- El Vientre de la Gracia
- El Drama de un Vientre Hostil
- El Misterio de la Gracia
- Adios al Viejo Sistema
- Pacto de Vida
- Pacto de Vida o de Muerte
- La Lógica de Dios
- ¿Estás en Cristo?
- No Más Separación
- El Hombre del Nuevo Pacto
- El Año de Placer y Deleite
- Como Reconocer La Verdad
- Mentiras Que Matan
- Creer o no Creer
- La Ultima Palabra
Habiéndote mostrado en la Biblia lo que el Apóstol Pablo anuncia como “la Verdad”, hoy continuaré ampliando acerca de lo que él anuncia como la mentira a evitar: “los principios elementales del mundo”, que él llama “la Ley”.
Para tal efecto, traduje el siguiente fragmento de Colosenses 2 de la versión en inglés “El Mensaje”, para que lo compares con tu Biblia preferida.
16-17 Así que no permitas que nadie te presione con detalles de dieta*, los servicios de adoración, o días festivos**. Todas esas cosas son meras sombras proyectadas ante lo que estaba por venir; la sustancia es Cristo.
* Prohibiciones o normas referentes a alimentos puros o impuros
**Festividades religiosas
18-21 No toleres a la gente que intenta controlar tu vida, ordenándote a hacer zalemas** , o insistiendo en que te unas a su obsesión con ángeles o a buscar visiones. Son sólo un globo inflado de aire caliente, eso es todo lo que son. Están completamente fuera de contacto con la fuente de la vida, Cristo, que nos une en un solo entero, cuyo mismo aliento y flujo sanguíneo corre a través de nosotros. Él es la cabeza y nosotros somos el cuerpo. Podemos crecer sanos en Dios tan sólo con él nutriéndonos.
** postrarte o arrodillarte en reverencia
20-23 Así, pues, si con Cristo has puesto atrás toda esa religión pretenciosa e infantil ¿por qué te dejas intimidar por ella? “¡No toques esto! ¡No pruebes eso! ¡No te acerques a esto! “¿Crees que las cosas que hoy están aquí y mañana se esfuman valen la pena ese tipo de atención? Tales cosas suenan impresionantes si se dicen en un tono suficientemente profundo, y aun dan la ilusión de ser piadosas, humildes y abnegadas, pero son sólo otra forma de presunción y de hacerse ver importantes.“
Contrario a las palabras de Pablo, mucha gente desconfía o rechaza todo aquello que no les de esta “ilusión de santidad o piedad”, por lo que prefieren someterse a este tipo de líderes y engaños, antes que creer el Evangelio de la Gracia de Dios sin añadiduras; ganar su justificación a base de méritos y esfuerzo propio (creyendo que esto es posible), es mas satisfactorio o gratificante para ellos que confiar en algo que consideran falso por ser gratuito y sin esfuerzo.
A muchos otros les gusta que los reten y les hablen con dureza porque esto los “motiva a hacer algo”, o los inspira a “ser mejores”; tristemente a muchos de ellos así los motivaban de pequeños, por tanto aprendieron a responder solamente a este tipo de “motivación”.
Curiosamente, aunque te sientas mas motivado a hacer más, a esforzarte más, a “ser mas” o a “ser mejor”, lo que logremos con nuestro esfuerzo solo permanecerá mientras por esfuerzo podamos conservarlo, asumiendo que las demandas auto impuestas o impuestas por otros sobre nosotros no acabaran con nuestra salud, con nuestra familia o aun con nuestra misma vida; sea que el resultado final te enorgullezca o te decepcione, siempre habrá algo mas que alcanzar en esta lista sin fin.
Irónicamente, si bajo la Ley lográramos checar cada punto de la lista, la Biblia dice que por la Ley no heredamos las promesas, sino por la Gracia (ver Rom 4:13-16).
Por último, querer cumplir esta lista de requisitos contrarios a ti, que Pablo llama “La Ley”, te dará un valor falso, pues este valor no es conforme al alto valor que Cristo te dio, sino “conforme a la carne”.
Este fue el caso de Israel en el tiempo de Jesús, los fariseos se sentían de un valor superior y puesto que tenían riquezas, creían que éstas eran el resultado de su “piedad“, mientras que el pueblo se encontraba como quizá tu te encuentres: enfermo(a), sintiéndose agobiado(a), lleno(a) de cargas y obligaciones, temeroso(a), preocupado(a), inadecuado(a), frustrado(a), o fracasado(a), culpable, sucio(a), imperfecto(a), rechazado(a), o incapaz de jamás poder cumplir los requisitos de Dios y del mundo, lo cual te dejará sintiéndote con un valor depreciado, que te motivará a esforzarte mas o por el contrario, te llevará en espiral cuesta abajo, caído de la Gracia de Dios (Gal. 5:4)
Lo mas trágico de “la Ley” es que es la fuerza del pecado, por lo que éste se manifestará tarde o temprano en formas aun desconocidas para ti, que tarde o temprano te conducirán a la muerte (1 Cor. 15:56) .
A mi en lo personal, la Ley me robó mucho y casi me destruyó, dejándome llena de temor, de inseguridad, de frustración, de dolor y de ira, que yo solía descargar en mi misma y aun en mis propios amados, sin mencionarte cómo los dejó a ellos. Gloria a Jesús que su Gracia nos encontró y en ella estamos siendo sanados y restaurados, conforme aprendemos a descansar en ella.
¿Y a ti amado(a), cómo te ha dejado la Ley? ¿Cómo ha dejado a tus hijos?¿Cómo manejas tu la lista de requerimientos contrarios a ti que Jesús ya cumplió? ¿La has dejado en la Cruz donde Jesús la dejó clavada (Col. 2:14) o la sigues llevando como cadenita a tu cuello, o al de los demás. Durante mi estudio de los Gálatas que comenzaré en junio, quizá quieras dejar de cargarla.
Te invito a ver este corto video clip de Bertie Brits, que transcribí con subtítulos en español para tu deleite y reposo, pues sumariza de una manera hermosa lo que te he mostrado en esta serie. Da click en cc si los subtítulos no aparecen.
Shalom.