y de la Sangre de Jesús te hayas cimentado en tu identidad en Cristo y en tu posición en el Reino de los Cielos. Recuerda, durante el Viejo Pacto los Israelíes solo podían ser “Siervos”. El Nuevo Pacto nos hizo “Hijos de Dios”, llamados a reinar como Reyes y Sacerdotes. Los hijos no necesitamos órdenes o mandamientos para hacer la voluntad de nuestro Padre, su amor nos lleva a cumplir su voluntad y su Espíritu nos guía a involucrarnos en sus negocios como sus hijos. No fue un club al que te uniste, fue una familia en la que naciste.
El sistema del diablo se opondrá a que tú aceptes tan honorable distinción y estará en continua disputa por tu corona de rey, y por tus ropas de sacerdote. El usará todo, gente a tú alrededor, tus circunstancias, aun tu consciencia, para robarte tu fe y con ella todo lo que pueda. Esto lo hará a través de cuestionar y retar todo lo que Dios ha dicho que tú eres, tal y como lo hizo en el huerto.
Hemos hablado de que el nombre hebreo de Satanás es “HaSatan” cuyo significado es “acusador” o “perseguidor”, en el contexto de una corte de Ley – el abogado fiscal. Su papel es acusarte y perseguirte. El ya no puede acusarte ante Dios como lo hizo con Job, pues en ese tiempo usaba el dominio que Adán le entregó para tener acceso al Padre. Más la sangre de Jesucristo purificó también las cosas que en el cielo habían sido contaminadas por el diablo desde su caída, hasta que Cristo lo venció en la Cruz (Hebreos 9:23).
El diablo hoy ya no tiene acceso al Padre y solo puede acusarte ante ti mismo en tu consciencia, para lo cual usará la Ley. Él es experto en la Ley, y si tú insistes en seguir la Ley, él también sabe en donde la rompes. Su poder está en tener a la gente bajo la Ley de Moisés, porque de esta manera es fácil bloquearles su acceso a Dios, recordándoles en donde se quedan cortos de la medida. De esta manera la gente sigue enfocada en sí misma, en sus acciones, su desempeño, o sus pecados, en lugar de su rectitud con la que ha sido vestido(a)
Gálatas 3:19 nos da una buena explicación de por qué fue dada la Ley:
Fue añadida a la promesa para mostrarle a la gente sus pecados, pero la intención era que la ley durara sólo hasta la llegada del Hijo prometido.
Mas Pablo clarifica que:
Si la ley pudiera darnos vida nueva, nosotros podríamos hacernos justos ante Dios por obedecerla; pero las Escrituras declaran que todos somos prisioneros del pecado, así que recibimos la promesa de libertad que Dios hizo únicamente por creer en Jesucristo. Antes de que se nos abriera el camino de la fe en Cristo, estábamos vigilados por la ley. Nos mantuvo en custodia protectora, por así decirlo, hasta que fuera revelado el camino de la fe. Dicho de otra manera, la ley fue nuestra tutora hasta que vino Cristo; nos protegió hasta que se nos declarara justos ante Dios por medio de la fe. Y ahora que ha llegado el camino de la fe, ya no necesitamos que la ley sea nuestra tutora.“ Gal 3:21-24 NTV
Esto es lo que dijo el Espíritu Santo por boca del Apóstol Pablo. Nota que este capítulo comienza con dureza: “Oh Gálatas tontos”, que en el hebreo suena así: ¡Oh Gálatas estúpidos! Si Pablo lo considera una estupidez, ¿a qué se debe que la iglesia de Cristo quiera tener a los creyentes bajo la ley?
Recuerda que la Ley es la que da poder al pecado (1 Cor 15:56). Al enfocarnos en la ley, nuestra carne estará más propensa a caer no solo en nuestros viejos pecados, sino aún en muchos nuevos que no sabíamos que teníamos cuando no nos interesaba agradar a Dios. Por lo mismo es un hecho que la gente que más se aferra en seguir la ley de Moisés debe estar lidiando en secreto con pecados que tarde o temprano se saldrán de su control y de su escondite.
Este fenómeno se observa repetidamente en crímenes y atrocidades cometidas por líderes religiosos o gente muy religiosa, sin importar el nombre de su religión, pues finalmente todas las religiones están edificadas sobre ‘justicia propia’, llevada a cabo a través de desempeño, esfuerzo o fuerza de voluntad, que es la esencia de la ley : “Harás o no Harás”. Muchos de ellos viven en un ciclo perpetuo de confesión/comisión de pecados. Muchos buscan la salida con psicoterapia u otro tipo de ayuda, algunos otros sencillamente se deleitan en ello y viven así hasta que son descubiertos. Muchos nunca lo serán, pues saben como ocultar sus aberraciones bajo ‘apariencia de santidad’.
Lamentablemente, mientras la gente no haya despertado a la verdad y la Gracia de Dios, preferirá lo que es mentira, lo cual lo hará presa fácil (y aun a sus hijos) de las trampas de muchos de estos engañadores, quienes construyen murallas de protección a su alrededor, con ayuda de su autoridad, de su manipulación religiosa, de sus técnicas para confundir y aun del nombre de su dios, para abusar de la confianza y de la ingenuidad de sus creyentes para subyugarlos y colocarlos en posición de ‘hacer lo que ese dios imaginario demanda’. Muchos incluso se mantienen inmovibles e inconmovibles con ayuda de otros que se rehusan a creer lo que es obvio ante sus ojos, porque han sido hipnotizados con halagos y técnicas de mercadotecnia de multinivel, o comprados con dinero, con favores, o aun con chantaje, pues por lo general se encubren entre gente que se deleita en las mismas ‘prácticas’. (Los Hijos de Dios, Juan de Dios…, Los Davidianos, Los Fundamentalistas de los Santos de los Ultimos Días, los ejemplos son innumerables).
