- La Cruz
- ¡Emprende el Vuelo!
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; 1 Pedro 2:9
Si tuviste oportunidad de seguir el estudio acerca del Poder de Su Sangre, te encontrarás mejor equipado para apreciar tu redención y disfrutar de ella con más libertad y confianza en Cristo. Esta confianza vendrá de que estés consciente de tres cosas: 1. Que gozas de eterno e irreversible perdón de pecados; 2. Que la Sangre de Cristo te limpia continuamente y para siempre y 3. Que tu rectitud es la de Cristo. Esto te permitirá usar tus vestiduras de lino fino con seguridad, dignidad y humildad. Es a través de creer bien como podrás vivir bien y actuar bien. Muchos esperan hasta poder vivir y actuar bien antes de venir a El, lo cual difícilmente sucede.
Su Gracia es inmensurable, y nuestra condición humana atrapada en esta carne sólo nos permite comprender un bocado a la vez, un trago a la vez, mas mientras sigas comiendo y bebiendo de su Espíritu a través de contemplar a Jesús en la escritura, tu transformación será segura.
Pablo, fariseo de fariseos, quedó ciego durante 3 días cuando la Gracia de Dios le fue revelada toda a la vez, y necesitó 14 Epístolas para poder explicar lo que vio y escuchó.
Más aún cuando él mismo trato de convencer a muchos a recibir esta Gracia, muchos no le creyeron. Los que creyeron vieron algo tan grande, tan maravilloso, tan superior a cualquier cosa que este mundo les podía ofrecer, que no temieron dar su vida por aquello en lo que creían.
Aun cuando aquellos primeros cristianos perdieron su vida, este maravilloso evangelio de Gracia no pudo ser silenciado, ni escondido por mucho tiempo, por lo tanto fue corrompido, y diluido hasta nuestros días para impedir su impacto y limitar su poder; más nada podrá apagar el Espíritu de Dios que continua dando revelación de la Gracia de Dios a aquellos que tienen un “corazón conforme al corazón de Dios” y esto significa “un corazón por su Hijo”
Es esta revelación de su Gracia y no tu fuerza de voluntad la que te transformará. Escuchaba esta mañana al Pastor Prince hacer una analogía con una oruga. La oruga tomó lecciones, leyó libros, escuchó audios y vio videos para aprender a volar, pero hasta que descubrió que solo tenía que meterse en un capullo y esperar la metamorfosis, lo logró. Habiéndose convertido en mariposa, aun cuando vuele sobre la basura o se detenga ahí, ya no podrá arrastrarse en ella. Ahora tendrá el poder de elevarse y volar sobre otros terrenos donde las orugas no pueden volar. Existe la posibilidad de que por error, circunstancia o maldad perdiera sus alas, lo cual impediría su supervivencia, al no poder volar sobre las flores y alimentarse de su néctar, mas no existe una metamorfosis para convertirse de nuevo en oruga. Moriría siendo mariposa sin alas.
Si puedes entender como esta analogía se relaciona con el nuevo nacimiento, no importa cuánto tratemos de parecernos a Jesús, o cuanto intentemos hacer su palabra, no será hasta que nos metamos al capullo del Espíritu Santo, cuando seremos transformados. No podremos dar los frutos a base de fuerza de voluntad, aún el auto control o dominio propio, traducido como “templanza” es un fruto, (Gal. 5:23, 2 Tim 1:7).
Dios te ha llamado a ser como las águilas, mucho mayor que una frágil mariposa, para habitar en los lugares altos, donde todo se ve pequeño y al alcance, donde no existen muchos enemigos. Es ahí donde tus fuerzas y tu juventud serán renovadas. Serán las cosas de las alturas las que te mantengan ocupado, y tu majestuosidad vendrá de Sus Alas. Tú ya no perteneces al polvo, y ya no encontraras tu propósito queriendo ser de madera, o queriendo ser un gusano, aunque aún te gustara.
Si viste la película “El Diario de la Princesa” con Anne Hathaway, la princesa Mia se rehusó por algún tiempo recibir el título de princesa. Aun cuando personal especializado la transformó en Princesa, ella no se comportó como tal hasta que oficialmente recibió el título. Esto solo sucedió cuando se convenció que en realidad era una princesa, no por algo que ella hubiera hecho, sino porque nació princesa. Cuando con humildad aceptó el honor y privilegio que le fue heredado, fue cuando por fin pudo llevar la corona con dignidad, y dar de sí todo lo que se esperaba de ella.
Si tú has nacido de nuevo, debes recordar que no fue por algo que hicieras, sino por un regalo que aunque gratuito para ti, su valor tiene un precio inalcanzable: La Sangre de Cristo. Aun cuando decidieras por voluntad propia vivir como persona común y no como “no común” lo cual es el significado de “santo”, tú ya no puedes revertir el proceso para volverte a arraigar en la tierra de la que fuiste cortado (Cubiertos de Oro). Te secarías en ella si trataras. Tampoco podrás hallar tu propósito siendo un gusano. Ahora eres un águila y Jesucristo te ofrece su Espíritu para emprender el vuelo. Esas serán tus alas. Tu futuro es glorioso, el Reino de los Cielos llegó a ti, ¡comienza a volar en las alturas!
No debemos ignorar que el diablo tratará de convencerte de que tú aún eres de madera, y te hará enfocarte en ella haciéndote dudar de tu vestidura, del eterno amor del Padre y de su eterno e infinito perdón. Regresa mañana y aprenderás como lo hace y como apagar sus dardos de fuego.
Shalom.