Mas de todas las alegaciones de este tipo que existen contra las instituciones religiosas o contra algunos de sus líderes, tu mismo podrás encontrar que sólo unas cuantas de ellas han recibido realmente ‘justicia’, en forma de encierro permanente para los ofensores, lo cual, solo ha llegado a suceder décadas después.
John J Geoghan, por ejemplo, un clérigo de las parroquias de Boston, quien lastimó a cientos de niños con el conocimiento y consentimiento de su institución, era ‘disciplinado’ al ser colocado en una parroquia diferente, hasta que nuevas quejas comenzaban a surgir en el nuevo lugar. Así fue tratado con inmunidad este ‘santo padre’, hasta su vejez , cuando ciertos reporteros lograron que se le encerrara (los papeles Franklin). De no haber sido asesinado en la cárcel por una de sus víctimas, ahorita estaría libre, en un lugar de autoridad que le permitiría seguir practicando su ‘fe’ y cobrando su cheque.
Warren Jeffs, aun dirige su culto desde su celda, en donde sus esposas (algunas forzadas a casarse cuando eran menores de edad) y adoctrinados aún lo visitan, para cantarle su adoración y recibir instrucciones.
Juan de Dios fue condenado por fin a 114 años de prisión, cuando se descubrió su cultivo clandestino de bebés, mismo que permaneció oculto durante décadas con ayuda de sus ‘voluntarios’, quienes mantenían a las madres de estos bebés como rehenes hasta que podían deshacerse de ellas, después de haber vendido en adopción a estos bebés, supuestamente, hijos de este ‘inmaculado’. Su propia hija que testificó contra él, afirma ser uno de estos bebés, aunque después tuvo que retractarse públicamente, quizá por temor de su vida y la de sus hijos. Sin embargo, este enfermo poseido por demonios seductivos, en quien algunos creen ver a Dios, salió de la cárcel ¡porque le daba miedo la obscuridad! y con ‘ayuda’ de su ‘misericordioso’ abogado, quien lo considera ‘indefenso’ por estar tan viejo, fue colocado bajo arresto domiciliario con un ‘poderoso’ brazalete electrónico, en donde es bien alimentado y cuidado por sus ‘voluntarios’ adoradores, quienes aun llevan a cabo el mismo engaño, en el nombre de sus dioses falsos.
Frank Houston, un ofensor prolífico de niños, padre del fundador del imperio Hillsong, Brian Houston, nunca llegó a la corte, pues aunque su hijo lo sabía, desacreditaba a las víctimas y ocultaba sus alegato de las autoridades de Australia. Brian fue sentenciado a la cárcel por no reportar estos crímenes a las autoridades, más ha sido exhonerado, y ahora podrá continuar manejando los negocios de sus organizaciones ‘comerciales’, ya que Hillsong no es una institución religiosa, fiscalmente hablando.
Y los nombres son innumerables, pues esto es lo que la vida bajo la Ley produce, de la cual la religión es su principal promotora. Por lo general estos seres despiadados se valen del poder que ejercen en la gente ciega para vivir sin tener que dar cuentas a nadie. Investiga tu mismo en el internet o en tu programación televisiva cómo funcionan los cultos, y cuantos de ellos son construidos con esta finalidad. Simplemente, investiga acerca de los restos humanos descubiertos en tantos conventos y recientemente, en muchas escuelas católicas en Canadá, de las cuales muchos niños de etnicidades diferentes desaparecieron.
En el caso de aquellos que han preferido la ley, me temo que se pasarán el resto de su vida tratando de cambiar en sus propias fuerzas, con consecuencias devastadoras para ellos, para sus víctimas y para las familias de ambos.
En el caso de tantas víctimas, me temo que su justicia no siempre vendrá del sistema de justicia del mundo, y lo único que podrá verdaderamente restaurarlos será la revelación de su Justicia ya otorgada en Cristo, y de la pureza e inocencia conferida a todos los seres humanos al haber sido puestos , en uno de nuevo en uno en JesuCristo, por Su mera Gracia. Esta revelación de su semejanza a imagen de Dios, de su unión perfecta, de su perfección, y su persuación del Amor Perfecto y Aceptación total de Dios por cada uno de ellos, será su mayor retribución, restitución y restauración.
Y aunque pareciera injusto, esta provisión está disponible también para los predadores; de hecho, esta sería la única manera de ser verdaderamente libres, sanados y restaurados de la mentalidad distorsionada que la ley produce en los Hijos de Dios, y que se manifiesta en todo tipo de injusticias contra otros seres humanos.
El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues ya no están bajo la ley sino bajo la gracia. Romanos 6:14
En esta Gracia, la ley de la fe y del amor, la ley del Espíritu, son las únicas que aplican, y es el Espíritu Santo el que las lleva a cabo.
Porque Dios es el que produce en ustedes lo mismo el querer como el hacer, por su buena voluntad. Fil 2:13
Mañana te mostraré que la consciencia de pecado no viene de Dios.
Shalom
Revisión Enero 2024